14 de feb. (Sentido Común) -- Los últimos seis embajadores de Estados Unidos en México realizaron un acto sin precedente en defensa del país al pedir a la administración del presidente Donald J. Trump dar un trato de socio estratégico al país vecino del sur.

A través de un editorial publicada en el diario estadounidense The Washington Post, los exembajadores John D. Negroponte, James R. Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual y Earl Anthony Wayne, quienes estuvieron al frente en distintos momentos de la embajada estadounidense en México de 1993 a 2015, expresaron cierta alarma por el deterioro que comienza a percibirse en una relación bi-nacional que a lo largo de las últimas dos décadas y media ha dado extraordinarios dividendos para ambas naciones.

“Mucho puede mejorarse de la relación entre México y Estados Unidos para el beneficio de los dos países, pero para superar esos retos no se debe hacer con una propuesta de ganar-perder”, dijeron los exembajadores en su editorial. “Ambas naciones pueden ganar seguridad y prosperidad, pero revivir la animosidad y la distancia que caracterizó la relación en los setentas y ochentas es peligroso y va contra nuestro interés”.

El escrito de los exembajadores se suma a otras voces que en semanas recientes han buscado persuadir a Trump a modificar su actitud antagónica en diversos temas que lastiman a México, como su versión de que el país se ha beneficiado injustamente del tratado de libre comercio que firmaron los dos países y Canadá en 1993 y que entró en vigor al año siguiente.

La propuesta de Trump de edificar un muro al sur de la frontera ha también generado un enorme descontento en México.

Si bien ya hoy existen diversos tipos de vallas que separan a las dos naciones a lo largo de miles de kilómetros de la frontera México-Estados Unidos, la actitud del presidente estadounidense en torno a sus planes para ampliar esa barrera artificial a lo largo de toda la frontera y de que además México pagará por esa obra, es vista como un insulto y una ofensa para una nación, que a pesar de haber perdido la mitad de su territorio a Estados Unidos, ha estado dispuesta a olvidar ese capítulo de su historia y las diferencias culturales que tienen los dos países, para dedicarse a ser amigo de su ex enemigo.

De ahí que los embajadores estadounidenses expresaran su preocupación por lo que está ocurriendo desde la campaña electoral de Trump y más ahora que es ya el presidente del país más poderoso del mundo.

“Estamos muy preocupados que los cimientos [de la buena relación que se ha construido desde los noventas] estén siendo sacudidos”, escribieron. “Las actitudes públicas en ambas naciones se están amargando por acusaciones públicas. Los mexicanos creen que su dignidad nacional ha sido mancillada. Los proponentes de una cooperación más cercana con Estados Unidos están a la defensiva. Voces nacionalistas ganan tracción. Esto no sirve al interés de Estados Unidos en el largo plazo”.

Las palabras de los exembajadores cobran además relevancia ya que ellos pudieron constatar a lo largo de sus mandatos como representantes del gobierno de Estados Unidos en México de las ventajas que dejó la cooperación y no la confrontación.

“Hemos visto de primera mano el valor estratégico de cooperar con México para atacar problemas comunes, incluyendo el crimen, terrorismo y la competencia económica global”, dijeron. “En este camino, México se ha vuelto un país mucho más democrático y próspero, lo que lo ha convertido en un mejor y más confiable socio”.

Los exembajadores incluso sostuvieron una postura contraria a la que tiene Trump sobre el efecto del libre comercio sobre el empleo estadounidense. Desde la perspectiva del presidente estadounidense, el TLCAN o Nafta, como mejor se conoce al acuerdo de libre comercio trilateral, ha provocado que miles de trabajadores en Estados Unidos hayan perdido sus puestos de trabajo.

No es cierto, dijeron los seis exembajadores en su escrito al decir que si bien el tratado es perfectible, no es el "asesino de trabajos".

Los exembajadores dijeron que Nafta ha provocado que el número de empleos estadounidenses que depende del comercio con México se haya elevado desde 700 mil a cuatro millones 900 mil empleos, gracias a que el vecino del sur se ha convertido, por el libre comercio, en el segundo mercado en importancia para las empresas exportadoras estadounidenses.

     México consume más de nuestras exportaciones “de las que enviamos a China, Japón y Alemania, juntos”, escribieron. “Un estudio de 2013 estimó que Estados Unidos es 127 mil millones de dólares más rico cada año por el intercambio comercial de Nafta”.

     Para los exembajadores, la pérdida de empleos manufactureros estadounidenses debe atribuirse más a la automatización de las líneas de producción, o a China, que al libre comercio con México.

     Claro que todos coincidieron en señalar que el acuerdo puede mejorarse para modernizarlo a fin de que la región de Norte América mejore su competitividad.

     En cuanto al déficit comercial que Estados Unidos tiene con México, los exembajadores dijeron que se ha prestado demasiada atención a esa cifra, que es de alrededor de 63 mil millones de dólares, ya que los faltantes que tiene su país con China, la Unión Europea y Japón, son mucho mayores; además de que el déficit con México cayó 40% entre 2010 y 2015.

     Muchos economistas incluso consideran que ese déficit podría tornarse en superávit a medida que la economía mexicana crezca y consuma más combustibles estadounidenses o bien importe más maquinaria para su industria energética, que atraviesa por un cambio profundo luego que reformas a su marco regulatorio han permitido la entrada de capitales privados a diversos sectores, como el petrolero y el eléctrico --algo prohibido por décadas.

     Por último, los exembajadores también criticaron la propuesta de Trump de construir el muro ya que con esa obra el presidente estadounidense parece no reconocer que hoy las detenciones de mexicanos, que quieren cruzar la frontera a Estados Unidos, están en su nivel más bajo.

Además, desde su perspectiva el muro mina los esfuerzos de colaboración que realiza México con Estados Unidos para detener a los migrantes centroamericanos en la frontera sur que buscan llegar a la Unión Americana.

“Juntos, los autores, hemos sido testigos de los profundos y positivos cambios en la relación EUA-México a lo largo de un cuarto de un siglo”, escribieron. “Exhortamos a que Estados Unidos entable negociaciones serias, con base en cifras sobre las diferencias que puedan existir en materia de comercio y de otros asuntos. Comentarios intimidatorios y denigrantes complican la posibilidad de lograr resultados que apoyen a la economía estadounidense y mejoren la seguridad, al tiempo que generan posturas anti-estadounidenses”.

 


Fecha de publicación: 14/02/2017

Etiquetas: México EUA economía diplomacia gobierno política libre comercio internacional