11 de feb. (Sentido Común) -- La producción industrial registró en el último mes del año pasado su primera caída anual en más de dos años, un claro síntoma de los estragos por los que atravesó ese tipo de actividades en la segunda mitad de 2015 ante la fortaleza del dólar y la desaceleración económica mundial.

Las actividades industriales descendieron 0.1% en diciembre contra el mismo mes de 2014 en términos ajustados por temporalidad, la primera contracción para este indicador desde noviembre de 2013 cuando bajó 0.6% y la muestra más clara hasta ahora de cómo el motor manufacturero, minero, de la construcción y de la generación y distribución de electricidad, gas y agua de México se frenó el año pasado.

La producción industrial “fue el factor más relevante con efectos negativos en el crecimiento económico nacional, en parte por su alta vinculación con el menor dinamismo económico global”, escribió Luis A. Jaramillo-Mosqueira, economista senior con Scotiabank en un reporte.

La contracción de las actividades industriales de diciembre es además un mal agüero para lo que podría ocurrir este año con el crecimiento económico del país, sobre todo ante los crecientes temores de que la desaceleración económica de China, la segunda economía más grande del planeta, está no sólo provocando un freno económico mundial, sino incluso una desaceleración de Estados Unidos, la economía más grande del mundo y el principal socio comercial de México.

La economía estadounidense creció, de hecho, menos de lo esperado en el último trimestre de 2015 por una menor actividad manufacturera, que fue golpeada por la fortaleza de su moneda.

El crecimiento del producto interno bruto de Estados Unidos fue de 0.7% en el periodo octubre-diciembre, el menor avance trimestral desde el primer trimestre del año pasado.

La fortaleza del dólar la explica también, en cierta medida, la desaceleración china, ya que muchos inversionistas han abandonado ese país por sus problemas económicos para buscar refugio en instrumentos denominados en dólares, sobre todo ante la perspectiva a lo largo del año pasado de un alza a las tasas de interés en esa nación y que finalmente ocurrió en diciembre.

La llegada masiva de capitales a Estados Unidos provocó que el dólar ganara terreno contra las principales monedas del planeta, lo que ha encareció sus productos de exportación, muchos de ellos productos industriales y elaborados con partes o componentes producidos en México.

La menor venta de productos industriales estadounidenses se tradujo en una menor venta y manufactura de componentes industriales fabricados aquí.

Así, la gran vinculación que existe entre el sector industrial estadounidense y el mexicano explica la desaceleración y ahora la contracción que registró la producción industrial mexicana, desde abril del año pasado.

 “Con la industria estadounidense con pocas probabilidades de rebotar en el corto plazo, concedemos que la producción en México permanecerá bajo presión en la primera mitad de 2016”, escribió Edward Glossop, economista con la consultora Capital Economics, en un reporte.

La perspectiva desfavorable para el sector industrial mexicano explica los recortes a los pronósticos sobre el crecimiento económico para este año de los economistas y que han reflejado tanto la encuesta de Banco de México, como de Banco Nacional de México (Banamex).

En ambas, los analistas bajaron sus estimaciones para el crecimiento de este año de 2.74 a 2.69%, en el caso de la del banco central; y de 2.7 a 2.64% en la de Banamex.

Claro que esas cifras todavía muestran, contrario a lo que ocurre en otras economías, avances económicos para México.

Ese posible crecimiento lo explica el buen desempeño que tuvo el consumo interno el año pasado y que, al parecer, se ha mantenido en las primeras semanas de este año.

El enero, por ejemplo, las ventas minoristas registraron uno de sus mejores ritmos de crecimiento. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (Antad), el organismo que agrupa a la mayoría de las cadenas de supermercados y tiendas departamentales en México, dijo ayer que las ventas de sus socios en el primer mes de 2016 crecieron al mayor ritmo para ese mes en al menos los últimos 10 años.

Las ventas de autos también iniciaron 2016 a todo vapor. La semana pasada, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó que los consumidores mexicanos adquirieron 15.4% vehículos más en enero de este año contra el mismo mes de 2015, el avance número 21 consecutivo y el segundo mejor de los últimos 13 años.

Para los analistas, el buen desempeño del consumo lo explican tres factores principalmente: una inflación baja, que el año pasado fue de 2.1%; un crecimiento de las remesas, que en 2015 fueron las más altas de los últimos siete años, y la creación de más de 640,000 empleos en 2015.

Incluso, algunos analistas consideran que la buena evolución del consumo interno perdurará este año y permitirá a México registrar una tasa de crecimiento similar a la del año pasado de 2.5%.

“Lo que viene pasando con el consumo interno en México es algo que no veíamos desde hace muchísimo tiempo”, dijo Carlos Ponce, director ejecutivo de análisis y estrategia de Grupo Financiero Ve por Mäs (BX+), en una conferencia sobre las perspectivas económicas de la institución para la primera mitad de este año. “Crecimientos de más de 10% en el consumo, que llegamos a tener por varios meses el año pasado, te habla de mayor confianza, mayor empleo, mayor poder adquisitivo”.

Claro que para otros especialistas, los problemas que registra el sector industrial mexicano podrían incluso afectar el consumo si las empresas manufactureras, de construcción, mineras o productoras y distribuidoras de gas, electricidad y agua reducen su planta laboral ante una menor demanda.

“El mayor riesgo para el crecimiento de 2016 proviene de un contagio de la producción industrial hacia el sector servicios por una baja en el empleo”, escribió Pedro Uriz Borrás, analistas de la división Global Research Markets, del mayor banco de México, BBVA Bancomer.

En términos desagregados y ajustados por temporalidad, las actividades que sufrieron una contracción en diciembre de 2015 contra diciembre de 2014 fueron: la construcción con un descenso de 1.7, el segundo consecutivo; y las actividades mineras con una contracción de 1.1%, la tercera seguida.

Las actividades manufactureras lograron mantener un avance en términos anuales de 2.4%, mayor al crecimiento de noviembre de 1.7%, pero menor a los avances de los tres meses anteriores; mientras que la generación y distribución de gas, electricidad y agua subió 1.9%, el avance 30 seguido, pero el menor desde septiembre de 2013.

Contra noviembre, la producción industrial bajó 0.1% por la caída de 1.1% de las actividades mineras; la contracción de 0.8% de la producción y generación de gas, electricidad y agua; y por el descenso de 0.2% de la construcción.

Solo las actividades manufactureras avanzaron en diciembre contra noviembre a una tasa de 0.3%, revirtiendo la caída de noviembre de 0.2%.

En términos anuales no estacionalizados, la producción industrial prácticamente se mantuvo sin cambio en diciembre de 2015, contra diciembre de 2014.

Por sectores, las actividades mineras descendieron 4.8%, principalmente por la menor producción de crudo, y la construcción cayó 1.4%.

En cambio, las manufacturas avanzaron 2.5% en el último mes del año en términos anuales, mientras que la producción de gas, electricidad y agua subió 2%.

Ahora bien en términos acumulados y originales, la producción industrial terminó 2015 con un avance de 1%, menor al de 2.6% de 2014.

La minería bajó 5.8% el año pasado, una contracción mayor a la de 1.5% de 2014; mientras que las manufacturas avanzaron 2.9%, un menor avance al de 2014 de 3.9%; la construcción creció 2.5% el año pasado, un mejor avance al 2% de 2014; y la generación de electricidad, gas y agua subió 3.8%, un menor crecimiento al de 8.2% de 2014.

César Pérez y Jairo Ibarra colaboraron en esta historia.

  


Fecha de publicación: 11/02/2016

Etiquetas: Producción industrial México economía 2015