13 de feb. (Dow Jones) -- Podría requerirse algo más que un enfrentamiento político entre el presidente Donald Trump y México para evitar que fluya al sur el gas de esquisto estadounidense.

Mientras México se esfuerza por revertir la disminución en su producción de petróleo y gas, la nación consume cantidades récord de gas natural extraído de las formaciones rocosas ubicadas al norte de la frontera. Las entregas de los gasoductos de Estados Unidos se han más que duplicado en los dos últimos años y ahora México está empatado con Chile como el mayor comprador de envíos marítimos de gas natural licuado de Estados Unidos que parten de la costa de Louisiana

Estas exportaciones de gas están en marcado contraste con el enfrentamiento que amenaza una de las relaciones comerciales bilaterales más relevantes del mundo. El presidente de México, Enrique Pena Nieto, canceló una reunión con Trump después que el líder estadounidense lo criticó en Twitter por negarse a pagar el muro propuesto a lo largo de la frontera de ambos países --y ahora Trump está considerando imponer un impuesto de 20% a las importaciones de México para poder pagarlo.

De acuerdo con ING Groep y Pira Energy Group, las exportaciones de gas, consideradas como un apoyo para el empleo en Estados Unidos y que le proporcionan un combustible barato a México, podrían llegar a ser un negocio que ponga fin al torbellino político.

“Todo esto se reduce a exactamente qué tan proteccionista decida ser Trump”, dijo el mes pasado Rob Carnell, economista en jefe de ING en Londres, vía correo electrónico. “Mi conjetura es que eso será específico, no generalizado, y que cualquier represalia le afectará a México, pero imagino que ellos preferirán obtener el gas a un precio decente que disuadir su compra imponiéndole aranceles”.

El gas canalizado a México llegó a niveles récord el año pasado, con un promedio de más de cuatro mil millones de pies cúbicos diarios de agosto a octubre, de acuerdo con datos del gobierno estadounidense.

El suministro, equivalente a aproximadamente un quinto de la producción total de gas del estado de Texas, desplazó los envíos de gas natural licuado, o GNL, provenientes de Perú, dijo Madeline Jowdy, directora senior de gas global y GNL en Pira con sede en Nueva York. Las exportaciones subieron aún más después que el gasoducto Los Ramones II de Petróleos Mexicanos inició operaciones en mayo.

Trump poseía acciones valuadas en más de un millón de dólares en un gigante de los gasoductos estadounidense, Energy Transfer Partners, el cual está ayudando a construir una tubería que trasladará más gas a México, de acuerdo con sus revelaciones federales como candidatos en 2015.

Todavía tenía casi 50 mil dólares en acciones de la empresa con sede en Dallas en el mes de mayo, de acuerdo con su más reciente revelación. Energy Transfer obtuvo el mes pasado la aprobación de Federal Energy Regulatory Commission para comenzar operaciones en San Elizario Crossing de Texas, que transportará gas a México.

Mientras el Departamento de Estado es el que emite los permisos presidenciales para los proyectos que cruzan las fronteras de Estados Unidos, la comisión tiene jurisdicción sobre los cruces de gasoductos.

Las importaciones de GNL a la terminal mexicana de Manzanillo procedentes de Estados Unidos también han aumentado. Diez petroleros han descargado gas súper refrigerado en las instalaciones ubicadas en la costa oeste de México desde principios de agosto, según datos del seguimiento de buques recompilados por Bloomberg.

El gas estadounidense entregado en Manzanillo se ha vendido hasta en 5.53 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU, por sus siglas en inglés), incluyendo los costos de transporte, con base en datos de un informe del Departamento de Energía.

La creciente dependencia de México del gas natural estadounidense no está exenta de riesgos, de acuerdo con Bank of America. Las medidas proteccionistas de la administración Trump podrían restringir las exportaciones del combustible, dijo vía correo electrónico Francisco Blanch, jefe de investigación de mercados de productos en el banco de Nueva York.

El impacto puede depender de cómo responda México a Trump, quien está considerando aplicar un impuesto de 20% a las importaciones provenientes del país para pagar el muro que se construiría a lo largo de la frontera del sur de Estados Unidos y que Trump prometió construir durante su campaña presidencial.

Sean Spicer, el secretario de prensa de la Casa Blanca, dijo recientemente: “Al hacer eso, podemos obtener 10 mil millones de dólares anuales y pagar fácilmente el muro sólo a través de ese mecanismo”.

Los envíos de gas han ayudado a los perforadores de energía estadounidenses a reducir el exceso de suministros que había provocado que los precios del combustible se desplomaran a su nivel más bajo en casi dos décadas. Pero en un giro de la ironía, las exportaciones también han reducido los costos para los fabricantes de México, ayudándoles a competir con las plantas estadounidenses.

Los cambios de las políticas, como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la construcción de un muro fronterizo, “arriesgan con afectar la demanda de exportaciones del gas natural estadounidense”, dijo Blanch. “Seguimos preocupados por las afectaciones a gran escala” que podría sufrir el comercio.

Hamza Khan, jefe de la estrategia de materias primas, dijo por correo electrónico que el gas podría seguir moviéndose a México a través de tuberías subterráneas, aunque Trump logre construir un muro a lo largo de la frontera de tres mil 200 kilómetros.

“Desde el punto de vista político todo es posible”, dijo, “pero como analista de materias primas, no veo por qué cualquiera de las dos partes querría o se beneficiaría de los menores flujos”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 

 

 


Fecha de publicación: 13/02/2017

Etiquetas: Gas Natural Licuado Exportación EUA México Compra Políticas Diferencias