Piedras Negras, 6 de ene. (Dow Jones) -- El conductor de Geokinetics, una empresa con sede en Houston especializada en la búsqueda de petróleo y gas en el norte de México, recientemente detuvo su camioneta a la entrada al campamento base de la empresa y le preguntó al guardia en voz baja: "Oye, amigo, ¿cómo está tu amigo?"

 "Bien", dijo el guardia. "Él todavía está ahí."

 En las cercanías, un joven que usaba una gorra de béisbol y que portaba un rifle de asalto AK-47 se puso en cuclillas entre los cactus, bajo la sombras de unos árboles bajos de mezquite. Su trabajo, dijeron los trabajadores de Geokinetics, es la de ser "observador" de la banda criminal local conocida como los Zetas. Su labor consiste en informar a sus jefes de los movimientos de los trabajadores de la empresa y de los soldados que patrullan.

 Ahora que México está abriendo su sector energético a la inversión privada después de 76 años de monopolio gubernamental, uno de los mayores obstáculos para las empresas extranjeras que vienen aquí no es la geología, la regulación o encontrar trabajadores calificados. Son los cruentos carteles del narcotráfico que prácticamente controlan partes del norte de México, donde los expertos dicen que hay grandes yacimientos de petróleo y gas de esquisto.

 "Temo que las petroleras que vengan a México tendrán que preocuparse de la inseguridad tanto como de la perforación", dijo Carlos Elizondo, experto en energía recientemente nombrado miembro del consejo de administración del ex monopolio estatal Petróleos Mexicanos.

 Chris Faulkner, fundador de Breitling Energy con sede en Dallas, empresa que produce gas de esquisto en el sur de Texas y otras partes, dijo que "las empresas que vengan a México enfrentarán una gran cantidad de desafíos por cuestiones de seguridad".

 Trabajadores de Geokinetics dicen que han encontrado restos humanos mientras realizan trabajos de exploración en la maleza ubicada cerca del campamento base de la empresa. El año pasado, dos ingenieros de la empresa fueron secuestrados antes de ser rescatados por la policía federal y marinos mexicanos.

 En 2012, toda una cuadrilla de ocho hombres de una firma privada de servicios petroleros mexicana desapareció mientras trabajaba en un pozo ubicado en Nuevo Laredo, de acuerdo con reportes de la prensa en ese tiempo. Ni la empresa ni el gobierno de México se refirieron jamás a la desaparición.

 Una joven ingeniera que trabaja para otra empresa de servicios en la cuenca petrolera de Chicontepec, ubicada en el estado costero de Veracruz, fue violada hace varios meses por una banda, de acuerdo con dos contratistas de servicios que tuvieron conocimiento directo del incidente y que pidieron no ser identificados.

 En los seis años entre enero de 2008 y marzo de 2014, 12 trabajadores de Pemex fueron secuestrados, de acuerdo con un documento de la oficina del Procurador General de la República obtenido a través de Instituto Federal de Transparencia y Acceso a la Información (IFAI).

 Un vocero de Pemex dijo que no disponía de cifras definitivas sobre los secuestros.

 "No hay un cliente cuya primera o segunda pregunta no trate del tema de la seguridad", dijo Luis Fernando Gomar, abogado de Strasburger & Price en la Ciudad de México, el cual se especializa en temas de petróleo y gas, en una conferencia reciente sobre la apertura del sector energético de México. "Se tiene que determinar el nivel de riesgo. Ese es uno de los problemas más importantes que hay".

 Las fallas de seguridad de México se suman a los tiempos económicos difíciles en la industria del petróleo y el gas, ya que sin duda la violencia de los cárteles será un factor decisivo para muchas de las empresas más pequeñas que han ayudado a impulsar el auge de los recursos energéticos obtenidos de las formaciones de esquisto en Estados Unidos, dijo Michelle Foss, una economista especializada en energía de Texas University.

 "Si está re-evaluando su cartera y piensa que los 48 estados más bajos son un territorio seguro, ¿por qué arriesgarse en venir a México?" preguntó ella.

 Desde finales de 2006, unos 100,000 mexicanos han muerto en homicidios relacionados con las drogas y 22,000 más han desaparecido. Mientras que los homicidios relacionados con las drogas parecen haber disminuido en los últimos dos años, otros delitos como la extorsión y el secuestro han aumentado.

 A menudo, Pemex es el blanco de la extorsión o el robo por parte del crimen organizado. Aprovechando de manera ilegal los oleoductos, los ladrones robaron 9.3 millones de barriles de petróleo y gasolina en 2013, aproximadamente 1% de la producción total anual de Pemex y un aumento de 13% respecto al año anterior, de acuerdo con los registros públicos de Pemex. La pérdida fue cercana a los 1,000 millones de dólares, dijo la empresa.

 No todas las empresas petroleras que vienen a México se encontrarán con miembros de algún cártel. Gran parte del tesoro petrolero está en alta mar, en aguas profundas del Golfo de México. Las petroleras internacionales más grandes dicen que quieren enfocarse exclusivamente a los recursos que hay en alta mar, para evitar problemas como el crimen organizado, las cuestiones de uso del suelo y la corrupción a nivel municipal, estatal y federal.

 Para los que se aventuran en tierra, partes del sur de México como los estados de Campeche y Tabasco son relativamente seguros.

 En 2014, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto envió 2,000 soldados del ejército y 700 policías federales al estado fronterizo de Tamaulipas para apoyar a los más de 10,000 soldados que ya están desplegados ahí y en los estados vecinos. Una unidad de nueva creación de la policía federal se encargará de ayudar a las empresas petroleras privadas que operan en la región, dijeron funcionarios del gobierno.

 Las empresas de servicios como Geokinetics, que ya trabajan aquí bajo contrato con Pemex, han desarrollado tácticas que van desde un lenguaje codificado hasta la contratación de firmas de inteligencia y seguridad para hacerles frente a las bandas criminales. "Cualquier empresa que quiera venir aquí tiene que estar preparada para operar en un entorno muy agresivo", dijo Ignacio Orozco, jefe de Geokinetics en México. "El primer paso esencial es contratar a una empresa de seguridad que le ayude a hacer contactos con la comunidad y a resolver las situaciones críticas".

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 06/01/2015