Deje de atormentarse por haber faltado al evento de su hijo

Los padres a menudo se apenan mucho cuando tienen que perderse un juego importante de su hijo o una actuación en el escenario y se preguntan: ¿mi ausencia está perjudicando a mi hijo?

El que mamá o papá se pierda un evento o competencia importante en realidad puede ser bueno para ellos, si los padres manejan estos momentos difíciles con sabiduría y habilidad, dijeron los psicólogos.

Eso no significa faltar al evento de su hijo para irse a beber con sus amistades, o nunca hacer un esfuerzo por ver lo que hacen sus hijos. Sin embargo, los padres que tienen una razón convincente para ausentarse y lo explican honestamente pueden inculcar responsabilidad y autosuficiencia en ellos.

Muchos padres quieren asistir a los juegos importantes o recitales de sus hijos, no solo por ellos, sino también por ellos mismos. “Esos momentos son fugaces y muy valiosos, y por supuesto que queremos estar allí cuando podamos”, dijo Eileen Kennedy-Moore, psicóloga clínica de Princeton, New Jersey y autora de varios libros sobre la crianza de los hijos.

Madeline Thomas de ocho años se molestó cuando su madre Wanda le dijo que tendría que perderse la fiesta de su noveno aniversario en noviembre por que tenía que fotografiar una boda por la noche, con el fin de mantener una promesa que le había hecho a un cliente importante. Thomas es propietaria de MadCris Images, un estudio fotográfico de Philadelphia.

Escuchó respetuosamente las protestas de Madeline, y luego le dijo: “Tienes derecho a estar molesta, pero en esta familia yo tengo la responsabilidad de asegurarme de que tengas un techo donde vivir, pagar las cuentas y que haya comida en la mesa”.

Aunque el padre, la abuela y el hermano de siete años de Madeline asistieron a su fiesta de cumpleaños en casa, ella insistió en esperar para partir el pastel hasta que su madre estuviera en casa. Madeline ya se había quedado dormida cuando Thomas pudo llegar a casa, alrededor de la medianoche, así que la familia partió el pastel la mañana siguiente.

Thomas también se sintió triste, pero cree que Madeline aprendió algo sobre la responsabilidad. Estas experiencias “fortalecen a los hijos a largo plazo”, dijo ella.

Los expertos aconsejan evitar el melodrama cuando les digan a sus hijos que usted estará ausente. Puede sentirse decepcionada, “pero no lo convierta en algo más grande de lo que es, disculpándose repetidamente o pidiendo perdón o diciendo: ‘¿Qué puedo hacer para compensarte?’”, dijo la Dra. Kennedy-Moore.

Los niños tienden a emular el ejemplo de los padres. “Si usted transmite el mensaje de que eso es devastador, su hijo va a pensar que es devastador”, dijo Stephanie O'Leary, psicóloga clínica y autora de ‘Parenting in the Real World’ (Crianza en el mundo real) de Mount Kisco.

En su lugar, sea un ejemplo de probidad y responsabilidad: “Estoy muy emocionada por el juego de mañana. Pero tengo que trabajar, aunque voy a llamarte a las 5:30 p.m., porque no puedo esperar para saber cómo te fue”, dijo O’Leary.

La presencia y atención de los padres es especialmente útil para los niños muy pequeños en el desarrollo de una autoimagen saludable, muestran los estudios. Los niños en edad preescolar pueden disfrutar al cantar una nueva canción o aprender un movimiento de gimnasia, pero aún no pueden sentirse orgullosos de sí mismos.

Eso empieza alrededor de los 5 o 6 años, cuando comienzan a notar que sus padres se enorgullecen de sus logros. Para los de 7 u 8 años, la mayoría ha interiorizado los valores de sus padres lo suficiente como para sentirse orgullosos de sí mismos, lo que un paso importante hacia el respeto por sí mismo, dijo la Dr. Kennedy-Moore.

Sin embargo, los padres tienen innumerables posibilidades de desempeñar este papel. “La confianza y la relación de sus hijos con usted no se basan en una instancia en particular”, dice el Dr. O'Leary.

Es más importante ser consistentemente solidario y receptivo con el paso del tiempo, dijo Mary Reckmeyer, experta en desarrollo infantil de Gallup y autora de ‘Strengths Based Parenting’ (Crianza basada en las fortalezas). El apoyo constante “funciona como amortiguador, fortalece al niño y contribuye a su bienestar en general”, añadió.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Fecha de publicación: 12/04/2018

Sue Shellenbarger