Muchos han llorado amargamente por la pérdida de su amada oficina privada desde que sus patrones comenzaron a derribar las paredes de sus despachos hace años.

Ahora las compañías están planeando una nueva sorpresa: también están quitándoles el escritorio.

Los empleadores están reemplazando las configuraciones tradicionales de un escritorio por empleado con una menor cantidad de escritorios que son utilizados por orden de llegada, más áreas de trabajo adicionales con nombres como salas de juntas y espacios de aterrizaje. Alrededor de 25% de los empleadores están colocando al menos algunos empleados en lugares de trabajo no asignados, y 52% del resto planea hacerlo dentro de tres años, de acuerdo con una encuesta reciente a 138 empleadores realizada por la firma de servicios inmobiliarios CBRE y CoreNet Global, un grupo profesional de bienes raíces.

Mientras que algunos empleados aceptan de buen agrado la flexibilidad y el ambiente informal de los lugares no asignados, perder un escritorio puede ser un cambio desgarrador para otros. Acostumbrarse a ello requiere tiempo, un cierto toma y daca por parte de los empleadores y, a menudo, un poco de entrenamiento de etiqueta.

Las oficinas de Minneapolis de la firma de arquitectura Perkins + Will cambiaron a los lugares de trabajo no asignados hace dos años, ofreciendo ahí 52 escritorios con asiento o de pie para los 70 empleados. La firma ofreció más asientos en salas de conferencias, salas pequeñas, mesas de trabajo y una cafetería. Esta configuración facilita que los equipos trabajen en estrecha colaboración y se reúnan en torno a archivos de proyectos compartidos en diferentes áreas”, dijo Lisa Pool, directora de lugar de trabajo.

Todos los empleados tienen un casillero personal. Uno de los colegas de Pool saca una foto familiar de su casillero y la coloca todos los días en el escritorio que usará esa mañana, pero la mayoría guarda fotos digitales en computadoras y teléfonos. Se espera que cualquier persona que deje un escritorio por más de dos horas empaque sus cosas y lo limpie con toallas sanitarias que puede tomar de uno de los carritos de suministros de oficina. Pool lleva siempre una mochila por la oficina con su equipo de trabajo. Otros llevan bolsas o maletines grandes.

Al principio, Brooke Doepke, gerente de mercadotecnia de Perkins + Will, no podía imaginar renunciar a su escritorio asignado. “Tenía cuadritos de papel adheribles pegados por todas partes”, dijo, más una cajonera llena de propuestas y una papelera en su escritorio. Aprendió a usar OneNote, una aplicación para tomar notas y compartir archivos, y descubrió que podía pasar de un equipo a otro usando únicamente archivos digitales. “Me volví una conversa total, de escéptica a creyente, una vez que me quité la carga del papel”, dijo.

Los empleadores obtienen ahorros en bienes raíces al reducir el espacio promedio por empleado. Entre 20 y 40% de los escritorios tradicionales permanecen desocupados en promedio porque los empleados trabajan en otro lado, estimaron ejecutivos de CBRE.

Las compañías también están siguiendo el ejemplo de los espacios compartidos de trabajo que son populares entre los trabajadores jóvenes al agregar una variedad de asientos y decoración, incluyendo plantas, dijo Kate Lister, directora de investigación de un comité de International Facility Management Association que está enfocado a estudiar la evolución del lugar de trabajo. Los nuevos diseños “dan a la gente todos estos lugares y espacios para trabajar --algunos tranquilos, otros para trabajar en grupo o socializar”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 14/06/2018