Davis, California, 29 de ene. (Dow Jones) -- Estados Unidos y México compiten cada vez más por la decreciente mano de obra agrícola, de acuerdo con un nuevo análisis, hecho que probablemente tenga implicaciones a largo plazo para el sector agrícola estadounidense.

La mayoría de los trabajadores agrícolas contratados en Estados Unidos, que se estiman en alrededor de un millón de personas, son mexicanos, con base en el Departamento del Trabajo de Estados Unidos.

En California, los migrantes mexicanos representan 90% de los trabajadores contratados, de acuerdo con estimaciones independientes. Pero el número de trabajadores agrícolas mexicanos está disminuyendo de manera constante, sin que haya ningún indicio de que se vaya a revertir esa tendencia, de acuerdo a J. Edward Taylor, profesor de economía y recursos agrícolas de California University en Davis.

La disminución se debe principalmente a los cambios en el México rural, incluidas las menores tasas de natalidad y el aumento en la disponibilidad de la educación. También hay más puestos de trabajo en los sectores no agrícolas de México conforme mejora su economía.

Para satisfacer sus necesidades, México ha estado importando trabajadores agrícolas de Guatemala, dijo Taylor. "México es tanto exportador como importador de trabajadores agrícolas", en una conferencia de inmigración reciente.

El descenso de la tasa de natalidad en México, a 2.05 hijos por mujer, que ya está cerca de igualar a la de Estados Unidos, de 1.95, está motivando a menos hombres a buscar trabajos agrícolas mejor pagados en Estados Unidos. Los padres de familia que tienen menos bocas que alimentar están menos obligados a abandonar sus hogares y país de origen para ir a buscar trabajo en otro lugar. Cerca de dos tercios de los inmigrantes que trabajan en granjas de Estados Unidos están en el país de manera ilegal.

El aumento en la educación también se ha extendido a las regiones rurales de México. "Nada saca a los niños más rápidamente del campo que un poco de escolarización", dijo Taylor.

El decreto presidencial de Barack Obama que ofrece indultos de deportación y permisos de trabajo a cerca de cinco millones de inmigrantes indocumentados ayudará a algunos trabajadores del campo que se han asentado permanentemente en Estados Unidos. Pero esto probablemente incentive a muchos beneficiarios a abandonar la agricultura debido a que en el pasado la legalización ha vuelto más móviles a los trabajadores y más propensos a buscar mejores empleos, dijo Taylor.

Los agricultores estadounidenses han solicitado la instauración de una política de inmigración nacional que permita a los trabajadores extranjeros ingresar a Estados Unidos legalmente, regresar a sus países de origen y luego volver a entrar durante las temporadas de cosechas de los cultivos.

"Los agricultores, ganaderos y sus empleados necesitan una solución permanente", dijo Paul Wenger, presidente de California Farm Bureau Federation. Quien dijo que los productores están preocupados por "los problemas crónicos que implica ocupar todos los puestos agrícolas que tienes disponibles."

Wenger dijo que sólo el Congreso puede proporcionar una "verdadera, reforma a largo plazo" que permita a los inmigrantes trabajar legalmente en la agricultura y mantener a los trabajadores con experiencia en el campo.

Estas medidas pueden ayudar únicamente en el corto plazo debido a los cambios en México, de acuerdo con Taylor.

Los salarios en las granjas estadounidenses también han aumentando, de acuerdo con el Departamento del Trabajo. Pero eso probablemente no sea suficiente para contrarrestar la tendencia, dijo Taylor, lo que significa que la agricultura de Estados Unidos tendrá que adaptarse.

De cara al futuro, los agricultores estadounidenses tendrán que decidir si deben o no cambiar de cultivos, cómo cultivarlos y a quién emplear, dijo Taylor.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 30/01/2015