13 de feb. (Bloomberg) -- ¿Qué aspecto tiene ahora la frontera México-Estados Unidos? La frontera tiene casi tres mil 200 kilómetros de longitud, dos tercios de los cuales se extienden a lo largo del Río Grande, conocido como Río Bravo del lado mexicano.

La tierra a lo largo de la frontera atraviesa ciudades, incluyendo San Ysidro, California, y El Paso, Texas, así como tierras de cultivo rurales, desiertos, arroyos, montañas escarpadas y reservas de vida silvestre. La frontera cuenta con una serie de vallas existentes, más de 30 estaciones de la Patrulla Fronteriza y 25 puertos legales de entrada.

 

¿En qué partes ya hay barreras colocadas?

Las barreras actuales se extienden en mil 050 kilómetros de la frontera México-Estados Unidos, principalmente a lo largo de la mitad occidental.

Gran parte de las fronteras del sur de California, Arizona y Nuevo México tienen barreras actualmente, que van desde una valla de hierro y metal corrugado de 5.5 metros de altura hasta barreras móviles improvisadas y alambre de púas.

 

¿Cuántas personas cruzan ilegalmente de México a Estados Unidos?

Es difícil decirlo. El año pasado hubo 408 mil 870 aprensiones fronterizas en el sudoeste de Estados Unidos --un gran número de los cuales fueron personas que se presentaron ante los agentes fronterizos y que buscaban asilo.

Eso es de acuerdo con las cifras de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, y también incluye varias cifras de las personas que fueron capturadas varias veces. Las detenciones se han reducido hasta los niveles observados por última vez a principios de los años setenta. Es menos claro cuántos cruzan con éxito la frontera. La Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza trata de estimar el total basándose en imágenes de vigilancia, evidencia de movimiento (por ejemplo, huellas, rocas derribadas, basura) e informes de residentes locales. En 2015, la Patrulla Fronteriza proclamó una tasa de éxito de 81% en la aprehensión o el rechazo de las personas que intentaron cruzar ilegalmente.

Las estimaciones externas son menos atractivas. En un informe de 2013, el Consejo de Relaciones Exteriores estimó que la tasa de éxito de la Patrulla Fronteriza se situaba entre 40 y 55%. El Instituto de Análisis de Defensa, un grupo de investigación sin fines de lucro y no partidista que trabaja exclusivamente para agencias gubernamentales de Estados Unidos, calcula que alrededor de 200 mil personas lograron cruza en 2015, menos de los dos millones que ingresaron en 2000.

 

¿En qué parte está cruzando la gente ilegalmente a Estados Unidos?

Casi la mitad de las aprensiones fronterizas ocurren cerca de la frontera de Texas que está más al sur del país.

El área, conocida como el Sector de Patrulla Fronteriza del Valle del Río Grande, representó 46% de todas las aprehensiones en 2016. De 1998 a 2012, la mayoría de las aprensiones ocurrieron cerca de Tucson, Arizona. Gran parte de la frontera sur de Arizona está cercada. Eso ha reducido significativamente los cruces ahí, pero condujo a un aumento de cruces más al este, en Texas.

 

¿Quién puso las actuales barreras fronterizas?

La mayor parte de la actual cerca fronteriza fue construida después de 2006, durante el gobierno del presidente George W. Bush.

La construcción financiada federalmente comenzó en la década de los noventa, cuando se construyeron 22.4 kilómetros de valla a lo largo de la frontera de California durante los gobiernos de George H.W. Bush y Bill Clinton. Las barreras se enfocaron a los que cruzaban la frontera entre Tijuana y San Diego.

En 2006, George W. Bush firmó la Secure Fence Act, que finalmente llevó a la construcción de mil 44.8 kilómetros de vallas reforzadas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. El Departamento de Seguridad Nacional había terminado la mayor parte de la valla el momento en que el presidente Barack Obama asumió su cargo en 2009, pero la dependencia aún tiene 75.2 kilómetros de de vallas autorizadas y no terminadas para ser construidas. Trump ha citado la Secure Fence Act como la autoridad legal para reanudar el trabajo sobre las barreras fronterizas.

 

¿Cuál es la propuesta del muro de Trump?

Trump ha sugerido una barrera física de mil 600 kilómetros de longitud hecha de concreto, aunque la administración también ha discutido otras opciones.

En las entrevistas, Trump ha dicho que se podría ser utilizar bloques de hormigón prefabricados para construir la pared, similar a las paredes de la frontera de Israel con Palestina, y ha sugerido típicamente para que la pared mida alrededor de 12 metros de altura. Desde que ganó las elecciones, dijo que estaría dispuesto a aceptar una valla a lo largo de algunos tramos de la frontera, y que el muro necesitaría cubrir solamente la mitad de la frontera de tres mil 200 kilómetros, teniendo al resto cubierto con las barreras naturales. No está claro cómo las actuales barreras fronterizas encajarían en este plan.

John Kelly, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, ha descrito que el plan de Trump considera “barreras físicas efectivas, tecnología avanzada y despliegue estratégico del personal encargado de hacer cumplir la ley”.

 

¿Quieren los estadounidenses construir el muro?

Las encuestas sugieren que la mayoría de los estadounidenses no apoyan la construcción del muro fronterizo.

Una encuesta realizada en agosto por Pew Research encontró que 61% de los estadounidenses se oponen a “construir un muro a lo largo de toda la frontera con México”, mientras que 36% está a favor. Los que critican la encuesta de Pew han dicho que la propuesta del muro de Trump no pretende cubrir toda la frontera.

Una encuesta más reciente de Pew realizada en enero pidió a los encuestados darle prioridad a ocho propuestas posibles de la reforma de la inmigración de Estados Unidos, y la construcción de un muro fue la opción menos popular. Sólo 40% de los encuestados pensó que construir un muro fronterizo era muy importante o algo importante.

 

¿Necesita el muro la aprobación del Congreso?

Su construcción puede iniciar inmediatamente, pero el Congreso necesitaría aprobar la mayor parte de su financiamiento.

Poco después de asumir el cargo, Trump firmó una orden ejecutiva que exige que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) “planee, diseñe y construya inmediatamente un muro físico a lo largo de la frontera sur”. El equipo de Trump cree que la Secure Fence Act de 2006 le permite comenzar a construir un muro fronterizo, y ha instruido al DHS que use los fondos federales ya disponibles para iniciar el proceso. Esa ley permite que el DHS “tome todas las medidas que el secretario considere necesarias y pertinentes para lograr y mantener el control operacional de todas las fronteras terrestres y marítimas internacionales de Estados Unidos”. También incluyó la aprobación de “mejorías físicas de la infraestructura”, como el muro que Trump ha propuesto.

Sin embargo, se necesitarían miles de millones de dólares en fondos adicionales del Congreso para completar el proyecto. Paul Ryan, vocero de la Cámara de Representantes, y Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado, han declarado públicamente que apoyan el financiamiento para construir el muro. Sin embargo, los demócratas del Senado probablemente complicarán cualquier esfuerzo que le envíe un proyecto de ley al presidente Trump.

 

¿Cuánto costaría construir el muro de Trump?

Las estimaciones oscilan entre ocho mil y 40 mil millones de dólares, dependiendo a quien le pregunte.

Trump estima que el muro puede ser construido con una cifra que oscila entre los ocho mil y 12 mil millones de dólares. Los republicanos del Congreso dijeron que esperan que cueste entre 12 mil y 15 mil millones de dólares, de acuerdo con lo que cuesta construir la valla fronteriza existente. De acuerdo a Reuters, un informe interno del Departamento de Seguridad Nacional indicó que el muro podría costar hasta 21 mil 600 millones de dólares.

Las estimaciones independientes han sido mucho mayores. Un estudio publicado en el MIT Technology Review señaló que un muro de 16 mil kilómetros costaría de 27 mil millones a 40 mil millones de dólares. El estudio estimó ocho mil 700 millones para el concreto, cuatro mil 600 mil millones para el acero y los costos laborales entre 14 mil y 27 mil millones de dólares. Separadamente, Bernstein Research calculó entre 15 mil a 25 mil millones de dólares los costos de mano de obra, adquisición de tierras y construcción.

 

¿México pagaría el muro?

Parece que México no pagaría directamente la construcción del muro, tal y como Trump ha insistido. 

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha sido enfático en negarse a financiar el muro de Trump. Esto va en contra de la promesa de campaña de Trump de que México pagará por el proyecto, pero desde que ganó las elecciones, Trump ha sugerido que los Estados Unidos pueden recuperar los gastos del muro de México a través de métodos alternativos.

 

¿Si México no paga el muro, entonces quién?

Una posibilidad es que los contribuyentes estadounidenses lo paguen, y el Congreso trataría de reducir el costo con México.

Aunque Estados Unidos no pueden obligar legalmente a México a pagar la infraestructura de Estados Unidos, Trump y los líderes del Partido Republicano han sugerido que hay otros medios para recuperar los costos de construcción de México. En una entrevista en enero, Ryan, el vocero de la Cámara de Representantes, dijo: “Vamos a pagar por ello y por adelantado” y “Hay muchas maneras diferentes para conseguir que México contribuya a hacer esto".

En abril de 2016, Trump dijo que podría invocar la Patriot Act para cancelar los pagos de remesas a México de los inmigrantes mexicanos que residen en Estados Unidos. Los mexicanos que viven en Estados Unidos enviaron a sus hogares 25 mil 700 millones de dólares en remesas en 2016, de acuerdo con Banco de México. Eso es más de 95% de todas las remesas recibidas por México el año pasado. La propuesta de Trump aumentaría los requisitos necesarios para enviar dinero a una nación extranjera, lo que dificultaría que los inmigrantes envíen dinero sin documentación que demuestre su situación legal en el país.

Pero la propuesta de Trump ha suscitado escepticismo entre los expertos legales. Un informe de K&L Gates, una firma de internacional de abogados, dijo que el plan de Trump plantea cuestiones constitucionales y le impone una carga significativa sobre las instituciones financieras. Stuart Anderson, director ejecutivo de National Foundation for American Policy, dijo que la interpretación de Trump de la Ley Patriota es demasiado amplia, y anticipa que la propuesta sería desafiada en los tribunales.

Más recientemente, Sean Spicer, el secretario de prensa de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos podría “pagar fácilmente el muro” imponiendo un impuesto de ajuste de 20% a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Sin embargo, el equipo de Trump aclaró más tarde que un impuesto fronterizo sólo era “una idea” que podría funcionar.

 

¿Se usaría dominio eminente para adquirir tierras para el muro?

Es lo más probable, dado que los previos proyectos fronterizos también lo han usado.

Dos tercios de las tierras ubicadas a lo largo de la frontera son privadas o estatales. La mayor parte de esas tierras están en Texas, donde gran parte de la frontera no tiene valla. La administración Trump probablemente necesitaría usar el dominio eminente para adquirir el resto de los terrenos necesarios para completar el muro fronterizo.

El gobierno de Estados Unidos ha utilizado el dominio eminente para adquirir tierras para construir las secciones existentes de la valla fronteriza, y el precedente legal está de lado de Trump. En 2005, el Tribunal Supremo dictaminó, en Kelo vs. The City of New London, que los gobiernos locales pueden obligar a los propietarios a vender y dar paso al desarrollo económico privado cuando los funcionarios decidan que eso beneficiaría al público.

Sin embargo, los intentos de adquirir tierras sin duda enfrentarían retos en los tribunales. Históricamente, los casos relacionados con las tierras relacionadas con el muro han tardado años en ser resueltos, dando como resultado frecuentes y costosos arreglos. Una revisión de Associated Press de casos de dominio eminente relacionados con la frontera en 2012 encontró que el gobierno de los Estados Unidos gastó aproximadamente 15 millones de dólares para adquirir 300 propiedades a lo largo de la frontera en Texas.

Algunos propietarios, cuyas tierras estarían atrapadas entre el muro y la frontera con México, probablemente presentarán reclamaciones de pérdida de valor de su propiedad, lo que podría alentar cualquier construcción del muro.

 

¿Quién construiría el muro?

El Departamento de Seguridad Nacional probablemente solicitaría ofertas de contratistas privados para realizar la mayor parte del trabajo.

Una orden ejecutiva del Presidente Trump instruyó al Departamento de Seguridad Nacional planificar, diseñar y construir el muro. Sin embargo, estos tipos de proyectos suelen ser adjudicados a contratistas privados que realizan la mayor parte de ese trabajo. Por ejemplo, los fabricantes de cemento estarían preparados para ganar el proyecto, especialmente aquellos con instalaciones de producción ubicadas a lo largo de la frontera, como la mexicana Cemex y el grupo Cementos de Chihuahua.

 

¿Cuánto tiempo tomaría construir el muro?

Varios años cuando menos.

La obtención de fondos para el proyecto y la adquisición de terrenos en los que se construiría podrían causar retrasos significativos. La mayor parte de los mil 44.8 kilómetros existentes de muro tardaron cerca de tres años en erigirse, pero algunos de los terrenos más difíciles aumentaron ese periodo de tiempo. John Kelly, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que el proyecto estará “iniciando dentro de dos años”. Según Reuters, un informe interno del Departamento de Seguridad Nacional sugirió que el proyecto podría estar terminado a fines de 2020.

 

¿Sería efectivo dicho muro?

Las aprensiones fronterizas tienden a disminuir en las áreas después que las barreras han sido construidas, aunque otros factores probablemente también contribuyen.

Hubo una caída significativa en las aprensiones después de que se construyó la valla cerca de San Diego a principios de 1990. La caída ahí fue seguida por un aumento en las aprehensiones al este, cerca de Tucson, Arizona, donde la frontera estaba menos fortificada. Cuando la valla se extendió a través de gran parte de la frontera de Arizona, ahí también cayeron las aprensiones. Ahora las aprehensiones son más altas en el sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza del sur de Texas. Gran parte de Texas carece de valla, aunque hay algunas en el Valle del Río Grande.

Si bien la valla ciertamente contribuyó a un menor número de aprensiones en la frontera entre Estados Unidos y México, es probable que varios factores provocaran esa caída. La nueva valla fronteriza a menudo coincidió con un aumento en el número de agentes de la patrulla fronteriza en la zona. Las detenciones se redujeron a la mitad después de la recesión que duró de 2007 a 2009, cuando las menores oportunidades económicas en Estados Unidos pudieron haber disuadido a los posibles migrantes.

Está claro que el refuerzo no está exento de limitaciones. Agentes fronterizos dijeron al New York Times que encontraron por menos un túnel por mes de 2007 a 2010 a medida que aumentaban la valla. Además, un muro no disuadiría a los solicitantes de asilo, que se presentan ante los agentes fronterizos en los puertos legales de entrada y que actualmente constituyen un gran número de los detenidos en la frontera. Tampoco frenaría a los inmigrantes que vuelan al país y que se quedan por más tiempo que el señalado en las visas legales. El Departamento de Seguridad Nacional dijo que casi 530 mil personas se quedaron por más tiempo en 2015, unas 200 mil más que las que fueron detenidas en la frontera ese mismo año.

En enero, el Presidente Trump señaló al muro de Israel como un modelo exitoso, diciéndole a Fox News: “Ellos estaban teniendo un desastre total y construyeron un muro. Es representó un paro de 99.9%”.

 

¿Cómo afectaría el muro a las relaciones México-Estados Unidos?

Una disputa pública entre Trump y Peña Nieto podría tener grandes implicaciones en el comercio México-Estados Unidos.

Trump insistió durante toda su campaña y durante su presidencia en que México pagará el muro. Peña Nieto ha insistido en que su país no lo hará, y canceló su primera visita a la Casa Blanca de Trump después de un enfrentamiento de Twitter sobre el tema.

La tensión ha llevado a hablar más sobre la reforma o la revocación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLC, un acuerdo que actualmente permite que bienes por un valor de 584 mil millones de dólares atraviesen las fronteras libres de aranceles anualmente. Las exportaciones a Estados Unidos representaron más de 6% del producto interno bruto de México en 2015, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg, y las remesas de mexicanos que viven en Estados Unidos totalizaron un 2% adicional ese año. La alteración del comercio y las remesas podría ser dolorosa para la economía mexicana.

A la luz del debilitamiento de la relación, México ha dicho que está tratando de diversificar su comercio, lo que podría ser una oportunidad para que China pueda obtener más influencia en la región.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo      

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Fecha de publicación: 13/02/2017

Etiquetas: México EUA Frontera Muro Fronterizo Trump Propuesta