Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
Funcionarios públicos y científicos están cada vez más absortos en el estudio de cómo el sonido afecta nuestra salud.
Los efectos negativos, como el estrés provocado por el ruido del tráfico vehicular, están recibiendo la mayor parte de la atención. Pero los expertos en sonido también están buscando formas en que el sonido pueda ser diseñado para tranquilizar los nervios y satisfacer las necesidades de seguridad.
Gran parte de la preocupación se debe a los entornos cada vez más urbanos y ruidosos en los que vive tanta gente. En 2011, un estudio de la Organización Mundial de la Salud confirmó que al menos un millón de europeos occidentales podrían esperar perder un promedio de un año de buena salud en el transcurso de sus vidas debido al ruido del tráfico. El estudio encontró que los ruidos del tráfico causan presión arterial elevada, interrumpen el sueño y aumentan el estrés.
Se encontró que el ruido a nivel de calle en la ciudad de Nueva York promediaba alrededor de 73 decibeles en un estudio de 2015 publicado en la revista Environmental Health.
Además, Environmental Protection Agency ha descubierto que los niveles de ruido en el exterior superiores a 55 decibeles pueden ser peligrosos para la salud, y que la exposición crónica a niveles de ruido por arriba de los 70 decibeles pueden provocar pérdida de la audición y problemas de salud.
Capas de ruido
Como resultado, algunos investigadores están recopilando datos que esperan puedan ayudar a llevar el ruido urbano a un nivel más saludable. Erica Walker, por su parte, investigadora de School of Public Health de Boston University, está tratando de recopilar mapas sonoros detallados de ciudades de todo el mundo, empezando por Boston. Ella ha registrado niveles de sonido en toda la ciudad y entrevistó a los residentes sobre qué ruidos y vecindarios son los peores.
Walker dijo que con su investigación, también quería “dar un paso atrás y desentrañar las capas de lo que es ruido”.
“Descubrí que hay componentes del sonido que no regulamos y no medimos", dijo. Por ejemplo, ella ha descubierto que la frecuencia del sonido --la velocidad de la vibración que determina el tono del sonido-- es lo que más molesta a los residentes, como cuando las personas que esperan en una parada de autobús pueden sentir la reverberación cuando un autobús pasa ahí.
Walker ha diseñado una aplicación, llamada NoiseScore, que espera le ayude a medir niveles detallados de ruido en ciudades de todo el mundo. Además de medir los niveles de ruido, la aplicación muestra la ubicación precisa y brinda a los usuarios la capacidad de informar el evento con fotografías, videos y descripciones del ruido.
Mientras que dicha aplicación aún se encuentra en la fase piloto, Walker dijo que prevé que los funcionarios municipales de todo el mundo utilicen los datos que recopilan para comprender mejor y gestionar el ruido en sus ciudades y mejorar la salud de los residentes.
Uso de ‘panoramas sonoros’
Mientras tanto, algunas ciudades más pequeñas están intentando mejorar la salud y la calidad de vida de los residentes mediante la creación de “panoramas sonoros”.
Rex Parris, alcalde de Lancaster, California, contrató al consultor de sonido Julian Treasure, con sede en Reino Unido, para crear una composición de música y sonidos de aves que se reproduce en altavoces ubicados a lo largo de 1.6 kilómetros de la calle principal de la ciudad. Parris señaló que la gente inicialmente pensó que estaba “mentalmente trastornado”, pero desde entonces ha aceptado los sonidos. A continuación, planea instalar un trolebús en la misma calle y proscribir los vehículos para que el ruido del tráfico no interfiera con el audio.
Los esfuerzos en otros lugares por reducir el ruido causado por el tráfico incluyen experimentos realizados por los estados de Texas y Arizona con diferentes tipos de pavimentos de carretera en un intento por reducir el ruido de los neumáticos.
Mientras tanto, las innovaciones efectivas de propia industria automotriz podrían contribuir a la salud y seguridad pública. Debido a que los vehículos eléctricos son silenciosos cuando viajan a bajas velocidades, a veces representando un peligro para los ciclistas y peatones. Se espera que las regulaciones en Estados Unidos y en otros lugares requieran que los vehículos eléctricos e híbridos generen cierto nivel de ruido. Por lo tanto, los ingenieros y diseñadores de automoción están tratando de crear un sonido apropiado y único.
Traducido por Michelle del Campo
Editado por Luis Felipe Cedillo
Copyright © 2018 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 11/10/2018