Las comedias se están convirtiendo en un negocio triste para Hollywood.

    Las tradicionales películas cómicas luchan por resollar en la taquilla, atrapadas entre las secuelas de superhéroes que integran risas y un vasto portafolio de comedia individualizada, de situación, bromas de aficionados y películas originales en servicios digitales como Netflix y YouTube.

    La comedia para adultos más exitosa del año pasado, ‘Girls Trip’, recaudó 117 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá. La última vez que la comedia de mayor recaudación recibió tan poca atensión fue en 1995, cuando las entradas costaban 52% menos en promedio.

     Esto no es una anomalía. Las cinco comedias para adultos más exitosas recaudaron en promedio de 141 millones de dólares en 2013, 109 millones en 2015 y solo 85 millones de dólares el año pasado.

     Hasta el momento en 2018, la comedia más importante ha sido ‘Game Night’, que únicamente obtuvo 69 millones de dólares. ‘Life of the Party’ de Melissa McCarthy --que se estrena este fin de semana en México--, recaudó 52 millones de dólares en Norteamérica, su comedia más baja de todos los tiempos.

     Cuando los dramas de adultos comenzaron a desvanecerse en la taquilla a principios de 2010, la mayoría de los ejecutivos de Hollywood estuvo de acuerdo en que la razón era el auge de las series dramáticas de alta calidad como ‘Breaking Bad’ y ‘House of Cards’, que permitían a las audiencias acceder a ese tipo de contenidos en casa. Además, la mayoría de los dramas no son lo suficientemente visuales para que su transmisión tenga que experimentarse necesariamente en pantalla grande.

     Pero muchos pensaron que la comedia y el horror eran inmunes a la competencia de las pantalla chica. Como lo demuestra el éxito reciente de ‘A Quiet Place’ que recabó 186 millones de dólares, muchas personas todavía prefieren tener miedo en un teatro oscuro colmado con otras personas.

    Los defensores argumentaban que la comedia funcionaba de la misma manera: Adam Sandler, Jim Carrey y Julia Roberts tuvieron tanto éxito, pensaron, porque es más divertido reírse con 200 personas que hacerlo solo sentado en un sofá.

     Ahora resulta que eso es una falacia. Con los especiales de comedia personalizada en Netflix, bromistas en YouTube y los memes en las redes sociales, las personas pueden reírse más que lo suficiente en cualquier dispositivo digital.

     Además, las personas que quieren reírse en el cine pueden hacerlo al mismo tiempo que ven a sus superhéroes favoritos patear traseros en películas como ‘Deadpool 2’, ‘Avengers: Infinity War’ y ‘Thor: Ragnarok’ que combinan acción de aventura con comedia.

     “Las películas más destacadas ahora están recurriendo a tantos géneros, incluida la comedia, que después de ver una ya no es necesario ir a ver algo diferente”, dijo Megan Colligan, una veterana consultora y ejecutiva de mercadotencia de estudio.

     Varias estrellas de la comedia están haciendo películas para Netflix, incluyendo a Sandler, Chris Rock y Will Ferrell, una señal de la disminución de oportunidades que hay en los estudios tradicionales que estrenan sus productos en el cine y un incentivo adicional para que el público permanezca en casa.

     Aunque ciertos subgéneros como la comedia romántica casi han desaparecido, la mayoría de los estudios aún no abandonan la comedia para adultos. Sin embargo, han reducido el gasto en ellas para que puedan ser potencialmente rentables con menores ingresos que los que se necesitaban en el pasado.

   Teniendo en cuenta sus modestos presupuestos, todas esas películas podrían terminar en números negros, particularmente si les va bien en video casero, televisión y los servicios de flujos de video en los años venideros.

    En el pasado, sin embargo, las comedias que recaudaban cientos de millones eran enormemente rentables, aun cuando fuera costosas de realizar. Esos días parecen estar en el pasado de Hollywood.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 26/06/2018