20 de oct. (Dow Jones) -- Estados Unidos debe hacer frente a uno de dos escenarios: El próximo presidente enfrentará una recesión durante su administración o Estados Unidos registrará la expansión económica más larga de su historia.

Lo más seguro es que la recesión sea lo más probable. En la última encuesta mensual del diario The Wall Street Journal, los economistas tasaron en casi 60% la probabilidad de que la siguiente recesión se presente en los próximos cuatro años.

Esto no es una suposición de que el próximo presidente de Estados Unidos provocará una recesión. Sino más bien es el reconocimiento de que en toda su historia, la economía estadounidense nunca ha crecido durante más de una década sin enfrentar una recesión.

En el transcurso de los próximos cuatro años, algo --ya sea el agotamiento del impulso cíclico de la economía, un error de política de la Reserva Federal o alguna crisis externa-- podría sacar a la economía de su actual curso.

"No creemos que las expansiones mueren de ‘vejez’, sin embargo hay más probabilidad de que una crisis repercuta en la economía de Estados Unidos en el futuro", dijo Lewis Alexander, economista en jefe para Estados Unidos del banco de inversión Nomura.

La expansión actual se inició en junio de 2009 y se ha mantenido durante 88 meses, lo que la convierte en el cuarto período de crecimiento más largo registrado en los anales que datan de 1854.

Los economistas ven una probabilidad de 20% de que haya una recesión el próximo año, y creen que esas probabilidades aumentarán conforme se amplía esa ventana. Al pedirles que nombraran riesgos específicos, varios citaron la posibilidad de una desaceleración económica mundial, lo que podría estar en gran medida fuera del control del próximo presidente.

Para ser claros, la duración de una expansión tiene poca relación con su fortaleza. La economía de Estados Unidos ha crecido a un ritmo anual de 2.1% desde 2009. Este es el crecimiento más bajo registrado en cualquier expansión que se haya visto a partir de la Segunda Guerra Mundial.

Alguna vez, muchos economistas estuvieron optimistas de que el crecimiento se aceleraría, pero ahora la mayoría pronostica que la economía continuará creciendo a este ritmo en los próximos años.

La encuesta pone de relieve lo que probablemente sea un desafío clave para el próximo presidente: a los presidentes a menudo se les concede cierto margen de maniobra para promulgar políticas en respuesta a la recesión.

Por ejemplo, el presidente George W. Bush aprobó recortes de impuestos en 2001 y 2003, esto con el fin de estimular la economía en respuesta a la recesión durante su primer mandato.

Poco después de asumir el cargo en medio de una recesión, el presidente Barack Obama promovió una legislación que consideró alrededor de un tercio en recortes de impuestos y dos tercios en gasto.

Las políticas económicas del próximo presidente, sin embargo, son extraordinariamente inciertas. Por un margen de 85 a 15%, los encuestados califican la elección actual como más incierta de lo habitual, en parte debido a la creciente brecha entre los votantes en ambos partidos.

"Incluso después de la elección todavía seguirá habiendo una enorme cantidad de incertidumbre", dijo Gregory Daco, economista en jefe para Estados Unidos de Oxford Economics. "La formulación de políticas podría ser más difícil en el periodo de unos pocos meses".

En general, las políticas económicas de Hillary Clinton se asemejan a las de los candidatos demócratas anteriores. Sin embargo, ella probablemente enfrente un Congreso dividido y discordante que ha sido en gran medida incapaz o no ha querido aprobar legislación en los últimos años.

Donald Trump ha desechado la estrategia tradicional del Partido Republicano referente a la economía. Un reflejo de la magnitud de esta diferencia con el pasado, ni un solo miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente Ronald Reagan, o ya sea del presidente Bush, ha apoyado su campaña.

Trump se ha comprometido a revertir la inmigración, renegociar los acuerdos comerciales, y aplicar aranceles. En estos temas, él difiere de los puntos de vista que han mantenido durante mucho tiempo muchos republicanos del Congreso, incluyendo al vocero de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.

Los observadores también han estado más inseguros de lo normal debido a que la discusión pública rara vez ha girado en torno a los contenidos de las políticas. "La naturaleza personal de la elección presidencial ha dejado poco espacio para que haya una seria discusión política", dijo Douglas Duncan, economista jefe de Fannie Mae.

Sin embargo, durante los próximos cuatro años, pocos piensan que una recesión está absolutamente garantizada. Una cuarta parte de los economistas colocan las probabilidades por debajo de 50%.

Debido precisamente a que la economía ha crecido lentamente, algunos piensan que la recuperación podría durar mucho tiempo. "El crecimiento lento y constante deja mucho margen para seguir avanzando", dijo Russell Price, economista de Ameriprise Financial.

La encuesta con 59 economistas financieros, académicos, empresariales se llevó a cabo del 7 al 11 de octubre.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 20/10/2016

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