27 de feb. (Dow Jones) -- México puso en marcha la segunda fase de su primera ronda de licitación de yacimientos petroleros tras agregar nueve campos en aguas someras con reservas probadas y probables de 671 millones de barriles de petróleo y que se encuentran en un área del Golfo de México que ya tiene producción por parte de la compañía petrolera estatal, Petróleos Mexicanos.

     Los nueve campos, que se agregan a los 14 que anunciaron las autoridades a mediados de diciembre del año pasado, están agrupados en cinco contratos y no hay restricciones sobre el número de contratos por los que podrán pujar las empresas o los consorcios interesados en ellos. Los contratos tendrán un plazo de evaluación del campo de tres años y hasta de 23 años para su desarrollo. 

     Los costos de producción que reporta Pemex en pozos cercanos a los de estos bloques están por debajo de 20 dólares el barril, por lo que la oferta es aún bastante atractiva en el entorno actual de precios del crudo deprimidos, dijeron funcionarios encargados de llevar a cabo los procesos de licitación.

     La perspectiva de producción de esos nueve bloques adicionales es de 124,000 barriles diarios, mientras que la inversión esperada por parte de quienes obtengan los contratos de exploración y producción es de 4,478 millones de dólares en los próximos tres años, dijo la Secretaría de Energía en un comunicado.

     Los nueve bloques se encuentra frente a las costas de los estados de Campeche, Tabasco y Veracruz y están dentro de la cuenca petrolera más prolífica de México; además de que están muy cercanos a la infraestructura de transporte y comercialización, lo que podría permitir que la producción en esos bloques inicie en el corto plazo. 

     En su última sesión ordinaria, la Comisión Nacional de Hidrocarburos autorizó por unanimidad agregar esos yacimientos a "la primera ronda", así llamada por ser la primera que el gobierno realiza en materia petrolera desde que se modificó la Constitución y las leyes secundarias para permitir a capitales privados participar en actividades de exploración y explotación de yacimientos petroleros en México y en sus aguas territoriales.

     México prohibió a capitales privados participar en esas actividades por cerca de ocho décadas luego de la nacionalización de las actividades petroleras que llevó a cabo el presidente Lázaro Cárdenas en el país en 1938.

     La apertura del sector petrolero está diseñada para ayudar a incrementar la producción de crudo que se ha venido deslizado en la última década. El gobierno espera que esa meta se logre al atraer a grandes compañías petroleras internacionales, las cuales podrían asociarse con empresas más pequeñas, para que co-inviertan en campos de aguas profundas y de formaciones de lutitas, donde actualmente México no tiene producción.

     Actualmente, los impuestos y las regalías que cobra el gobierno a la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, financian cerca de un tercio del presupuesto federal.

     El comisionado de CNH, Edgar Rangel dijo que la oferta actual es para los campos ya descubiertos con reservas certificadas de crudo ligero y pesado. Los nueve bloques adicionales podrían producir, de acuerdo a estimaciones gubernamentales, 125,000 barriles diarios de equivalente de petróleo crudo en el escenario más probable, y 150,000 barriles por día en el mejor de los casos.

     Los campos están en las mismas áreas del sur del Golfo de México, donde 14 bloques exploratorios fueron puestos a subasta en la primera fase de la "primera ronda", dijo el comisionado presidente de CNH, Juan Carlos Zepeda. El modelo de contrato para las dos fases es "producción compartida", en la que el crudo se divide entre el productor y el gobierno.

     El sur del Golfo de México es responsable de la mayor parte de la producción de crudo actual de Pemex, que hoy extrae cerca de 2.33 millones de barriles al día. Pemex también podrá participar en la "ronda uno".

     Zepeda dijo el mes pasado que la primera fase de la ronda uno había despertado un fuerte interés de compañías petroleras, incluyendo empresas internacionales de gran tamaño como Exxon Mobil y Royal Dutch Shell.

     Las autoridades de la Secretaría de Energía dijeron que 16 de las 26 empresas que adquirieron su inscripción para el cuarto de datos, habían ya solicitado su inscripción para ser pre-clasificadas.  

     En el caso de la ronda uno los participantes deben comprobar experiencia como productores de hidrocarburos costa afuera, con una capacidad probada de producción de al menos 10,000 barriles diarios de petróleo crudo equivalente en promedio durante los últimos cinco años. 

     Para estos nueve bloques, el acceso al cuarto de datos comenzó hoy, mientras que la recepción de documentos de pre-clasificación estará abierta hasta el 3 de julio. La publicación final de las bases finales, incluyendo los contratos, será el 14 de agosto, mientras que las propuestas finales se darán a conocer el 30 de septiembre. 

     Zepeda también dijo que algunas zonas menos atractivas podrían aplazarse hasta que los precios internacionales del petróleo se recuperan. Esas áreas incluyen los bloques en formaciones de lulitas, o que también se conocen como de mucha  hermeticidad. Por lo generales la extracción de ese tipo de campos requieren  muchas mayores inversiones por sus mayores costos de producción.

     En contraste, la fase de exploración y producción en las aguas profundas del Golfo de México seguirá adelante como estaba previsto ya que la producción no vendrá por varios años y probablemente para cuando se genere los precios del petróleo ya se hayan recuperado, agregó Zepeda.

 

 


Fecha de publicación: 27/02/2015