Cada noche, justo antes de irme a dormir, saco a pasear al perro, pongo mi computadora en reposo, apago la televisión, apago todas las luces, cierro la puerta y finalmente me meto en la cama. También aparece un cepillo de dientes en alguna parte. No le temo a esa rutina, pero preferiría dormir un poco más.

¿Y cuándo me acomodo bajo las sábanas, me percato que la luz del baño todavía está prendida? Mi reino por mejorar todo este proceso.

Mi asistente virtual quiere ayudarme desesperadamente. Google Assistant, Alexa de Amazon, Siri de Apple --hasta Bixby de Samsung y otros-- han comenzado a permitir que los usuarios configuren “rutinas” que combinan muchas acciones en un solo comando.

Grite “¡OK Google, buenos días!” a su altavoz inteligente y puede (en teoría) abrir las persianas, prender las luces, mostrarle el tráfico y su calendario, y encender el radio en su estación favorita. Dígale a Alexa que inicie una fiesta, y observe cómo enciende la bola de discoteca e inicia la lista de reproducción “Glitter and Glowsticks”.

Estas rutinas representan lo que deben hacer los asistentes virtuales, conectar todos nuestros dispositivos y servicios, y hacer que todo funcione al unísono. Todo lo que tiene que hacer es preguntar. Y tal vez ni siquiera eso --estas herramientas tienen como meta conocerlo tan bien que anticiparán sus necesidades.

Pero estos procesos que incluyen varios pasos son complicados de crear y, a menudo, requieren la compra de accesorios “inteligentes” y la memorización de frases específicas.

En la feria de la tecnología CES de Las Vegas, pude ver un centro de convenciones repleto de dispositivos que tenían incorporado el Google Assistant o Alexa. Pero no quiero tener mil comandos para mil dispositivos. En la mayoría de los casos, los asistentes controlados por voz han topado con un límite para realizar bien un conjunto específico de tareas y no muchas más. Pueden ser excesivamente ambiciosos, pero todavía no están listos para asumir el verdadero trabajo.

 

Recetas duras

Si está dispuesto a hacer algunos arreglos, ya hay formas de hacer que sus dispositivos y servicios funcionen mejor en conjunto. Herramientas como IFTTT y Zapier le permiten conectar servicios de internet, para que pueda guardar automáticamente cada foto que comparta en Instagram en una carpeta de Dropbox, o archivar sus contactos de ventas en una hoja de cálculo. Tengo uno que guarda cada tuit que me gusta en una carpeta de Evernote, para que pueda leer el artículo vinculado posteriormente.

Si usa un iPhone, iPad, Apple Watch o HomePod, la aplicación Siri Shortcuts de Apple le permite crear formas rápidas de convertir un conjunto de fotos en un GIF, o marcar el número para lo que sigue en su calendario (algo que debe hacer cualquier que hable frecuentemente por teléfono).

Los usuarios de Alexa pueden abrir la aplicación Alexa en su teléfono, hacer un barrido con el dedo hacia el menú lateral y elegir Routines para comenzar. Los usuarios de Google Assistant pueden ir a Configuración, cambiar a la pestaña Asistente y tocar Routines.

Todas estas herramientas ofrecen rutinas de muestra, y recomiendo probar algunas. Si desea crear una rutina específica desde cero, simplemente sepa que eso es algo difícil. Pareciera como armar un mueble de Ikea sin las instrucciones, la mayoría de las piezas están ahí, pero necesitará tener buena suerte para construir algo que se mantenga en pie. Aquí hay una secuencia real de mi propia vida llena de acción:

Bien, cuando llego a casa después del trabajo --vaya, tengo que permitir el acceso a la ubicación-- prender las luces. Espere, ¿cuál es la diferencia entre “Dispositivo de control”, “Grupo de control” y “Escena de control”? ¿Y por qué tengo dos luces llamadas “Sala?” Luego prendo el televisor --ahhh, y la barra de sonido también-- pero rediantrez, eso aún no está conectado a Alexa, y sintonice para ... oh, no puedo elegir un canal aquí. Ahhh, olvídelo.

 

Dirigir la orquesta

Incluso en el mejor de los casos, estas herramientas suponen que usted conoce sus necesidades y qué herramientas las satisfarán. Rápido, ¿puede iniciar su rutina de toda mañana, en el orden correcto? ¿O decir la hora exacta en que te acuestas todas las noches?

Una casa suficientemente inteligente debe observar y adaptarse a sus necesidades. Ese tipo de ayuda proactiva y reflexiva aún está muy lejos. Requerirá computadoras que comprendan mucho más sobre nosotros que ahora.

Las compañías que están detrás de estos asistentes dicen que confían en que eventualmente llegarán a eso. “El objetivo con muchas características de Alexa es que aprenden continuamente a partir del uso del cliente y se vuelven más automatizados y personalizados, y las rutinas no son diferentes”, dijo Miriam Daniel, vicepresidente de Amazon para Alexa y Echo.

Pero las empresas deberán recopilar aún más datos sobre su actividad y datos personales, y contar con herramientas de aprendizaje automático más inteligentes que puedan ejecutarse directamente en sus dispositivos. También tendrá que comprar versiones conectadas a internet de prácticamente todo lo que posee, y asegurarse de que todo lo que use funcione con el mismo asistente, ya que Alexa, Siri y Google aún no se comunican entre sí.

Nosotros también somos un obstáculo. Supongamos que mi asistente fuera lo suficientemente inteligente como para apagar mis luces justo antes de que lo hiciera. Eso podría asustarme. ¿Y cuál es la ventaja de que mis puertas que se cierren automáticamente si aun así tengo que caminar para comprobar que realmente lo hicieron?

En este momento, las rutinas de Google Assistant son las más sencillas de configurar, y es probable que los datos existentes de Google le den una ventaja en este tipo de automatización y personalización (nadie me conoce como Google me conoce.

Apple dice que ha sido conservador en cuanto a la promoción proactiva de las notificaciones hasta ahora, porque las indicaciones inútiles serían molestas, pero la compañía está confianda lo suficiente en las habilidades de Siri para molestar a los demás. Lo más cercano al futuro que nos prometieron es el momento en que Siri muestra una notificación en su pantalla de bloqueo preguntándole si desea llamar a su próxima reunión.

Estos pequeños pasos en la dirección correcta son en los que las empresas de tecnología deben enfocar sus esfuerzos. Durante años, los pasillos del CES han estado llenos de aparatos que simplemente tomaron una cosa y le añadieron una conexión a internet. Pero el futuro del hogar inteligente consiste en hacer que todas esas cosas funcionen en armonía. Y ese futuro no debería incluir una ardua programación personalizada.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 11/02/2019