17 de sep. (Bloomberg) -- Una nueva ley que da a los funcionarios fiscales mexicanos autoridad explícita para encontrar evasores mediante el análisis de datos de sus tarjetas de crédito está causando que algunos compradores eviten el plástico, dijeron ejecutivos de dos de los bancos más grandes del país.

    Los préstamos con tarjetas de crédito crecieron 4.4% en julio, la menor tasa en cuatro años y un tercio del ritmo de hace un año, de acuerdo con los reguladores mexicanos. Dicha desaceleración fue impulsada en parte por una ley que entró en vigor este año y que señala que las autoridades fiscales pueden revisar las transacciones de las tarjetas de crédito para detectar signos de algún gasto descomunal en relación con los ingresos declarados, dijo Jorge Benítez, analista bancario de Corporación GBM.

    En su lugar, cada vez más mexicanos están usando únicamente dinero en efectivo, dijo Manuel Romo, jefe de banca de consumo en Grupo Financiero Banorte, el tercer mayor banco de México por sus préstamos vigentes. Este cambio está limitando el crecimiento total de los préstamos otorgados por los bancos y a la vez obstaculizando los esfuerzos del presidente Enrique Peña Nieto por estimular con más préstamos a la economía del segundo país más grande de América Latina.

     Los cambios legales "generaron una serie de mensajes que implican que el uso de tarjetas de las crédito o tarjetas de débito significaría más auditorias", dijo Romo en una entrevista telefónica. Los préstamos con tarjetas de crédito de Banorte crecieron 11% en los 12 meses hasta julio, la mitad del ritmo del año anterior, de acuerdo con los reguladores.

     La llamada reforma fiscal, que entró en vigor en enero, forma parte de un esfuerzo más amplio por acrecentar los ingresos públicos mediante el aumento de impuestos y al mismo tiempo reforzar el cobro y la ejecución. Las tasas de impuestos subieron en las regiones fronterizas con Estados Unidos y los nuevos gravámenes se imponen a los productos incluidos los refrescos, que son considerados como poco saludables, y a la comida para perros, considerados un artículo de lujo.

 

Cambio al efectivo

Los ingresos fiscales de México representan cerca de 20% del producto interno bruto, el más bajo entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

     En lugar de tener que enfrentar la posibilidad de que sus transacciones sean examinadas, algunos mexicanos han optado por realizar sus pagos en efectivo, dijo en una entrevista en julio Marcos Martínez, director general de Grupo Financiero Santander México, el cuarto mayor banco del país en préstamos concedidos.

    "Las personas se asustaron", dijo Martínez desde su oficina en la Ciudad de México. Los préstamos con tarjetas de crédito en Santander México, unidad de Banco Santander con sede en Madrid, crecieron 7.1% en los 12 meses hasta julio, la mitad de la tasa del año anterior, de acuerdo con datos regulatorios. Un funcionario de prensa de Santander no respondió a una petición para dar más comentarios para este artículo.

     Los préstamos con tarjetas de crédito subieron 4.5% en Banamex, la unidad mexicana de Citigroup, un cuarto de la tasa anterior, mientras que se redujeron en un 0.9% en Grupo Financiero BBVA Bancomer, el mayor banco de México.

     Funcionarios de prensa de Banamex y Bancomer no respondieron a las solicitudes para que dar sus comentarios al respecto.

 

Economía informal

No todos los observadores coinciden en que la represión fiscal esté amortiguando el uso de tarjetas de crédito. Carlos Serrano, economista en jefe de Bancomer, dijo que las tasas de impuestos más elevadas que implicó la nueva legislación fiscal probablemente erosionaron el optimismo de los consumidores, lo que llevó a la gente a gastar menos. El índice de confianza del consumidor de México cayó a un mínimo de cinco meses en agosto, dijo la agencia nacional de estadísticas el 5 de septiembre.

     "La disminución en el uso de tarjetas de crédito se explica casi en su totalidad por el descenso en el consumo", dijo Serrano en una entrevista telefónica desde la Ciudad de México, comentando como vocero en temas económicos de la Asociación de Bancos de México, y no a nombre de Bancomer.

     Rodrigo Barros, jefe de la unidad de política fiscal de la Secretaría de Hacienda de México, dijo que los datos del gobierno mostraron que el número de transacciones con tarjetas de crédito subieron 20% en junio con respecto al año anterior.

     "La información agregada que hemos sido capaces de ver no indica ningún cambio en el patrón", dijo en una entrevista telefónica.

    Sin embargo, para Benítez de GBM el efecto es claro y la desaceleración en el uso de las tarjetas es un lastre en los resultados financieros de los bancos. El precio de las acciones de Santander México ha subido 5% este año, por detrás del 7.8% promedio de aumento en el índice de referencia IPC de México. Las acciones de Banorte han subido 0.8%.

     La ley es especialmente desalentadora para los trabajadores informales como las empleadas domésticas y vendedores ambulantes que no aparecen en las nóminas de los patrones, dijo Benítez. El sector informal representa cerca de 25%, o 1.3 billones de dólares de la economía de México.

     "Muchas personas en el sector informal tal vez no presentaron su declaración de impuestos pero que si obtuvieron ingresos, están empezando a ser más cautelosas", dijo Benítez.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 17/09/2014