Si por accidente llega a derramar algún líquido en su portatil, en algunos casos es posible salir del apuro. Foto de archivo.

Derramar café en su computadora portátil es una de las desgracias más traumáticas que haya conocido el ser humano. Es preferible no hacerlo cuando se está en medio de una presentación Power Point o cuando estás hablando por Skype precisamente con tu oficial de libertad condicional.

Yo mismo derramé medio galón de leche con chocolate en mi MacBook Air la semana pasada mientras hacía mi declaración de impuestos. Eso no fue tan dramático; de todos modos, mi deducción de intereses hipotecarios no estaba funcionando como esperaba.

Tratando de arreglar el problema, metí la computadora portátil inundada en el horno --a una temperatura muy baja, por supuesto-- y luego fui al mejor lugar para buscar soluciones autorizadas para cualquier problema: o sea, a internet.

Ahí, otras víctimas de inundaciones compartieron generosamente sus sugerencias, a veces con videos muy útiles.

Basándome en mi revisión de sus soluciones a menudo ingeniosas, es posible decir esto: ningún dispositivo, no importa cuán empapado se encuentre, está más allá de la salvación por video en Internet.

Una batería húmeda puede enviarse prácticamente a la lavandería. Una tarjeta madre se puede secar sobre una pequeña fuego a cielo abierto. Un USB ahogado no necesita fenecer al querer suministrarle los primeros auxilios.

Dicho esto, la gente en internet no estuvo de acuerdo en ciertos temas. Lo sé, es chocante pero cierto. Algunos dijeron que si una bebida se ha filtrado en la batería, ésta se debe llevar al desierto de Mojave para que se seque. Otros dijeron que si simplemente se retira la carcasa de la computadora portátil, saca la unidad completa y deja que el sol de mediodía trabaje en ella durante algunas horas, la compu estará lista y funcionando en poco tiempo.

Hay desacuerdos mucho mayores sobre los mejores materiales y herramientas que se pueden usar para reacondicionar una computadora portátil inundada: arroz, algodón, gamuza, granola, calcetines viejos, secadoras de cabello, dedos de pollo, aspiradoras, parrillas de barbacoa, calentadores de piernas, almohadillas térmicas, terciopelo triturado, envolturas de pita, microondas: todos tienen sus fieles seguidores.

El arroz ha sido mitificado por mucho tiempo como el material más efectivo para absorber café, cerveza, licor, sangre e incluso helado de chocolate caliente. Sin embargo, mi investigación reveló que el arroz blanco tiene un efecto limitado. Es el arroz integral el que se debe usar. O esa sémola granulada utilizada en la elaboración del cuscús. El bulghur también funciona muy bien. Las arenas son un poco más problemáticas.

Cuando ocurre un desastre, identificar al culpable es de suma importancia. Si derrama café en su computadora portátil, es vital saber qué tipo de café. Ciertos sabores (el grueso y granulado Senegalese High Mountain Blue me vienen a la mente de inmediato) son más dañinos que otros y probablemente deberían eliminarse inmediatamente de cualquier mesa que contenga equipos electrónicos. Debido a la invasiva espuma, los mochas blancos son definitivamente mortales. Cualquier café que contenga crema no láctea provocará daños irreparables.

Además, algunas sustancias son incluso peores para su computadora portátil que el café. La sopa Yankee Bean también me viene a la mente.

En este punto es probable que tenga preguntas. ¿Está bien secar su computadora portátil con una lámpara de calor? Arriesgado. ¿Un sauna? No si el dispositivo tiene menos de cinco terabytes de memoria. Un cepillo de dientes normal está bien para limpiar el interior de un dispositivo. ¿Un cepillo de dientes eléctrico? Vamos, usted sabe que hay mejores cosas que eso.

Una cosa me recordó cada video que consulté fue esto: los momentos inmediatamente posteriores a la inundación son cruciales. Eso significa estar siempre preparado.

Nadie en su sano juicio debería abandonar su casa sin empacar un equipo de rescate de emergencia para computadora portátil/teléfono inteligente: unos alicates, un juego de pinzas, un destornillador, una lupa, un soldador, una docena de cotonetes, tres paños de gamuza, un kilogramo de arroz, una pequeña caja de toallitas húmedas, una secadora de cabello portátil y un torniquete. Si realmente valora su dispositivo, también puede llevar una botella de agua caliente, un calentador portátil, un par de frazadas de crochet y una boina de lana.

Y tal vez, en lugar de confiar en su frágil dispositivo, debería ver a su oficial de libertad condicional en persona y pedirle a su contador que prepare su declaración de impuestos. Más vale prevenir que lamentar.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 21/02/2019