25 de nov. (Bloomberg) -- En los últimos meses, una empresa de tecnología casi desapercibida propiedad de la mujer más rica de México, María Asunción Aramburuzabala, ha perdido la confianza de parte de algunos de sus acreedores en el mercado de bonos.

Stone Harbor Investment Partners y First Ginebra Capital dijeron que esa pérdida es insensata. 

Desde el 29 de octubre, los bonos de SixSigma Networks, cuya marca comercial es KIO Networks, se han desplomado por la decisión de la agencia calificadora Standard & Poors de bajar  su recomendación a nivel especulativo, o chatarra. 

El recorte, derivado de la preocupación por la terminación de los contratos de vigilancia que tiene la compañía con el gobierno y por su mayor endeudamiento, empujó los costos de endeudamiento de SixSigma a un nivel casi récord de 9.1%.

Mientras que algunos tenedores de los bonos de SixSigma se han decepcionado de que el respaldo de la multimillonaria, descendiente de uno de los fundadores de la mayor cervecera mexicana, Grupo Modelo, hoy propiedad de Anheuser-Busch InBev, no se ha traducido en un mejor rendimiento, 

Ian McCall de First Geneva dijo que lo que hace que los bonos sean atractivos son las perspectivas de crecimiento para el negocio de almacenamiento de datos de la compañía. La firma de investigación IDC estima que la industria crecerá 70% a nivel mundial para 2017.

"Me gusta el hecho que desde que emitieron sus bonos, sus ventas y ganancias han crecido de manera constante", dijo McCall, un administrador en First Geneva, quien supervisa 250 millones de dólares en bonos de entidades ubicadas en mercados emergentes. 

McCall, cuya firma no posee bonos de SixSigma, dijo que está buscando activamente comprar algunos.

Los 500 millones dólares en bonos con vencimiento en 2021 han regresado 1.3% este año, menos de un punto porcentual que los bonos con calificación similar de las naciones en desarrollo.

William Perry, de Stone Harbor, dijo que los bonos son baratos.

"Es una buena oportunidad para comprar cuando tienes fundamentos técnicos como esos", dijo  Perry, quien ayuda a supervisar 62,000 millones de dólares con Stone Harbor, que tiene su sede en Nueva York, incluyendo bonos de SixSigma.

La familia de Aramburuzabala, quien tiene 52 años de edad, vendió su participación en Grupo Modelo, a AB InBev en 20,100 millones de dólares en 2013. Su firma de capital privado, Tresalia Capital prestó a SixSigma casi 400 millones de dólares el año pasado para ayudar a financiar su expansión a Estados Unidos y posee más de 80% del capital de la compañía.

Los ingresos netos de la compañía subirán 25% este año, casi el mismo ritmo que ha registrado cada año desde que comenzó a operar, de acuerdo con S&P.

Sin embargo, la caída de 12% del peso mexicano este año y la terminación de un contrato de prestación de video-vigilancia para la agencia de aduanas de México, que proporcionó alrededor de 25% de los ingresos netos el año pasado, fueron considerados como negativos para SixSigma por la calificadora.

Su deuda neta es ahora cinco veces sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, poniéndola en una categoría de empresas "altamente apalancadas", que es la categoría de riesgo financiero más alta en la clasificación de S&P. 

La empresa calificadora califica los bonos cuatro niveles por debajo del grado de inversión.

Claudio Robertson, un administrador de dinero que ayuda a supervisar 2,000 millones de dólares en activos en Investment Placement Group, dijo que SixSigma está bien posicionada para aprovechar el crecimiento como el mayor proveedor de servicios de tecnología de la información en México.

Robertson, quien se negó a decir si su firma es propietaria de bonos, también citó como un aspecto favorable el respaldo de una accionista con mucho dinero.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 25/11/2015