28 de jul. (Dow Jones) -- Cuatro años después que la ley financiera Dodd-Frank se convirtiera en realidad, la máquina reguladora de Washington está alterando Wall Street de manera fundamental.

Los bancos están vendiendo líneas de negocio rentables, retrayéndose del mercado de financiamiento a corto plazo, cortando vínculos con empresas que podrían atraer un mayor escrutinio regulatorio, y construyendo defensas para ayudar a capear las futuras crisis. 

Si bien las ganancias han aumentado luego de que las firmas han reducido costos y disminuido los fondos destinados a cubrir pérdidas futuras, su motor de beneficio tradicional --el corretaje-- está mostrando signos de debilitamiento ya que los bancos están retirándose de algunas actividades debido a la presión regulatoria. 

La semana pasada, Goldman Sachs Group anunció que recortó 56,000 millones dólares, o aproximadamente 6%, de su balance general en el segundo trimestre, la mayor reducción de un trimestre a otro desde el momento más crítico de la crisis financiera. Su director financiero Harvey Schwartz dijo Goldman está actuando "de manera proactiva para cumplir con los desarrollos normativos", incluyendo con las "Pruebas de Estrés" anuales de la Reserva Federal en la que los bancos tienen que demostrar que pueden afrontar tiempos económicos difíciles. 

Morgan Stanley ha recortado activos en un tercio desde la crisis de 2008, reducido sus operaciones de corretaje de renta fija y se ha centrado cada vez más en la gestión de patrimonios, donde las empresas obtienen honorarios de los inversores minoristas en lugar de poner en riesgo sus balances generales al realizar inversiones, otorgar créditos y hacer corretaje. Citigroup se ha despojado de casi 700,000 millones de dólares en activos no esenciales, incluyendo la venta de más de 60 empresas y recientemente dijo que vendería su negocio enfocado al consumidor en Grecia y España. 

Bank of America se ha desprendido de más de 70,000 millones de dólares en empresas y otros activos desde 2010, incluyendo aquellos que requieren que el banco mantenga una gran cantidad de capital en su perjuicio. También ha eliminado 746 entidades jurídicas --una reducción de 36% desde finales de 2009. Entre los activos descartados: inversiones de capital privado, algunas empresas de tarjetas de crédito y grandes partes de su negocio hipotecario. 

"La ley Dodd-Frank, sin duda catalizó cantidades sustanciales de simplificación, y nos estamos moviendo mucho más allá de eso con nuestras propias iniciativas", dijo James Mahoney, vocero de Bank of America. 

El nuevo régimen regulador también está motivando a los bancos a añadir miles de empleados para ayudar a garantizar el cumplimiento. A finales de este año, JP Morgan Chase espera haber añadido 13,000 empleados enfocados a los esfuerzos de regulación, cumplimiento y control, dijo su director ejecutivo James Dimon en su carta anual dirigida a los accionistas. John Gerspach, director financiero de Citigroup, dijo a los inversionistas que la empresa probablemente cierre el año con 30,000 personas dedicadas a las actividades reguladoras y de cumplimiento, un aumento de 33% contra 2011, aun cuando Citigroup está recortando su plantilla global. 

Los reguladores bancarios dicen que los cambios en Wall Street son una prueba de que sus esfuerzos por disminuir los riegos del sistema financiero están funcionando. "Realmente estamos en una situación sustancialmente diferente y también mucho mejor", dijo Thomas Curry, contralor de moneda. 

Pero los esfuerzos de los bancos no son suficientes como para amortiguar las preocupaciones entre algunos responsables políticos y legisladores sobre que la economía en general sigue estando vulnerable al colapso potencial de una gran firma financiera interconectada. 

Los bancos "están queriendo correr más riesgos a medida que tratan de compensar el lento crecimiento económico, tasas de interés excesivamente bajas y los mayores costos de la regulación, aunque el apetito sigue siendo moderado en comparación con los niveles anteriores a la crisis. 

Los préstamos apalancados y sindicados de Estados Unidos ascendieron a 1.244 billones de dólares en volumen de corretaje en 2013, más de los 893 millones en 2012 y también mayor que el máximo registrado de 2007 de 1,191 millones de dólares, de acuerdo con datos de Dealogic. Los bancos suministran la gran mayoría de los préstamos apalancados para financiar grandes adquisiciones. 

A principios de este mes, el presidente Barack Obama intensificó el debate, al decirles a los responsables políticos que deben tomar en cuenta los cambios adicionales para asegurar que "tengamos un sistema bancario que está haciendo lo que se supone que debe hacer para fomentar el crecimiento de la economía real, pero no una situación en la que seguimos viendo como muchos de estos bancos asumen grandes riesgos”. Obama hizo estas declaraciones durante una entrevista radial, sugiriendo como un posible cambio "la reestructuración de los bancos". 

Legisladores de ambos partidos siguen convencidos de que se necesitan medidas más drásticas para acabar con el problema de ser "una institución demasiado grande como para quebrar", o bancos tan grandes e interconectados que el gobierno tendría que rescatarlos o correr el riesgo de reventar el sistema financiero en general. Las propuestas legislativas respaldadas por miembros de ambos partidos incluyen desintegrar los megabancos, elevando los requisitos de capital más allá de los niveles más altos adoptados por los reguladores e imponerles un impuesto a las grandes firmas financieras.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Eduardo García

 

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Fecha de publicación: 28/07/2014

Etiquetas: Wall Street Bancos Regulación EUA