23 de mar. (Dow Jones) -- “Deja que tus ganadores continúen” es uno de los adagios más antiguos en las inversiones. Una de las ideas más recientes es que los ganadores realmente pueden estar huyendo llevándose todo consigo.

El capitalismo moderno se basa en la idea de que a medida que crecen las empresas, éstas se abotagan felizmente y se descuidan, dándoles con ello oportunidad a los competidores magros y hambrientos que pueden tener una menor cotización y así superarlas. Ese ciclo de destrucción creativa puede estar cambiando de maneras que ayudan a explicar el ascenso aparentemente irrefrenable del mercado de valores.

Nuevas investigaciones de los economistas Gustavo Grullon de Rice University, Yelena Larkin de York University y Roni Michaely de Cornell University argumentan que las compañías estadounidenses están avanzando hacia un sistema de “el ganador toma todo”, en el que los gigantes se fortalecen, no se debilitan, conforme estos crecen.

Esa es la última de las investigaciones recientes realizadas por economistas que trabajan de manera independiente que han llegado a conclusiones similares: una pocas “firmas súper estelares” han crecido para dominar sus industrias, expulsando a sus competidores y controlando los mercados a tal grado que no se veía en muchas décadas.

Pero veamos más allá de los ejemplos tan obvios del ganador toma todo como Apple o Alfabeto, casa matriz de Google.

Considere los servicios inmobiliarios. En 1997, de acuerdo con los investigadores Grullon, Larkin y Michaely, ese sector tenía 42 empresas que cotizaban en bolsa; Los cuatro mayores generaron 49% de los ingresos totales del grupo. Para el año 2014, sólo quedaban 20 firmas públicas y las cuatro principales --CBRE Group, Jones Lang LaSalle, Realogy Holdings y Wyndham Worldwide-- controlaban 78% de los ingresos totales del grupo.

Analice también los supermercados. En 1997 había 36 empresas que cotizaban en bolsa en esa industria, y las cuatro principales representaban más de la mitad de sus ventas totales. En 2014 ya sólo quedaban 11. Los cuatro principales --Kroger, Supervalu, Whole Foods Market y Roundy's (desde que fue adquirida por Kroger)—controlaban 89% del pastel.

Estados Unidos tenía más de siete mil empresas públicas hace 20 años, señalaron los profesores; hoy en día hay menos de cuatro mil.

Los ganadores también se están llevando la mayor parte de las ganancias, dijo Leuthold Group, una firma de investigación de inversiones y gestión de activos de Minneapolis.

A finales de 1996, las 25 empresas incluidas en el índice S&P 500 con los mayores márgenes de ganancias netas --ganancias como porcentaje de los ingresos-- obtuvieron una mediana de poco menos de 21 centavos por cada dólar de las ventas. El año pasado, las 25 mejores empresas ganaron una mediana de 39 centavos por dólar.

Hace dos décadas, la mediana del margen neto de todos los miembros del S&P 500 fue de 6.7%. A finales de 2016, éste había aumentado a 9.7%.

Por lo tanto, mientras que las empresas en su conjunto se volvieron más rentables en los últimos 20 años, los ganadores se tornaron mucho más rentables --casi duplicando las ganancias que obtuvieron por cada dólar de ventas.

Entre las 25 empresas con mayores márgenes el año pasado estuvieron eBay, Altria Group, Baxter International, Gilead Sciences, Corning, Visa, Mastercard, Facebook, Amgen y Biogen.

“Estoy decepcionado con el capitalismo”, bromeó Doug Ramsey, director de inversiones de Leuthold. “Parece que los grandes se están alejando lentamente de los demás”.

¿Por qué sería más fácil ahora que los ganadores lo tomen todo? El profesor Michaely sugiere dos teorías. La decreciente aplicación de las normas antimonopolios ha llevado a fusiones cada vez más grandes, a una menor competencia y a mayores ganancias. La otra es la tecnología. “Si quieres competir con Google o Amazon”, dijo, “entonces tendrías que invertir no sólo miles de millones de dólares, sino decenas de miles de millones de dólares”.

Él y sus colegas han descubierto que si usted hubiera invertido en industrias en las que las principales empresas se estaban volviendo cada vez más dominantes, apostando contra los sectores cuyas principales empresas se estaban debilitando, habría superado el mercado de valores en general en un promedio de aproximadamente nueve puntos porcentuales anuales entre 2001 y 2014.

Para lograrlo, usted contaría las compañías públicas de una industria dada cada año y utilizaría las cifras de ventas de sus informes anuales para calcular lo que se conoce como el índice de Herfindahl-Hirschman (HHI, por sus siglas en inglés).

Si el número de empresas está disminuyendo, y el HHI está subiendo, entonces los ganadores están tomando todo --y por ende debería comprar sus acciones.

Tal vez eso es lo que muchos inversionistas en acciones han estado haciendo últimamente, incluso si se basan en su instinto, en lugar de hacerlo en pruebas estadísticas. Debido a que los ganadores han estado forzando a las empresas más débiles a abandonar del mercado, demasiado dinero está persiguiendo muy pocas acciones.

Sin embargo, ésta historia ofrece una advertencia. Muchas veces en el pasado, los ganadores han tomado todo --pero rara vez por mucho tiempo.

Tal vez las leyes de la destrucción creativa finalmente han sido derogadas de una vez por todas. Aunque tarde o temprano, el capitalismo siempre ha sido capaz de convertir a los ganadores imparables de ayer en los perdedores de hoy y mañana.

Usted bien podría ver eso --preferiblemente en un BlackBerry, si aún puede encontrar a alguien que todavía utilice uno.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 23/03/2017

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