Washington, 16 de may. (Dow Jones) -- Peter Navarro, el asesor comercial más inflexible de la Casa Blanca, dijo que la administración sigue presionando para obtener concesiones de sus socios comerciales, a pesar de que el presidente ha flexibilizado notablemente sus posiciones referentes a China y México.

El presidente Donald Trump ya no habla de imponer aranceles elevados a las importaciones chinas, como lo hizo durante su campaña, y renunció a su promesa de calificar a Beijing como manipulador de divisas. También descartó recientemente una propuesta que Navarro ayudó conformar para sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLC.

La decisión de Trump del mes pasado de disolver el Consejo Nacional del Comercio (CNC), creado poco después de la elección y que era dirigido por Navarro, planteó preguntas sobre cuánta influencia tenían los “nacionalistas” económicos en las políticas. Las opiniones de Navarro se han enfrentado con las de Gary Cohn, ex presidente de Goldman Sachs, quien es director del Consejo Económico Nacional (CEN). Cohn, miembro del contingente “globalista” de la administración, ha sido una fuerza moderada en asuntos comerciales, dijeron funcionarios y cabilderos de la Casa Blanca.

“Yo no me preocupo de ser superado”, dijo Navarro en una entrevista. “Sólo me preocupo por hacer mi trabajo”.

Lindsay Walters, subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que todos los miembros del equipo de Trump están “trabajando primero y sobre todo por los esforzados trabajadores estadounidenses al perseguir políticas que crearán empleos, aumentarán los salarios y harán crecer nuestra economía”.

Al comienzo de la administración, Navarro influyó mucho en la elaboración de políticas económicas. El economista de University of California, en Irvine, había ayudado a moldear las amenazas comerciales de la campaña de Trump. Inicialmente se consideró que el CNC estaba a la par con el poderoso Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y el CEN. En enero, la revista The Economist dijo que él estaba a punto de convertirse en “uno de los economistas más poderosos del mundo”.

Cohn rápidamente proveyó de personal al CNC, contrató a dos expertos en comercio, y obtuvo la cartera del gasto en infraestructura.

El 29 de abril, Trump reemplazó al CNC por la Oficina de Políticas Comerciales y Manufacturas (OPCM), la cual continúa alojada en la espartana oficina de Navarro, ubicada al otro lado de un pasillo de la Casa Blanca y cuenta con dos empleados:  Navarro y su adjunto. Su agenda incluye ayudar a las empresas a manejar disputas comerciales, determinar las provisiones de la campaña “Buy American” y asegurarse de que las fuerzas armadas tengan una base industrial fuerte. Se trata de un papel más limitado que el que se esperaba que jugara el CNC.

“Navarro ha sido marginado”, dijo Peter Morici, un economista de University of Maryland, quien desde hace tiempo impulsa una política comercial más agresiva. La reorganización de la Casa Blanca “reconoce que el CEN ha ganado” la lucha por la agenda comercial, dando como resultado un enfoque menos confrontacional.

Navarro disputa la conclusión de Morici, diciendo que su influencia está intacta.  Navarro, de 67 años, dijo que ha comenzado a reunirse personalmente con Trump una vez por semana durante unos 15 minutos. Dijo que asesora al secretario de Comercio Wilbur Ross y que también asesorará a Robert Lighthizer ahora que ya ha sido confirmado por el Senado, como se esperaba, como Representante Comercial de Estados Unidos.

“Reconozco mi papel en el proceso, que es ayudarlos tras bambalinas donde sea y siempre que pueda”, dijo.

Una vocera del Representante Comercial de EUA declinó hacer comentarios. Un portavoz del Departamento de Comercio dijo: “Muchos miembros del personal de la Casa Blanca han estado dándonos aportes sobre temas comerciales”.

El presidente Trump llevó a Navarro con él en un viaje a Harrisburg, Pennsylvania, para conmemorar el centésimo día de su administración. Allí denominó a Navarro “uno de los grandes que intenta proteger nuestros trabajos” y le dio a Navarro una pluma con la que firmó el decreto presidencial de la creación de la nueva oficina de comercio. Scott Paul, presidente de Alliance for American Manufacturing (Alianza para la Fabricación Americana), un grupo de la industria siderúrgica, dijo que las acciones de Trump indican que Navarro no será descartado de la Casa Blanca, como especulan algunos funcionarios del gobierno y cabilderos comerciales.

La administración ha iniciado una serie de estudios enfocados a las barreras comerciales, el déficit comercial y el exceso de capacidad en las industrias del aluminio y del acero, dijo Navarro. Los analistas comerciales dicen que los estudios podrían ser utilizados para sentar las bases que se usarán para imponer aranceles proteccionistas.

“Aunque tenemos grandes déficit comerciales con muchos países, cada país requiere una estrategia diferente para reducir ese déficit”, dijo Navarro.

Pero la administración también se ha retractado de tomar medidas más extremas, alentando a funcionarios empresariales que temieron que Trump, con la ayuda de Navarro, iniciara una guerra comercial. El cambio en la postura ha decepcionado a los duros que quieren que Estados Unidos antepongan los objetivos comerciales a los objetivos de la política exterior.

“Hay una tensión constante dentro de la administración entre la retórica de la campaña y la realidad de una economía global muy interconectada”, dijo Josh Bolten, actual presidente de Business Roundtable y ex jefe de gabinete de la Casa Blanca durante el gobierno del presidente George W. Bush. “Es una pregunta aún sin respuesta cuál de ellos prevalecerá”.

Navarro obtuvo prominencia al urgir políticas de confrontación hacia China en libros como ‘La muerte por China’.

Estos días, él aconseja paciencia. Sería contraproducente llamar públicamente a “China orgullosa” durante las negociaciones, dijo.

“El mejor momento para juzgar la política de China de esta administración va a ser en uno año o dos a partir de ahora, para ver lo que realmente ha sucedido”, dijo Navarro.

En cuanto a la amenaza de Trump de dejar TLC, que fue retirada el mismo día en que se hizo pública, Navarro dijo estar satisfecho por cómo fue recibida por México y Canadá.

“Ahora se entiende bien que el presidente habla en serio acerca de llegar a un acuerdo nuevo y justo o salir del TLC”, que está ayudando a avanzar en las negociaciones sobre la revisión del pacto comercial, dijo Navarro.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                   

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Fecha de publicación: 16/05/2017