20 de feb. (Sentido Común) -- Agustín Carstens, el gobernador de Banco de México, permanecerá en su cargo hasta el 30 de noviembre de este año, o cinco meses más que lo previsto cuando anunció su renuncia a ese cargo a finales del año pasado, dijeron fuentes del Instituto Central que tienen conocimiento del caso.

     La decisión de Carstens habría respondido a una petición del presidente Enrique Peña Nieto.

     De acuerdo con la información recabada, es muy probable que sea mañana cuando el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), la institución que Carstens dirigirá tras su partida de México, anuncie que aceptó una solicitud para aplazar la llegada del banquero central mexicano hasta el 1 de diciembre de este año.

     Originalmente su nombramiento como gerente general en ese organismo estaba planeado para octubre, por lo que el mexicano retrasaría dos meses su llegada a Basilea, Suiza, donde está la sede de esa institución.

     No es clara la razón por la que Peña Nieto solicitó a Carstens que postergara su permanencia al frente del Instituto Central, pero la prórroga ofrece más tiempo al presidente para decidir a quién propondrá para comandar al banco central.

     Además, la experiencia y credibilidad de Carstens son cruciales para el gobierno mexicano, principalmente de cara a los cambios en materia económica que podrían darse tras la llegada de Donald J. Trump a la presidencia de Estados Unidos, el principal socio comercial de México.

     Trump, desde que fue candidato presidencial, reveló sus intenciones de endurecer sus políticas comerciales con México, a quien culpa, sin prueba, de haberse aprovechado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ambas naciones firmaron hace más de dos décadas junto a Canadá.

     Además, el también empresario de bienes raíces reveló sus intenciones de endurecer sus controles migratorios e incluso confirmó que edificará un muro en la frontera con México para limitar el tránsito de personas que viajan hacia ese país en busca de un empleo.

     De ahí que analistas y participantes del mercado consideran que la experiencia de Carstens al frente del banco central podría ser determinante para reducir los episodios de volatilidad que pudiera enfrentar México y sus mercados financieros.

     Carstens fue designado como banquero central en diciembre de 2009, en sustitución de Guillermo Ortiz, a proposición del expresidente Felipe Calderón, y extendió su mandato a finales de 2015, propuesto por Peña Nieto.

     Anteriormente se desempeñó como secretario de Hacienda, también en el gobierno de Calderón Hinojosa, aunque ya ha ocupado varias posiciones en Banco de México, la Secretaría de Hacienda en incluso organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional.

     El banquero, que actualmente tiene 58 años, sorprendió al anunciar su separación de ese cargo a principios de diciembre del año pasado tras aceptar la invitación que recibió para dirigir BIS, una institución multinacional considerada como el ‘banco de bancos centrales’.

     “A mí lo que me da tranquilidad y me permite tomar con total responsabilidad esta decisión es que Banxico es una institución muy bien formada. . . que el ejecutivo y el legislativo han cuidado”, dijo Carstens, en una conferencia de prensa en diciembre pasado para explicar las decisiones de su partida. “Los tiempos no los marco yo”.

     Sin embargo, la decisión del banquero de dejar vacante su cargo, a pesar de que al mismo tiempo es un reconocimiento a su trayectoria y buen manejo de las condiciones macroeconómicas en el país, no estuvo exenta de polémica.

     Cartens recibió muchas críticas por el momento en que anunció su salida, casi un mes después que Trump ganara las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

     Después de esa victoria, el peso se debilitó de manera importante frente al dólar por las amenazas del político republicano, de ahí que muchos criticaron la salida prematura de quien es visto como una fuente de estabilidad en México.

     “La renuncia de Agustín Carstens como gobernador de Banco de México es una mala noticia en momento de amenaza e incertidumbre para nuestro país”, escribió el periodista Leo Zuckermann, en una columna de opinión del diario Excélsior, pocos días después del anuncio de la partida del banquero. “Muestra, por un lado, el innoble individualismo de uno de los mejores funcionarios mexicanos y, por el otro, la falta de liderazgo del presidente Peña para convocar a los hombres y mujeres más capacitados del país a servir desde el gobierno en un periodo crítico como el que se vislumbra”.

     Ahora, con su permanencia por unos meses más, el gobierno parece estar mandado una señal de tranquilidad a los mercados.

     Por ley, el sustituto de Carstens será elegido entre quienes conforman la junta de gobierno del banco central.

    De ahí que algunos analistas estiman que Alejandro Díaz de León o Manuel Ramos Francia, actuales subgobernadores de Banxico, son los candidatos con mayor probabilidad de sustituir a Carstens, pero no se descarta que el nombramiento sea de una persona que actualmente no pertenece al banco central.

 


Fecha de publicación: 20/02/2017

Etiquetas: Carstens Banxico EPN economía política monetaria