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9 de may. (Dow Jones) -- En 2010, una empresa llamada Swift River Investments invirtió dinero en una compañía de programación desarrollada por el gigante especializado en inversiones bursátiles Blackstone Group Five. Cinco años más tarde, una compañía co-propiedad de Blackstone adquirió la firma de programación a un precio que le significó grandes ganancias a Swift River.
El toma y daca de Blackstone que involucró a Swift River no sería notable de no ser por una pequeño detalle: Swift River invierte riqueza patrimonial de parte del presidente y director de operaciones de Blackstone, Hamilton “Tony” James. Además, un hermano suyo dirige la firma.
Los multimillonarios de Wall Street, cuyas fortunas fueron creadas invirtiendo el dinero de otras personas, están poniendo cada vez más de su dinero en inversiones paralelas, mientras continúan operando sus fondos de cobertura o fondos de capital privado de parte de sus clientes.
Los negocios secundarios, que a menudo utilizan estrategias de inversión similares a las de las firmas que sus propietarios manejan de parte de sus clientes, son una preocupación creciente para los fondos de pensiones, fideicomisos universitarios y otros inversionistas institucionales que conforman la clientela de los fondos de cobertura y fondos de capitales privados.
A los inversionistas les preocupa que los negocios secundarios, muchos de los cuales toman la forma de “oficina familiar”, estructuras establecidas para manejar las finanzas a largo plazo de los ultra ricos, diluyen el tiempo y la energía de los administradores de activos, traicionan la confianza depositada en los fondos que esos supervisores de activos pueden supervisar y que eso pueda implicar recaer en una variedad de riesgos de conflicto de intereses.
“Es una distracción en el mejor de los casos y un conflicto en el peor de ellos”, dijo Jonathan Grabel, director de inversiones de Los Angeles County Employees Retirement Association, un fondo de pensiones de 50 mil millones de dólares. “En la medida en que le encomendamos a una empresa los ahorros de jubilación de un gran grupo de personas, eso no es consistente con su deber fiduciario para con nosotros como inversionistas”.
Si los administradores se involucran mucho en sus negocios de inversión patrimonial, dijo Grabeljo: “Ya no se puede argumentar que le ponen la misma dedicación a administrar nuestro dinero”.
Las inversiones personales también pueden enredar a los fondos de cobertura o a las firmas de capitales privados en situaciones difíciles, como la que involucró la participación de Fortress Investment Group y el equipo de baloncesto de Milwaukee Bucks, que provocó una protesta pública sobre el financiamiento de una arena financiada por los contribuyentes.
En el asunto Blackstone/Swift River, Blackstone dijo que sus transacciones que involucraron a la firma de inversión patrimonial de James fueron aprobadas por el comité de conflictos de Blackstone, y que James no participó en las decisiones. Él director de operaciones se negó a ser entrevistado.
Las oficinas familiares están siendo cada vez más utilizadas por los clanes con fortunas de 250 millones de dólares o más para hacer inversiones personales. En gran parte son entidades no reguladas, proporcionando así secrecía y flexibilidad. Cada vez más, éstas invierten no sólo en acciones y bonos, sino directamente en empresas, incluyendo compañías de Silicon Valley.
Al menos 20 fundadores o altos ejecutivos de destacados fondos de cobertura estadounidenses y firmas de capital privado han establecido oficinas familiares o empresas similares de inversión privada, de acuerdo con un recuento realizado por el diario The Wall Street Journal.
Entre estos ejecutivos están los tres cofundadores de Apollo Global Management, una de las mayores firmas de capital privado del mundo; David Bonderman, socio fundador y presidente de otra firma, TPG; y Paul Tudor Jones de la firma de fondos de inversión Tudor Investment. Algunas oficinas familiares están evolucionando para convertirse en negocios completos que comparten personal, oficinas e ideas con los principales fondos de sus propietarios.
La oficina familiar de Joshua Harris, cofundador de Apollo, llamada HRS Management, incluye un equipo que trata de hacer transacciones de capitales privados. Éste y Apollo han revisado en ocasiones algunos de los mismos acuerdos potenciales, aunque por lo general HRS se centra en las transacciones más pequeñas y Apollo obtiene primeros detalles de cualquier proyecto, dijo la gente cercana a Apollo.
A través de su oficina familiar, Harris también es copropietario y ayuda a manejar tres equipos deportivos, incluyendo a los Philadelphia 76ers. Una persona familiarizada con el negocio de Harris dijo que él invierte 85% de su tiempo en Apollo.
Algunos clientes de fondos de cobertura y de capital privado dicen que no entienden por qué los administradores de activos no tienen todo su dinero personal en fondos que cobran fuertes honorarios por su administración. Otros clientes dijeron que la diversificación puede tener sentido para los gerentes y que no les importa mientras sus fondos se desempeñen bien.
“¡Queremos asegurarnos de que el fondo siempre sea el principal beneficiario de las ideas de inversión y el principal beneficiario del tiempo del administrador de la cartera!”, dijo Michelle Knudsen, de Partners, Londres, con sede en Londres. En ocasiones, Partners ha retirado dinero cuando presentía que divagaba el enfoque de un administrador de fondos, agregó.
Los administradores de fondos de inversión de clientes están legalmente obligados a actuar en el mejor interés de esos fondos. Sus obligaciones específicas se establecen mediante contratos con los clientes. Esto a veces requiere que los administradores comprometan un tiempo sustancial y una cierta parte de su dinero en sus fondos.
Para minimizar los conflictos, algunas firmas de fondos tienen departamentos de cumplimiento que aprueban cualquier inversión privada que realicen los ejecutivos del fondo. Las oficinas familiares, por su parte, a veces se alejan de una industria que es el foco del fondo del propietario por los clientes, o se enfocan a un sector diferente de la industria.
Pershing Square Capital Management de William Ackman permite a sus empleados invertir en empresas privadas, bienes raíces y otros activos porque Pershing Square invierte en empresas públicas exclusivamente. Los empleados del fondo de cobertura tienen que permitir que sus inversiones sean aprobadas por el director de cumplimiento de la empresa.
Aun así, las cosas pueden complicarse. En 2015, Ackman gastó personalmente siete millones de dólares en una participación de aproximadamente 1.5% en Sprout Pharmaceuticals, el fabricante de una medicamento para la libido femenina. Una de las posiciones más grandes de Pershing Square en ese momento estaba en Valeant Pharmaceuticals International.
Valeant y Sprout comenzaron a discutir su fusión más adelante ese año. Sprout buscó la colaboración de Ackman en el equipo administrativo de Valeant y se aseguró de ello, dijo una persona familiarizada con la transacción. Valeant adquirió Sprout en mil millones de dólares.
Eso fue bueno para los accionistas de Sprout, que casi duplicaron su dinero, pero menos para Valeant. La seguridad y efectividad se relacionan con las ventas de la píldora para la libido, Addyi, y los planes de comercialización se vieron frenados por una serie de problemas que surgieron en Valeant, incluyendo una controversia sobre sus vínculos con una farmacia que recibía pedidos por correo.
Ackman dijo a los accionistas de Pershing Square que no había jugado ningún papel en la decisión de Valeant para adquirir Sprout. Su interés económico en Pershing Square era mayor que su interés en Sprout, dijo una persona familiarizada con sus activos. La vocera de Valeant, Lainie Keller, dijo que el Addyi está aprobada por la FDA “con un perfil de seguridad y eficacia bien documentado”.
En Blackstone, los documentos reglamentarios han descrito dos posibles conflictos vinculados con Swift River, la firma que invierte dinero en acuerdos de capital privado por parte del presidente de Blackstone, James.
Uno involucró al desarrollador de programas iLevel Solutions, que Blackstone creó y que luego vendió hace siete años. Swift River invirtió poco menos de siete millones de dólares en iLevel y llegó a poseer alrededor de un cuarto de ella.
Luego, en 2015, una empresa propiedad de Blackstone adquirió iLevel. El precio fue de por lo menos 75 millones de dólares, dijo la gente familiarizada con la compra, lo que permitió a Swift River más que duplicar su dinero invertido.
Blackstone dijo en documentos regulatorios que había hablado con unos 20 inversionistas potenciales antes de seleccionar a Swift River como uno de los principales compradores de 2010. Dijo que las negociaciones fueron dirigidas por un inversionista externo no vinculado a la familia James.
En el otro conflicto potencial que citó en sus declaraciones esta vinculada a Swift River, una filial de desarrollo de negocios de Blackstone que proporcionó financiamiento a una compañía de servicios de campos petroleros en la cual Swift River poseía indirectamente una participación. Las declaraciones de Blackstone señalaron que James no trabajó en el financiamiento de la compañía petrolera Allied-Horizontal Wireline Services.
“Todas nuestros empleados están obligados a obtener la aprobación de sus inversiones personales externas”, dijo Christine Anderson, una portavoz de Blackstone. “Tenemos estrictas políticas y procedimientos en torno a los conflictos y los respetamos”. Los conflictos raros están sujetos a amplias aprobaciones y divulgación”.
El hermano de Tony James que dirige Swift River, David James, dijo que Swift River ya no es tan activo como antes. El año pasado, Tony James inició una nueva firma llamada Jefferson River Capital --llamada así en honor a un río que atraviesa el rancho de su familia en Montana-- para invertir en pequeñas transacciones de capital privado, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
En Apollo, los documentos regulatorios dicen que las oficinas familiares de los ejecutivos no pueden “usurpar oportunidades a favor de los clientes de Apollo” y que deben obtener la aprobación de las operaciones bursátiles de cierto tamaño por parte de la división de cumplimiento.
Dos fundadores, Harris y Marc Rowan, han vendido algunas de sus acciones en Apollo, que se hizo pública en 2011, mientras que el presidente ejecutivo, Leon Black, ha mantenido la suya.
La oficina familiar Rowan, RWN Management, invierte sus cerca de mil millones de dólares en tierras de cultivo, deuda y bienes raíces, de acuerdo con personas familiarizadas con el tema, quien agregó que está considerando convertir la unidad de bienes raíces en un fondo de inversión inmobiliario que cotice en bolsa.
RWN creó su equipo inmobiliario, que invierte alrededor de 200 millones de dólares, dos años después de que Apollo inició un fondo especializado en bienes raíces. RWN invierte en algunos de los mismos mercados, pero en su mayoría hace inversiones de capital que van de cinco a 50 millones de dólares, mientras que Apollo se enfoca a préstamos más grandes relacionados con propiedades comerciales, de acuerdo con personas familiarizadas con la inversión.
RWN dijo en una declaración a las autoridades reguladoras de los valores que Rowan puede hacer recomendaciones sobre la estrategia de su oficina familiar, pero que “ha tratado de abordar el conflicto asociado con su papel en Apollo al delegar la gestión cotidiana y la autoridad de inversión” a Ken Glassman, el director ejecutivo del fondo de cobertura. “Las inversiones de RWN están diseñadas para tener diferentes duraciones y perfiles riesgo-rendimiento que los hechos por los fondos de Apollo”, dijo Glassman.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 09/05/2017
Etiquetas: Fondos Inversión Administradores Inversiones Personales Conflicto Intereses