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29 de jun. (Dow Jones) -- Los líderes europeos y griegos iniciaron una singular campaña electoral, con duración de una semana, para persuadir a los maltratados votantes de Grecia de que una de las dos opciones imperfectas del referéndum les provocará menor problemas.
Los mercados de todo el mundo se estremecieron, pero no se derrumbaron, tras la decisión de Grecia del fin de semana de celebrar un referéndum el próximo domingo sobre si apoyan o no los términos que los acreedores del país le quieren imponer, como recorte a sus pensiones y aumentos de impuestos, para concederle más préstamos y así mantener a flote su economía.
El sistema bancario de Grecia sufrió un paro total luego que el apoyo de emergencia que otorgaba el banco central fue limitado y que los retiros de los cajeros automáticos fueron racionados a 60 euros (67 dólares) por cuenta-habiente.
Los griegos encaran ahora una intensa campaña en torno al referéndum, ante una economía que está entrando a una congeladora.
En los próximos días, el debate sobre las consecuencias que harán historia de votar "sí" o "no" es probable que polarice a la sociedad griega, ya magullada por la crisis.
En la balanza está el futuro de la nación y el experimento de 16 años de Europa de crear una moneda común entre un importante número de países del viejo continente.
El gobierno de Grecia, encabezado por el partido izquierdista, Sirias, al que pertenece el primer ministro Alexis Tsipras, está tratando de asegurarles a los votantes que un "no" a las demandas de austeridad de las autoridades europeas y al Fondo Monetario Internacional, les redituaría un mejor acuerdo de rescate, incluida una mitigación de la deuda.
Los funcionarios griegos sostienen que el referéndum es sólo la última etapa en el proceso de negociación de Grecia con sus acreedores --la evidencia más clara hasta la fecha de la disposición que tiene Syriza para correr altos riesgos en su desafío a la ortodoxia económica de Europa.
Los líderes europeos responden que la dirigencia de Atenas se engaña a sí misma: un "no" a las demandas de los acreedores de un re-atrincheramiento económico doloroso daría lugar a una traumática salida de Grecia de la zona que utiliza el euro.
"No deben cometer un suicidio porque tengan miedo a morir", dijo Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión Europea, en un discurso realizado en Bruselas destinado a convencer a los griegos de que los recortes presupuestales y las reformas políticas que su gobierno ha rechazado pondrían a su economía en un mejor curso.
Tsipras expuso su caso para votar "no" en una entrevista trasmitida por la televisión griega el lunes ya avanzada la noche.
"Cuanto mayor sea la participación y el número de personas que voten 'no', más fuerte será nuestra posición" dijo el primer ministro griego, aunque agregó que aceptaría el resultado de la votación sin importar cual fuere.
Pero sus esperanzas enfrentan la realidad de un estado de ánimo cada vez más agrio hacia Grecia en el resto de Europa, donde los altos funcionarios están firmes en su insistencia en que Tsipras no puede obtener un acuerdo de rescate diferente al que rechazó en las pláticas de Bruselas la última semana.
"Si alguien dice que el gobierno tendrá una posición negociadora más fuerte con un 'no', eso simplemente no es verdad", dijo Donald Tusk, quien preside las cumbres de los líderes de la Unión Europea. "Me temo que con ese resultado habrá aún menos espacio para la negociación".
Angela Merkel, la canciller alemana y la líder más poderosa de Europa, reiteró su punto de vista de que Grecia necesita implementar reformas favorables al mercado si quiere obtener ayuda financiera de los demás contribuyentes europeos.
"Es importante --y en esta posición no habrá cambios-- que los esfuerzos y la solidaridad [de Grecia] sigan estando unidos", dijo Merkel después de discutir el empeoramiento de la crisis griega con otros líderes políticos alemanes en la cancillería de Berlín. "Si estos principios no se respetan, entonces, estoy convencida, el euro fracasará".
François Hollande, e presidente francés, también emitió una advertencia. "Es cuestión de saber si los griegos quieren permanecer en la zona del euro --que es adonde pertenecen, en mi opinión --o si van a correr el riesgo de salir", dijo Hollande después de una reunión de emergencia con los principales ministros y asesores financieros.
Aún así, Tsipras podría obtener apoyo en su campaña de gobiernos ajenos a Europa, que, por temor a los efectos dominó de la crisis, están pidiéndoles a los acreedores de Grecia que sigan forjando un acuerdo de rescate.
"China quiere que Grecia parmanezca en la zona euro, e instamos a los acreedores pertinentes que lleguen a un acuerdo", dijo Li Keqiang, el primer ministro de China, en Bruselas después de sostener reuniones con funcionarios de la Unión Europea.
En Washington, altos funcionarios del Departamento del Tesoro dijeron que también estaban incitando a Grecia y a sus acreedores para continuar con las negociaciones de rescate.
Mientras que Estados Unidos está presionando a Atenas para que acepte las reformas económicas, dijeron, también están presionando a los funcionarios de la zona del euro para que le ofrezcan a Grecia algún tipo de mitigación de la deuda como parte de un compromiso.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 29/06/2015