No provocó poca mofa cuando Gwyneth Paltrow usó el término “separación consciente” para describir su remarcablemente amistosa y hasta constructiva separación de Chris Martin en 2014. Sin embargo, la actriz tenía algo más en mente en nuestra era del matrimonio cada vez más tardío y los diversos acuerdos de unión sentimental.

A medida que el divorcio y las rupturas entre adultos se vuelven más comunes, más parejas han comenzado a buscar una manera más civilizada de terminar sus relaciones. Muchos han encontrado una respuesta en el creciente campo de la “terapia de ruptura”.

Alan y Michael habían estado juntos ocho años, viviendo unidos para casi todos, cuando en cierto momento se dieron cuenta de que ya era hora terminar. “Al principio, entramos a terapia con la esperanza de salvar la relación”, dijo Alan, un fisioterapeuta de 51 años, sobre lo que los llevó a la oficina de una psicóloga de Manhattan, la Dra. Sarah Gundle. “Pero de inmediato nos dimos cuenta de que era poco probable que eso sucediera, y que separarse era lo mejor que podíamos hacer”.

Durante las siguientes seis semanas, la Dra. Gundle trabajó con Alan y Michael (nombres apócrifos) para crear una narrativa compartida de los eventos que condujeron a su separación. “En el contexto de una ruptura”, dijo, “tener un consenso sobre lo que sucedió, y cómo sucedió, puede facilitar la transición y ayudar a ambas personas a lograr la aceptación de la realidad. Ayuda a hacer posible un futuro compartido”.

Terapeutas como la Dra. Gundle están viendo más ejemplos de parejas que buscan ayuda, no para permanecer juntos sino con su separación. “No se trata de negar que sucedió algo malo, o incluso de cómo resolverlo”, dijo, “sino permitir que sea parte de tu historia que tampoco te define”.

Aunque la Dra. Gundle señaló que la mayoría de las parejas que ve para recibir asesoramiento sobre una ruptura ya han tomado la decisión de separarse, este asesoramiento también puede ayudar a quienes se sienten ambivalentes con respecto a tal decisión. Como lo reveló un estudio de 2013 de la revista Journal of Social and Personal Relationships, casi la mitad de las parejas separadas deciden darse otra oportunidad.

La asesora de citas de Toronto, Natalia Juarez, comenzó a ofrecer consejería de ruptura hace unos años para ayudar a las parejas que inicialmente acudieron a la consejería de parejas pero que no pudieron llegar a una resolución. “Algunas parejas tienen demasiados obstáculos, pero necesitan un tercero para comprender que, si bien son personas fabulosas, podrían no ser una gran pareja”, dice Juarez. “Identificar los problemas que les impidieron estar en la misma página como pareja les ayudará a los dos a seguir adelante”.

Joshua Lombardo-Bottema, el director ejecutivo de 31 años de una compañía de reparación de autos por internet de Hamilton, Ontario, recibió terapia hace dos años cuando se separó de quien fue su novia por mucho tiempo. “Creo que entender que fue menos un rechazo o un fracaso que una mala relación, fue lo que me ayudó a ser menos destructivo mientras ocurría la ruptura y menos cerrado cuando comencé a salir de nuevo”, dijo.

A algunos terapeutas les preocupa que el crear una narrativa compartida sea casi imposible para muchas parejas. “En mi experiencia, la ruptura de un matrimonio casi nunca es mutua”, dijo Elisabeth LaMotte, una trabajadora social clínica de Washington, DC. “Uno puede estar ahí porque quiere ayuda para terminar la relación, mientras que su pareja puede estar ahí porque quiere ayuda para salvar la relación. Creo que si dos personas pueden tener una narrativa completamente compartida de lo que salió mal, entonces pueden solucionar el problema”.

Aun así, para algunas parejas, LaMotte dijo que es necesario separarse. Es entonces cuando los envía con su colega Sue Soler, una trabajadora social del área de D.C. cuya práctica se centra exclusivamente en guiar a las parejas a través de las rupturas y el divorcio.

“La gente viene a mí en la misma situación”, dijo Soler. “Dicen, esto es difícil para nosotros, estamos tristes, desearíamos que este no fuera el caso”. Ella les ayuda a las parejas a superar los obstáculos emocionales inherentes al proceso de divorcio, pero también les ayuda con los asuntos prácticos, incluyendo las finanzas y los niños. “Si uno puede ayudar a las personas a avanzar en la conversación de una manera neutral y de apoyo”, dijo, “ambos estarán mejor capacitados para escuchar y aceptar cómo se será su divorcio”.

La Dra. Gundle cree que la sugerencia de Paltrow de que es posible un divorcio armonioso ha hecho que la gente esté más abierta a la posibilidad. “Lo que he visto a lo largo de mis años de práctica”, dijo, “es que las personas están más dispuestas y más capaces de aceptar la idea de que seguirán siendo familiares, incluso cuando se separen . . . Sólo necesitan un poco de ayuda para lograrlo”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 25/10/2018