23 de jun. (Dow Jones) -- Un susto con uno de sus empaques aceleró la incursión de Constellation Brands en el negocio de la fabricación de vidrio.

La cervecera que cuenta con los derechos para producir la cerveza Corona, y otras más propiedad de la empresa internacional AB InBev, descubrió el verano pasado pequeños pedazos de vidrio en sus botellas.

El hallazco la obligó a retirar todas las cervezas que tenía a la venta a nivel nacional, en Estados Unidos. La medida terminó costándole 37 millones de dólares.

Meses más tarde, Constellation compró la planta de fabricación de vidrio ubicada al lado de su cervecería en el municipio de Nava, en el estado de Coahuila, cerca de la frontera con Estados Unidos. 

Para hacer la adquisición, Constellation formó una sociedad en participación con Owens-Illinois a fin de que la empresa especializada en la fabricación de empaques de vidrio operara la planta.

Michael Othites, vice presidente senior de Constellation para las operaciones de la división cervecera, dijo que la empresa tomó esa decisión para poder controlar su "propio destino".

Cuando Constellation y Owens-Illinois se hicieron cargo de la planta de fabricación de vidrio, el equipo de inspección no estaba calibrado para detectar el defecto que ocurrió y que provocó el pánico de la compañía, aún cuando nadie salió perjudicado.

Las empresas cambiaron eso y también trabajaron para mejorar la eficiencia de la planta.

Cerca de 30% de las botellas de vidrio que la planta podría haber producido cuando Constellation y Owens-Illinois se hicieron cargo de ésta, no se fabricaban o necesitaban ser descartadas. Las empresas redujeron ese porcentaje a la mitad con una serie de cambios, entre ellos la modificación de los moldes que se usaban para fabricar botellas.

La planta optó por usar moldes hechos en Europa en lugar de los moldes hechos en México. Los moldes fabricados en Europa necesitan ser reparados con menos frecuencia que sus predecesores, lo que mejoró la eficiencia, dijo John Kester, vice presidente senior de los servicios de operaciones de la división cervecera de Constellation.

Una mejoría de dos puntos porcentuales en la eficiencia equivale a unos 10 millones de botellas más durante la producción, dijo Kester. "No es algo trivial".

Ahora que la operación se desarrolla sin problemas, Constelación y Owens están avanzando con sus planes para ampliar la planta. Actualmente tienen un horno y unos 300 empleados, pero planean agregar tres hornos más en los próximos años.

Cada horno producirá de 1.5 a 3 millones de botellas diarias. Cuando se añada el cuarto horno, en 2018, la planta suministrará 50% de las necesidades de vidrio de Constellation y empleará a 800 personas.

Kester dijo que el centro de producción tiene algunos de los costos más bajos de embarque en el negocio. El cristal se produce en un horno que calienta arena, ceniza de sosa y piedra caliza a 1,538 grados centígrados. Éste luego es transportado a una máquina de moldeo y se enfría gradualmente antes de pasar la inspección. Después, se lleva a una máquina en la que se le imprime una etiqueta de Corona y luego se coloca en cajas de cartón.

Las botellas de vidrio "salen de la línea y pasan por la pared y una vez que pasan por esta, la fábrica de cerveza ya las ha comprado", dijo Kester.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 23/06/2015