Kristina, una publicista de 27 años que vive en Manhattan, ha entrado y salido de terapia desde que tenía nueve años, cuando sus padres se divorciaron. En ese entonces, ella dijo: “Tenía una visión bastante pragmática de lo que estaba sucediendo, y también lo hicieron mis padres: ir a terapia solo era algo que hacías que hicieran los hijos de padres divorciados”.

Durante su primer año de universidad, Kristina (quien solicitó que solo se usara su nombre) sufrió una agresión sexual. Una vez más, dijo ella, la terapia después fue un hecho. “Pensé que usaría la terapia para superar mi trauma y luego terminaría”, dijo. "Con el tiempo aprendí que no es así como funcionan las cosas”. Desde entonces, ha tenido cuatro o cinco terapeutas diferentes. Así como también la mayoría de sus amigos

El estigma tradicionalmente vinculado con la psicoterapia se ha disuelto en gran medida en la nueva generación de pacientes que buscan tratamiento. Al ser criados por padres que fueron a terapia como algo normal y que también enviaron a sus hijos, las personas de veintitantos y treinta y tantos años de hoy recurren a la terapia antes y con menos reservas de lo que lo hicieron los jóvenes en épocas anteriores.

De acuerdo con un informe de 2017 de Center for Collegiate Mental Health de Penn State University, que recopiló datos de 147 colegios y universidades, el número de estudiantes que buscaban ayuda de salud mental aumentó de 2011 a 2016, cinco veces más rápido que los estudiantes nuevos que ingresan a la universidad.

Un informe de 2018 de Blue Cross Blue Shield Association encontró un aumento de 47% entre 2013 y 2016 en los diagnósticos de depresión entre los jóvenes de 18 a 34 años; el informe atribuyó dicho aumento en gran parte al hecho de que muchos más adultos jóvenes están buscando apoyo en la actualidad.

“Muchos de mis clientes bromean diciendo que ellos y sus compañeros de trabajo a menudo inician conversaciones con la frase ‘Mi terapeuta piensa. . .’”, dijo Elizabeth Cohen, psicóloga clínica en Manhattan, “La pena de necesitar ayuda se ha transformado en orgullo por obtener apoyo externo”.

Una de las razones del cambio son las celebridades como Demi Lovato, Lady Gaga y Dwayne (“The Rock”) Johnson, que han discutido públicamente sus luchas contra la depresión.

Muchos terapeutas también le dan crédito a las redes sociales --a menudo criticadas como una fuente de angustia para los Millenials-- por ayudar a normalizar los padecimientos mentales y eliminar cualquier estigma persistente vinculado con la búsqueda de apoyo.

Vix Meldrew, una blogger de Londres de 32 años, dijo que cada vez que habla sobre salud mental en línea, su respuesta de los lectores se dispara porque “los hace sentir que en su problemática no están solos”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 11/04/2019