3 de jul. (Bloomberg) -- Los ejecutivos del más alto nivel de América Móvil, en un esfuerzo por mantener la posición líder que ha tenido en el mercado de las telecomunicaciones en México por más de dos décadas, están reevaluando la estructura de la empresa de telecomunicaciones controlada por Carlos Slim y que es la joya de su imperio de más de 73,000 millones de dólares.

     La compañía instaló la semana pasada un comité especial tras los cambios regulatorios que han obligado a la empresa de telecomunicaciones a compartir su infraestructura y reducir sus tarifas en México, su mayor y más rentable mercado.

     Como consecuencia, los miembros de ese nuevo comité podrían considerar incluso escindir sus negocios de más rápido crecimiento en otros 17 países, de acuerdo con analistas de Macquarie Group.

     También podrían dividir sus operaciones en México, para reducir su cuota de mercado de entre 60 y 80% en la industria de las telecomunicaciones a menos de 50%, a fin de quitarse la calificación que le han dado las nuevas autoridades regulatorias de preponderante y que le obliga a cubrir reglas muchos más estrictas que sus competidores, como el compartir su infraestructura, dijeron analistas de Banco Itaú.

     América Móvil dijo la semana pasada que el comité analizará una amplia gama de opciones para proponer al pleno del consejo de administración y a los accionistas las acciones que deba tomar. La empresa no detalló los escenarios específicos que está revisando ni cuándo podría tomar una decisión, dejando así todas las opciones sobre la mesa.

     "[La reestructuración] podría ir en más de una dirección," dijo Valeria Romo, analista de Banco Monex, en una entrevista telefónica. "Estará basada 100% en la decisión que el regulador tomó a principios de este año."

     Valeria tiene una recomendación de 'mantener' para las acciones de América Móvil.

     América Móvil conformó el comité después de que el nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones, o IFT, el nuevo agente regulador, la declaró como agente económico preponderante.

     A pesar de que se opone a la decisión, América Móvil dijo que el comité "evaluará las distintas opciones estructurales, comerciales, tecnológicas y cualquier otra opción a su alcance, así como las oportunidades que ofrece el nuevo marco normativo de México, con el fin de continuar con el desarrollo de la sector de telecomunicaciones y la prestación de servicios de alta calidad, tecnologías de vanguardia, bajo mejores condiciones."

     Un funcionario de prensa de América Móvil se negó a hacer más comentarios sobre el trabajo del comité.

 

Proponiendo escisiones

El año pasado, los legisladores hicieron cambios constitucionales para permitir que los reguladores obliguen a las empresas a vender sus activos si son demasiado dominantes en la industria de las telecomunicaciones y radiodifusión.

     La empresa de Slim debe de considerar realizar "movimientos audaces de adaptación" para reducir la presión regulatoria que enfrenta, escribió el analista de Itaú, Gregorio Tomassi, en un reporte la semana pasada.

     La empresa "tiene el incentivo, incluso la responsabilidad, de explorar exhaustivamente opciones de escisión que la lleven maximizar su valor, bajo las condiciones actuales", escribió.

     Tomassi tiene también una recomendación de 'hold' ('mantener') para las acciones de América Móvil.

 

Reduciendo clientes

Para reducir su base de clientes, América Móvil podría dejar de atender a sus clientes menos rentables que se encuentran en las zonas rurales y pobres, donde los competidores ni siquiera ofrecen el servicio porque no es lucrativo, dijo el analista de Vector Casa de Bolsa, Julio Zetina.

     América Móvil tendría que tener la aprobación de la agencia regulatoria para poder ajustar su licencia de explotación, que le obliga a cubrir esas poblaciones en los términos de la privatización de 1990.

    "La estrategia sería evaluar, ¿qué segmento de clientes puedo liberar para reducir mi cuota de mercado por debajo de 50%?", agregó Zetina. "Ellos han cumplido con la obligación de atender mercados que no corresponden con sus intereses financieros, por lo que incluso si [al dejarlos de atender] se cae su participación en el mercado en, por ejemplo, 25%, el impacto en sus ingresos sería infinitamente menor."

     Zetina tiene al igual una recomendación de 'mantener' para los títulos de América Móvil.

     América Móvil ha explorado anteriormente la posibilidad de realizar este tipo de cambios estructurales. En 2011, su filial de telefonía fija, Telmex, anunció una reorganización con la que habría podido crear una unidad separada, que pensaba llamar Telmex Social.

     En esa filial, la empresa planeaba agrupar a sus clientes en comunidades rurales y marginadas, que representaban 10% de sus suscriptores. Con esta división, Telmex buscaba ser considerada por los reguladores como dos compañías. La aprobación regulatoria para la creación de Telmex Social no fue concedida, lo que podría ser un precedente en caso de que la compañía de Slim intenté hacer lo mismo.

 

Consejeros externos

El comité de ocho miembros formado por América Móvil incluye tres consejeros externos: Alejandro Soberón, director ejecutivo de Corporación Interamericana de Entretenimiento, Cie; Pablo González Guajardo, director general de Kimberly-Clark de México; y Ernesto Vega Velasco, un ejecutivo jubilado de Grupo Kuo, un conglomerado de bienes de consumo y de autopartes. La presencia de estos consejeros independientes le da independencia al grupo y validez frente a los reguladores, dijo Zetina.

     El comité incluye a cinco ejecutivos de América Móvil, incluyendo el director ejecutivo Daniel Hajj, yerno de Slim, y el director de la filial Telmex, Héctor Slim, sobrino del multimillonario.

     Carlos Slim no forma parte del comité.

 

Las escisiones son difíciles

Escindir a un operador de telefonía dominante para crear más competencia ha demostrado ser una tarea dura de sostener en otros países. Para hacer frente a una demanda antimonopolio en Estados Unidos., AT&T aceptó, en 1982, separar sus redes de telefonía regional, para proporcionar el servicio telefónico local, mientras que la compañía nacional se enfocó en proveer servicios de larga distancia, la fabricación y la investigación.

     Muchas de esas unidades son ahora de nuevo parte de la misma empresa, llamada AT&T Inc., mientras que Verizon Communications es propietaria, en su mayoría, del resto.

     En Brasil, el gobierno rompió en 1998 su monopolio telefónico en 12 empresas: tres proveedores regionales de telefonía fija, ocho empresas de telefonía móvil y un operador de larga distancia. A lo largo del tiempo, esas empresas han unido sus fuerzas para crear cuatro proveedores principales de telecomunicaciones en Brasil.

     En ambos casos, las escisiones separaron la infraestructura nacional del proveedores, tales como su red de fibra óptica y redes locales como sus líneas de telefónicas en hogares.

     Los reguladores mexicanos ya han ordenado a América Móvil dejar que sus competidores utilicen su red --la más grande del país-- para dar servicio a sus clientes, quitándoles una ventaja competitiva clave.

 

Calmando a los inversionistas

La presión regulatoria ha pesado sobre a América Móvil. Sus acciones, por ejemplo, han caído 11% este año, o el sexto peor desempeño de las 35 empresas que conforman el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de México.

     La semana pasada, Slim, de 74 años, aumentó su inversión en la empresa, al adquirir 8.3% de la participación de AT & T, por 5,570 millones de dólares. Con la adquisición, que incrementó su participación en América Móvil a 60.8%, Slim calmó las preocupaciones de los inversionistas que temían que AT & T sacara sus acciones al mercado, diluyendo el precio de los títulos, dijo Itaú.

     La adquisición fue una señal de que Slim "percibe valor en la empresa", escribió en un reporte el analista Kevin Smithen, de Macquarie, el 30 de junio.

     AT&T vendió esta participación porque está adquiriendo la compañía de televisión vía satélite DirecTV, que compite con América Móvil en servicios de televisión restringida en Brasil y Colombia.

     El comité de América Móvil podría considerar otros cambios estructurales que reduzcan su dependencia del mercado mexicano, dado que las regulaciones se están intensificando en ese país, dijo Smithen.

     La escisión de los negocios fuera de México le permitiría a los inversionistas hacerse de una compañía de rápido crecimiento, dijo.

 

¿Oportunidad en la TV?

La venta de las 40,000 torres inalámbricas que la compañía tiene en América Latina, como han hecho otras empresas similares como la misma AT&T o Oi, en otras partes del mundo, generaría 10,000 millones de dólares que podrían ser utilizados para recomprar acciones o adquisiciones, dijo Smithen.

     Asimismo, la compañía podría recaudar dinero mediante la eliminación de su participación en la compañía holandesa Royal KPN, que rechazó una toma de control el año pasado, dijo.

Los fondos permitirían a América Móvil buscar adquisiciones en Brasil o Estados Unidos, o podrían ayudar a la empresa adquirir al operador satelital Dish México, dijo Smithen.

América Móvil cuenta incluso con una opción para tomar el control de Dish México, pero eso dependerá de que obtenga una licencia del gobierno para poder ofrecer servicios de televisión. Un funcionario de prensa de Dish México se negó a comentar.

IFT ha dicho que la compañía de Slim tiene que cumplir con los requisitos normativos durante 18 meses antes de poder solicitar la licencia de televisión. América Móvil tiene también la tecnología para ofrecer televisión a través de sus líneas telefónicas, tan pronto como se le permita, dijo Zetina.

"La infraestructura está ahí --es como la apertura de una válvula", dijo Zetina.

Agregó que para él América Móvil debe estar pensando, "Ya te di teléfono, internet y servicios de datos --ahora puedo añadir otro servicio a esa lista".

 

 


Fecha de publicación: 04/07/2014