12 de ene. (Sentido Común) -- Arturo Fernández, el rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una de las principales instituciones académicas de México especializada en temas económicos y de negocios, dijo que el presidente electo Donald J. Trump no puede imponer de forma unilateral un arancel de 35% en la frontera a bienes exportados desde México.

     El comentario de Fernández confirma lo que han señalado otros expertos sobre la amenaza que ha hecho Trump desde su campaña electoral de que si las empresas estadounidenses se mudan a México, o a otra nación, enfrentarán un nuevo impuesto en la frontera al buscar vender sus productos en el mercado estadounidense.

     Con esa amenaza, Trump busca disuadir a las firmas estadounidenses de cerrar fábricas en su país para reubicarlas en otros lugares que ofrecen mejores condiciones, ya sean laborales, fiscales o de infraestructura, para operar.

     El amago lo ha lanzado el futuro presidente de Estados Unidos a las compañías automotrices principalmente, muchas de ellas con operaciones en México, algo que al parecer ha surtido efecto por la decisión de Ford Motor Company de cancelar su plan para invertir mil 600 millones de dólares en la construcción de una nueva planta ensambladora en San Luis Potosí.

     Si bien Ford aún mudará la producción del auto compacto Fusion a México, lo hará a través de una menor inversión para sólo ampliar su fábrica en Hermosillo, Sonora.

     La empresa al mismo tiempo dijo que gracias a los ahorros de su decisión invertirá cerca de 700 millones de dólares en Estados Unidos, en el estado de Michigan, para producir autos híbridos y eléctricos.

     Sin embargo, a pesar de esta reacción de Ford y otra similar del fabricante de aires acondicionados y calefactores Carrier, Fernández, quien es también especialista en materia de comercio internacional, considera que la amenaza de Trump es eso sólo eso: una amenaza que no podría materializar.

     “Trump no puede aplicar unilateralmente un arancel. . . a los autos importados de México”, dijo el rector del ITAM durante el evento inaugural del seminario “Perspectivas Económicas 2017”.

     Para Fernández la aplicación del arancel violaría no sólo el acuerdo de libre comercio que tiene Estados Unidos con México, sino incluso las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a la cual pertenece Estados Unidos.

     Esa observación la compartió también en el seminario económico Jaime Zabludovsky, actual presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (Conmexico) y ex negociador del acuerdo de libre comercio que tienen firmados México, Estados Unidos y Canadá desde 1993.

     “Estados Unidos no tiene espacio para subir aranceles sin violar el tratado de libre comercio”, dijo Zabludovsky.

     Claro que Trump ha también amenazado con cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si no logra una renegociación satisfactoria de ese pacto comercial para su gobierno.

     Para Fernández si bien esa amenaza es más real y no ideal para la economía mexicana, ya que Estados Unidos consume cerca de 80% de todas las exportaciones de México, tampoco sería desastrosa.

     Otros expertos también han señalado que la cancelación del tratado sería un evento negativo para México, ya que perdería el acceso sin aranceles que tienen hoy los productos mexicanos al mercado estadounidense, pero tampoco sería trágica.

     Bajo las reglas de la OMC, Estados Unidos tendría que dar a México un trato preferencial en materia de comercio internacional, por lo que los bienes que exporta el país al país vecino del norte pagarían bajos aranceles, algo que le permitirían seguir siendo un exportador competitivo --más tras la devaluación de 16% que registró la moneda mexicana en 2016, lo que ha abaratado en cierto grado los bienes producidos en el país en comparación con aquellos producidos en Estados Unidos.

     Claro que Trump incluso podría sacar a Estados Unidos de la OMC, algo que sin embargo el exsecretario de Comercio y Fomento Industrial, principal negociador del TLCAN y hoy consultor, Jaime Serra Puche, ha descrito como catastrófico para el comercio mundial.

     De acuerdo a diversos medios, la política de Trump para castigar a aquellas empresas que cierren plantas en Estados Unidos para mudarlas a México u otra nación, constaría, más que en imponer un arancel, en cambiar el sistema fiscal estadounidense para que las compañías que importen productos desde el extranjero no puedan deducir su costo.

     A esta nueva medida fiscal, en caso de ser aprobada por el Congreso estadounidense, se le conocería como Border Adjustment Tax (BAT).

     Sin embargo, el nuevo impuesto, de acuerdo a diversos especialistas, también violaría las reglas de la OMC ya que sería una medida discriminatoria y contraria al libre comercio.

     Además de que para algunos la implementación del BAT tampoco sería sencilla pues se ve difícil que las autoridades estadounidenses puedan discriminar aquellas importaciones que estuvieran haciendo plantas edificadas en otro país tras haber cerrado una en Estados Unidos, de las que llevan años haciendo fábricas instaladas en otras naciones.

 

·         Jairo Ibarra colaboró con la elaboración de esta historia

 



Fecha de publicación: 12/01/2017

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