Washington, 19 de sep. (Dow Jones) -- Funcionarios de Seguridad Nacional están planeando crear una cadena de mando tipo militar para vigilar la frontera suroeste de Estados Unidos, lo que podría ser la reestructuración más relevante del departamento desde su creación a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre, de acuerdo con personas familiarizadas con las discusiones.

El plan crearía un Comando Sur, o Southcom en la jerga militar, que reuniría a los grupos de agentes de Customs and Border Protection (CBP) y de Immigration and Customs Enforcement (ICE) dijeron estas personas. Un almirante de la Guardia Costera se encargaría de supervisar el Comando Sur, y tendría el mando sobre el personal de ambas agencias, dijeron.

El esfuerzo está enfocado a reducir la afluencia de inmigrantes ilegales y mejorar las investigaciones de las actividades delictivas que se desarrollan a lo largo de la frontera sudoeste.

Más de 400,000 inmigrantes fueron detenidos tratando de cruzar ilegalmente a Estados Unidos en el ejercicio presupuestal de 2013, con base en las estadísticas de la Patrulla Fronteriza. En los meses recientes, las autoridades han tenido dificultades para hacerle frente a la ola de menores que ingresan a Estados Unidos. El número de menores que ingresan ilegalmente casi se duplicó, a 66,127, respecto al año anterior, de acuerdo con el gobierno.

Jeh Johnson, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, ha estado presionando para reformar la estructura organizacional del departamento, que durante mucho tiempo ha sido criticada por los legisladores y algunos ex funcionarios de la agencia acerca de la forma en que administra y coordina sus recursos.

Johnson, un ex funcionario del Pentágono, se hizo cargo del departamento en diciembre de 2013 y ordenó realizar una revisión del mismo para ver qué cambios estructurales u organizativos se deben hacer. También ha traído algunos funcionarios del Pentágono para que trabajen con él en el Departamento de Seguridad Nacional.

Adoptar una estructura de tipo militar crearía una jerarquía estricta, los que están a favor de ésta dicen que clarificaría la cadena de mando, aceleraría la toma de decisiones y reduciría las disputas burocráticas en el campo.

Esta reorganización, que todavía se está discutiendo en el Departamento, podría requerir la probación legislativa. Sin embargo, ha resultado difícil aprobar cualquier legislación relacionada con la inmigración, ya que la administración de Obama y los republicanos del Congreso se mantienen en posiciones opuestas sobre el tema.

A falta de una legislación adecuada, el Departamento podría en su lugar basarse en un plan menos generalizado con la creación de un grupo de trabajo para sacudir la estructura de mando, dijeron las personas.

El principal objetivo de la reorganización es mejorar la manera en que los agentes investigan las actividades criminales a lo largo de la frontera sudoeste --generando un mejor intercambio de información, de mano de obra y asignación de equipos, y economías de escala, dijeron tales personas.

Marsha Catron, vocera del Departamento, dijo que éste "continuamente busca maneras de fortalecer nuestros esfuerzos y avanzar en nuestra misión de monitoreo".

Desde sus inicios, los críticos han señalado las operaciones del Departamento por todo, desde su desarticulado presupuesto y proceso de procuración hasta lo que algunos denominan como una falta frecuente de coordinación entre sus organismos y otros que son ajenos al departamento.

Cuando se formó el departamento, a las dependencias  ICE y CBP se les asignaron mandatos independientes, teniendo a CBP supervisando las fronteras, mientras que ICE recibió un mandato más amplio para hacer cumplir las leyes de inmigración en todo el país, no sólo a lo largo de las fronteras.

Sin embargo, menos de dos años después de haberse formado el departamento, los legisladores que crearon tal distinción ya estaban debatiendo si ICE y CBP deberían fusionarse en una sola entidad para funcionar con mayor eficacia. Esa idea no logró ganar aceptación, aunque la creación de un comando sur en la frontera suroeste tendría un efecto similar, ya que gran parte de las operaciones de las agencias se concentran ahí.

Jon Adler, presidente de Federal Law Enforcement Officers Association, dijo que los desafíos de larga duración en la administración de ambos organismos podrían ser superados mediante dicha reorganización. Añadiendo que Johnson está "tratando de aprovechar algunas de las mejores prácticas de su experiencia en el Departamento de Defensa para mejorar los esfuerzos de coordinación y eficiencia operativa de la parte frontal del Departamento de Seguridad Nacional".

"Está tratando de sincronizar los activos humanos con la geografía", dijo Adler. "La relación oficial por terreno cubierto no está a nuestro favor."

Usando una analogía del fútbol, Adler dijo que las agencias del orden público en la frontera suroeste deben jugar una "defensa en zona, pero no pueden ser una defensa de zona estática, y cada uno de los jugadores de la defensa tiene que saber dónde sí debe serlo. Mejorar la estructura de mando va a mejorar la integridad de la defensa de zona”.

Las discusiones internas, sin embargo, se presentan en un momento en que los políticos y el público están cuestionando el aumento de la militarización del trabajo policial, después de la respuesta fuertemente armada ante las protestas en Ferguson, Missouri, por el asesinato el mes pasado de un joven desarmado de 18 años.

Adler dijo que no creía que la renovación del Departamento de Seguridad Nacional tuviera algo que ver con el tema de la militarización, que se debatió en una audiencia del Congreso recientemente. Muchos legisladores, particularmente los republicanos, han presionado por que la frontera suroeste sea patrullada de manera más agresiva.

El plan del Comando Sur también ha generado preocupación entre algunos en las agencias afectadas acerca de que podría crear más y no menos confusión sobre quién está realmente a cargo --dándoles a los empleados dos cadenas distintas de mando que no siempre pudieran estar de acuerdo.

Cualquier decisión sobre si se debe o no tratar de poner en práctica el plan todavía podría tardar meses, dijeron estas personas. El gobierno de Obama anunció a principios de este mes que no realizaría pronto alguna acción ejecutiva para alterar los procedimientos y políticas de inmigración, por lo que cualquier intento para reorganizar las agencias podría esperar hasta que se de a conocer un paquete más amplio de los objetivos políticos, dijeron personas familiarizadas con las conversaciones. Eso podría estar a la espera hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, o principios del próximo año, dijeron.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 19/09/2014