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Caracas, 19 de jun. (Dow Jones) -- Venezuela está intentando revender con descuento cinco mil millones de dólares en bonos que emitió originalmente en diciembre pasado a través de una correduría china en un momento en que lucha por superar una crisis de falta de efectivo, de acuerdo con los inversionistas a quienes les ofrecieron los bonos.
Esta decisión es la última medida extraordinaria del país por recaudar fondos después de haber visto excluido del mercado internacional de deuda en los últimos años, ahora que se desploma su economía socialista rica en petróleo. Pero incluso los fondos en bonos que se especializan en deuda en dificultades están dudando en comprar debido a las preocupaciones sobre las irregularidades que rodean la operación y las preguntas de los legisladores de oposición sobre su legalidad.
Aunque gran parte de Wall Street ve el incumplimiento como una cuestión de tiempo, la oferta podría atraer a inversionistas dispuestos a asumir el riesgo a cambio de obtener rendimientos potencialmente significativos.
Goldman Sachs Group pagó recientemente 865 millones de dólares por dos mil 800 millones de dólares en bonos venezolanos en una transacción que provocó la condena generalizada de los rivales del presidente Nicolás Maduro, que acusaron al banco de Nueva York de ayudar a financiar su gobierno aislado y cada vez más autoritario.
“Es como si estuvieran realizando una liquidación para salir del negocio”, dijo Russ Dallen, socio de la correduría Caracas Capital Markets. “De eso se deberían preocupar los posibles compradores. Ellos están realmente desesperados o simplemente están usando su tarjeta de crédito sin tener planes de pagar”.
Haitong Securities USA, una unidad de la compañía china Haitong Securities, ha estado comercializado en las últimas semanas la deuda en dificultades entre los gestores de fondos de cobertura estadounidenses que se especializan en comprar bonos de mercados emergentes. Haitong ostentó el título de suscriptor cuando Venezuela emitió los bonos a un banco estatal en diciembre.
A diferencia de los bonos que compró Goldman, los valores de deuda que está promoviendo Haitong no están registrados en las organizaciones internacionales que liquidan estas transacciones, lo que significa que no pueden ser negociados electrónicamente, un riesgo que los inversionistas dijeron que les impedía comprarlos.
Los voceros de los ministerios de finanzas y de información de Venezuela, así como Haitong Securities, no respondieron a las llamadas mediante las cuales se buscó obtener sus comentarios al respecto.
Como consecuencia de casi dos décadas de mala administración económica, Venezuela ha tenido que recurrir a métodos de financiamiento poco ortodoxos a través de instituciones pequeñas y muchas veces poco conocidas, a medida que los grandes bancos internacionales se alejan del gobierno de Maduro.
Los gobiernos de los países en vías de desarrollo típicamente subsanan sus brechas de financiamiento con la emisión de bonos a través de las firmas de Wall Street y los bancos europeos que distribuyen la deuda entre los gestores de fondos de bonos a nivel mundial.
Pero Venezuela ha perdido el acceso a ese mercado en los últimos años. La economía se ha contraído un estimado 27% desde 2013. El Fondo Monetario Internacional dijo que la inflación llegará este año a 720%. Además, el banco central de Venezuela dejó de publicar indicadores económicos básicos como la balanza de pagos y el producto interno bruto desde septiembre de 2015, lo que hace que la capacidad del país para pagar sea un gran juego de adivinanzas para los inversionistas y las empresas dedicadas a la calificación crediticia por igual.
Al ser incapaz de aprovechar los mercados de deuda, el gobierno ha recurrido a la estrategia de emitir bonos directamente a entidades controladas por el Estado que luego tratan de revender esa deuda a precios rebajados a compradores extranjeros con el fin de obtener divisas.
Los bonos que compró Goldman Sachs en mayo se vendieron en 31 centavos por dólar, a través de la correduría británica Dinosaur Group.
Haitong está ofreciendo los bonos adicionales, que vencen en 2036, con un descuento aún mayor, dijeron los administradores de fondos.
Los bonos de 2036 fueron emitidos en diciembre por el gobierno venezolano en una colocación privada al estatal Banco de Venezuela. En ese momento, el Ministerio de Hacienda había dicho que los valores eran calificados como pagarés que serían distribuidos entre los importadores de alimentos y medicinas que dejaron de operar porque Venezuela les debe miles de millones de dólares atrasados.
Pero los rivales políticos de Maduro también clamaron que esos bonos eran ilegales porque nunca fueron aprobados por el congreso controlado por la oposición, también conocida como Asamblea Nacional, que está calificando a esa deuda como inválida.
“Están liquidando los activos de la nación y endeudando a las generaciones venideras”, dijo el legislador de oposición Ángel Alvarado, miembro del Comité de Finanzas del Congreso de Venezuela.
Los compradores potenciales temen que si Venezuela incumple con sus obligaciones, los propietarios de los bonos que vencen en 2036 no tendrían los mismos derechos de reclamación que otros tenedores de bonos porque sus bonos fueron emitidos a precios de descuento mediante un intermediario, Banco de Venezuela.
También dudan en comprar los bonos porque no han sido registrados en Euroclear o Depository Trust & Clearing, las organizaciones internacionales de liquidación de valores que usan los inversionistas institucionales para operar electrónicamente, dijo uno de los gestores de fondos.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 19/06/2017
Etiquetas: Venezuela Bonos Banco Central Venezuela Venta