23 de sep. (Dow Jones) -- Mientras que los inversionistas se preguntan cuándo la Reserva Federal empezará a subir las tasas de interés a corto plazo, un debate más complicado está teniendo lugar al interior del banco central de Estados Unidos acerca de la trayectoria que tendrán esos aumentos futuros.

     La pregunta es: ¿debe la Fed comenzar a subir las tasas antes y proceder gradualmente, o esperar más tiempo y estar lista para actuar con diligencia?

     Antes de decidir cuándo, los funcionarios tienen que sopesar los costos y los beneficios de estos dos enfoques.

     Los modelos y teorías económicas que normalmente consultan no proporcionan respuestas adecuadas. La decisión será en última instancia una basada en el criterio de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, y de sus colegas en el comité de política monetaria de la Reserva Federal.

     Hay tres argumentos para empezar pronto y después avanzar de manera gradual.

     Uno se refiere a la estabilidad financiera. Los funcionarios de la Fed temen que el mantener las tasas a corto plazo cerca de cero pueda provocar que se sobrecalienten los mercados de crédito. Subir las tasas un poco, podría reducir la probabilidad de que se presente otro auge crediticio que provoque problemas en la economía en general en el proceso.

     La segunda se refiere a los complicados mecanismos usados para aumentar las tasas. En el pasado, la Fed ajustó su tasa de referencia de los fondos federales, una tasa noche-día para los préstamos que se hacen los bancos entre sí, al retirar dinero del sistema bancario. Debido a que le inyectó tanto dinero al sistema financiero tras la crisis de 2008, la Fed no puede usar la estrategia tradicional para elevar las tasas en el futuro.

     En esta ocasión la Fed va a utilizar nuevas palancas. Una de ellas es la tasa de interés que paga por las operaciones que realiza con los fondos de inversión del mercado monetario denominado repos inversos noche-día. Otra es la tasa de interés que paga por los depósitos de los bancos comerciales denominadas reservas excedentes. Al comenzar pronto, la Fed podría aprender cómo funcionan estas herramientas en la práctica y demostrarle al público que puede manejar dicho proceso cuando sea necesario.

     En tercer lugar, debido a que iniciar pronto reduce el riesgo de rezagarse en la lucha contra la inflación o de generar una burbuja financiera, la Fed podría ganar flexibilidad sobre qué tan agresivamente debe proceder. Dicha táctica "nos puede permitir aumentar las tasas más gradualmente, a medida que mejoren los datos en lugar de tener que enfrentar la perspectiva de un aumento más abrupto", dijo Charles Plosser, el presidente de la Fed de Filadelfia, en un discurso a principios de este mes.

     El enfoque de inicio tardío se basa en dos argumentos enfocados em administrar los diferentes riesgos. La Fed ha estado en una posición desafiante durante seis años, en gran parte porque las tasas de interés a corto plazo han estado fijas cerca de cero. Ellos llaman a esto el "límite cero" porque ya no pueden recortar más las tasas para proporcionarle más estímulo a una economía coja. En lugar recortar las tasas de interés, la Fed ha experimentado con otras herramientas, incluyendo un gran programa de compra de bonos y promesas de mantener bajas las tasas.

     A los funcionarios no les gusta estar en el límite cero. Realmente no quieren comenzar a subir las tasas y luego tener que retroceder y reducirlas de nuevo a cero si decae otra vez la recuperación. Una forma de evitar esto es esperar hasta que el empleo y la inflación estén aumentando con bastante claridad y lejos de sus depresivos estados antes de actuar al respecto. Debido a que es más fácil endurecer el crédito que relajarlo cuando se está en cero, se piensa que entonces es mejor esperar.

     Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta, hizo un llamado en julio a favor de un enfoque que busca no reaccionar demasiado pronto, evitando así los aumentos salariales, hasta estar seguros de que el débil mercado laboral y la baja inflación están más cerca de la normalidad.

     Una variante de esta visión --impulsada por algunos economistas después de la crisis-- fue que la Fed podría escapar a los efectos nocivos de una inflación excepcionalmente baja, un crecimiento reducido y tasas cero al prometer rebasar esa inflación en el futuro.

     La Fed nunca apoyó este punto de vista. Aún así, el esperar para subir las tasas ahora sería coherente con dicha estrategia.

     La Fed ha utilizado diferentes estrategias en el pasado. De 2004 a 2006, se embarcó en un proceso lento y prolongado de alzas en las tasas, que algunos funcionarios creen ahora que fue demasiado previsible y reglamentado. La serie de alzas en las tasas del banco central de finales de la década de los ochenta y principios de los noventa  tenían más cualidades para empezar y parar y no duraron por mucho tiempo.

     El debate interno en el banco central se centra en las ventajas y desventajas asociadas con las estrategias alternativas. La estrategia de inicio tardío podría fomentar el problema de inestabilidad financiera que podría prevenir una estrategia de comienzo temprano. En contraste, la táctica de comienzo temprano podría producir un cortocircuito en la recuperación y dejar a la Fed atorada en el límite de cero, para  la cual la táctica de comienzo tardío está diseñada.

     "Esa es la crueldad de la situación actual", dijo Jon Faust, profesor de economía en Johns Hopkins University, quien se desempeñó como asesor de la mesa directiva de la Fed desde 2012 hasta el pasado mes de agosto.

     Este debate no se brinca la división convencional de la Fed "halcón-paloma", en la que los halcones quieren una escasez de crédito para combatir la inflación y las palomas quieren tener un crédito fácil para generar puestos de trabajo.

      "Ambas partes aprecian la posición de la otra", dijo Faust.

     Adam Posen, quien se auto-describe como paloma y es presidente de Peterson Institute for International Economics, concuerda con Plosser de la Fed de Filadelfia, un halcón que quiere que el banco central empiece pronto.

     "Terminemos con esta tontería del despegue", dijo Posen en una entrevista.

      Robert Hall, miembro de Hoover Institution de Stanford University que está a favor de una posición de halcón, dijo en un panel en Brookings Institution que el banco central debería adoptar la estrategia de esperar y rebasar. Lockhart, el funcionario Atlanta que quiere esperar, es ampliamente considerado como centrista.

      Faust dijo que estaría a favor de una táctica de inicio tardío. La inestabilidad financiera no parece ser un problema ahora, pero garantizar un escape del límite cero es muy importante.

     Sin embargo, al final, dijo, "tal vez la mejor respuesta está en algún lugar en el punto medio".

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 23/09/2014