19 de oct. (Sentido Común) -- Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos repitieron durante su tercer y último debate televisado las posturas y críticas que sostuvieron en los dos encuentros anteriores, pero quien quizás cometió un error político fue Donald J. Trump al no comprometerse a aceptar el resultado de la elección.

Cómo si se tratara de un drama de televisión y no de la contienda por el puesto político más importante en el mundo, Trump dijo, a la pregunta del moderador sobre si admitiría el resultado electoral, una tradición de la democracia estadounidense, que “los mantendré en suspenso”.

“Lo decidiré al momento, no tengo nada ahora, lo verá al momento”, agregó el candidato republicano. “Lo que he visto está muy mal, primero los medios son tan deshonestos y tan corruptos y el abuso tan sorprendente. . . que han envenenado las mentes de los electores”.

La respuesta, junto con el comentario que hizo mientras Hillary Clinton, la candidata demócrata, hablaba en el sentido de que era “una mujer desagradable” (nasty), pudieran poner fin a las aspiraciones del magnate convertido en político de ganar la carrera presidencial al prácticamente negar la esencia de la democracia estadounidense.

El candidato republicano justificó su postura ante las sospechas que él tiene sobre el proceso electoral, por una supuesta cobertura sesgada y por la supuesta inclusión de millones de personas en el padrón electoral.

A esa postura, Clinton dijo no sentirse sorprendida dado que Trump ha dado muestras de ser un mal perdedor a lo largo de su vida pública, incluso cuando fue conductor del programa de televisión The Apprentice (El aprendiz) y que estuvo nominado para ganar el premio Emmy.

“Cada vez que Donald piensa que las cosas no van a su favor, dice, no importa de que se trate, que son fraudulentas”, agregó la candidata demócrata. “Incluso en una ocasión cuando él no ganó un Emmy por su programa de televisión tres años consecutivos, comenzó a tuitear que los Emmys estaban amañados en su contra”.

Así, si candidato llegó al tercer debate con una desventaja de más de seis puntos porcentuales y con una probabilidad de ganar la elección de alrededor de 20% --contra 80% de Clinton-- su postura podría acrecentar aún más ambas desventajas.

De hecho, tan pronto y terminó el encuentro, que se llevó a cabo en University of Nevada, en Las Vegas, los principales medios de comunicación de Estados Unidos resaltaron la falta de compromiso de Trump con aceptar la voluntad de los electores en sus páginas en internet, agregando que esa postura no tenía precedente en una contienda electoral y por la cual muy probablemente sea recordado el candidato republicano.

“Está denigrando nuestra democracia y yo, al menos, estoy horrorizada de que el candidato de uno de nuestros dos principales partidos políticos tome esa posición”, dijo Clinton al escuchar las dudas de su rival sobre el resultado electoral.

 Más allá de esa postura de Trump, el resto del debate pareció en ocasiones una calca de los dos encuentros anteriores en el que ambos candidatos combinaban sus posturas y las contrastaban con las de su oponente, en todo tipo de asuntos, para aprovechar y lanzarse críticas mutuamente.

Los temas fueron tan diversos como en los debates anteriores, desde qué haría cada candidato con los trabajadores inmigrantes hasta sus respectivos planes para acelerar el crecimiento económico estadounidense.

Trump, por ejemplo, repitió su postura contra los tratados de libre comercio, aunque resaltó que renegociaría el que tiene Estados Unidos con México para incrementar el comercio entre ambas naciones; al mismo tiempo que dijo que construiría un muro en la frontera con su vecino del sur para asegurar el territorio estadounidense de la llegada de trabajadores ilegales, drogas y terroristas.

Clinton, por su parte, repitió sus planes de cobrar mayores impuestos a los que más tienen, así como de invertir más en educación e infraestructura para dar mayores oportunidades a las clases medias de esa nación.

Con base a esas posturas, es difícil pensar que el debate podría alterar el rumbo de la elección en la que Clinton lleva ventaja, aunque la postura de Trump sobre el resultado electoral si podría marcar una diferencia, que dé ya el triunfo definitivo a la primera candidata a la presidencia de Estados Unidos.

“Trump cometió un error que le costará la presidencia, mandó al diablo las instituciones y amenazó con no reconocer su derrota”, escribió José Antonio Álvarez Lima, un comentarista político mexicano, en el sistema de debates conocido como Palenque del portal Animal Político. “Y eso no lo aceptarán los americanos juiciosos, ataca los cimientos de todo el sistema. Trump se suicidó”.

 

 


Fecha de publicación: 19/10/2016

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