15 de mar. (Sentido Común) -- Peter Navarro, el principal asesor comercial de presidente estadounidense Donald J. Trump y uno de las figuras públicas que participará en las próximas negociaciones comerciales que realizará ese país con sus vecinos del norte y sur, mostró un tono más conciliador con respecto a la visión de la relación comercial que debe tener la mayor economía del mundo con México y Canadá.

     A diferencia de otras ocasiones, el economista de 67 años dijo en entrevista exclusiva con la agencia de noticias internacional Bloomberg, que es importante actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN, firmado por Estados Unidos, México y Canadá en 1993, para convertir a la región en una “potencia manufacturera” que contenga la llegada de componentes provenientes de otra región.

     “Tenemos una tremenda oportunidad, con México en particular, de usar mayores reglas de origen para desarrollar una potencia regional que sea mutuamente benéfica, donde los trabajadores y los fabricantes de ambos lados de la frontera ganen enormemente”, dijo el economista graduado en Harvard University en la entrevista. “Es tanto su interés como nuestro aumentar las reglas de origen”.

     Reglas de origen es el término que se usa para determinar la cantidad mínima de materias primas o componentes provenientes de una región que debe tener un bien para que pueda comercializarse entre los países que conforman esa región sin pagar aranceles al cruzar la frontera.

     Si un producto no cumple con la regla de origen, entonces no recibe el beneficio del acuerdo de libre comercio y debe pagar un impuesto al pasar de un país a otro.

     Así, los países miembros de los tratados de libre comercio se aseguran que el beneficio de este acuerdo aplica sólo a aquellos productos producidos en la región y que tienen suficiente contenido local para ser etiquetados de esa zona económica.

     Navarro no es ni el primero ni el único que ha mencionado, dentro del gabinete del presidente Trump, sobre la urgencia de actualizar las reglas de origen para evitar China y otros países se beneficien indirectamente del TLCAN, al exportar piezas a México, un lugar donde se fabrican muchos productos que luego se envían a Estados Unidos libre de arancel para su venta en ese mercado.

     La diferencia es que hasta ahora Navarro era percibido como uno de los más antagónicos al libre comercio entre los miembros del equipo cercano a Trump.

     Con los comentarios que dio a Bloomberg, Navarro al parecer se muestra mucho más conciliador sobre las ventajas que el libre comercio puede traer para los países que conforman el TLCAN, siempre y cuando se fortalezcan diversas partes del acuerdo, como las reglas de origen, para asegurar que los beneficiarios de ese intercambio comercial serán los países que integran el acuerdo y no otras naciones que busquen aprovecharlo.

     Estas declaraciones parecen hasta cierto punto chocar con el tono antagónico que ha mostrado Trump con respecto al futuro del TLCAN. Una de sus primeras acciones fue iniciar un proceso de evaluación del acuerdo para iniciar una renegociación con sus otros dos socios, en busca de obtener concesiones que considere favorables a los intereses de los trabajadores de su país.

     Si no consigue obtener estos beneficios, entonces Estados Unidos dará por concluido este acuerdo regional de libre comercio, dijo el empresario de bienes raíces convertido en político.

     No obstante, mientras algunas declaraciones pueden parecer agresivas, otras opiniones de asesores y funcionarios de Trump han reconocido la importancia de la relación comercial que existe con México.

     Apenas ayer, en una audiencia ante el comité de servicios financieros del Senado de Estados Unidos, Robert Lighthizer, el candidato a convertirse en el próximo titular de la oficina de U.S. Trade Representative, dijo que confía en poder lograr un buen acuerdo comercial con México que sea benéfico para ambos países sin perder lo que se ha logrado al paso de los años con el TLCAN.

     “TLCAN necesita una modernización pero se debe ser cuidadoso para no afectar en el proceso a aquellos que ya han sido ganadores”, dijo Lighthizer, quien aspira a encabezar la oficina responsable de negociar los acuerdos comerciales del país vecino del norte. “Estados Unidos y México se necesitan mucho económicamente y actualizar un mecanismo de tantos años de vigencia se puede hacer de manera que beneficie a ambos”.

     Estados Unidos compra alrededor de 80% de las exportaciones totales de México, de ahí que la segunda economía más grande de América Latina esté muy comprometida en buscar formas que aseguren la supervivencia del acuerdo comercial, siempre y cuando eso no implique ir en contra de sus intereses económicos, sociales y políticos.

     Incluso, si la relación comercial entre ambos vecinos se mira bajo la óptica del tráfico de bienes manufactureros entonces la importancia es aún mayor. México ha enviado más del 90% de sus exportaciones manufactureras al norte de su frontera desde mediados de 2014, de acuerdo con datos de Inegi, el organismo responsable de recabar la información económica y social del país.

     Cierto, nadie puede negar la importancia del mercado estadounidense para la economía mexicana, pero al mismo tiempo el país importa cerca de la mitad de sus bienes manufactureros desde Estados Unidos.

     De hecho México es el tercer mayor mercado para la mayor economía del planeta y muchos de los productos que ambos países intercambian cruzan la frontera varias veces, como parte de su proceso de fabricación, antes de ser vendido a los consumidores estadounidenses.

 


Fecha de publicación: 15/03/2017

Etiquetas: EUA México Trump economía comercio Navarro manufacturas