13 de jul. (Sentido Común) -- El desempeño de la economía en el primer trimestre del año ha sido más que sorpresivo para algunos, especialmente para quienes pensaban que el cambio de presidencia en Estados Unidos y el ciclo de aumentos de tasas de interés iban a frenar de golpe la economía.

     Sin embargo, aunque ahora el consenso de los especialistas económicos de bancos y casas de bolsa es más optimista para el crecimiento, los economistas de la institución financiera Bank of America Merril Lynch piensan que la economía terminará cediendo ante las presiones ocasionadas por una alta incertidumbre con respecto al país vecino del norte y las políticas económicas contractivas que ha llevado a cabo el gobierno de México desde hace unos años.

     El banco estadounidense estima que México crecerá apenas 1.3% en 2018, que es el pronóstico más bajo dentro de las 22 instituciones financieras consultadas por el banco Citibanamex en su última encuesta quincenal de perspectivas económicas. La mediana dentro de los grupos de análisis es un crecimiento de 2.2% para el próximo año.

     Incluso, el pronóstico de Carlos Capistrán, quien es el economista en jefe para México y Canadá con Bank of America, está lejos de la que hicieron los analistas de la institución D. Econosigal, quienes son los segundos más pesimistas de esa encuesta, con una expectativa de 1.7%.

     La visión de Capistrán es de alguna forma contraria con la de la mayoría de los economistas, quienes recientemente han mejorado sus expectativas de crecimiento por los buenos datos reportados en la economía mexicana y un menor nerviosismo sobre el futuro de la relación comercial con Estados Unidos, pese a la llegada a la Casa Blanca de Donald J. Trump, por su visión contraria al libre comercio y migración con México.

     De hecho, desde que Citibanamex comenzó a recabar el pronóstico de los analistas para el crecimiento de la economía, éste se ha mantenido en un nivel de 2.2%, a pesar del alto pesimismo que generó Trump a finales del año pasado e inicios de éste.

     Capistrán considera que el alza de tasas de interés que aplicó Banco de México desde diciembre de 2015, así como una política de menor gasto público por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desde 2016, terminarán por afectar el crecimiento del país en 2018.

     “Vamos a tener ya dos años de contracción fiscal y monetaria”, dijo el economista en jefe de Bank of America para México y Canadá, en una conferencia de prensa. Esas políticas actúan “con un rezago”.

     No obstante, agregó que esas políticas económicas han sido las adecuadas para contener algunos problemas que ha enfrentado México en los últimos meses.

     El Banco de México subió en dos años y medio su tasa de referencia en 400 puntos base, de 3 a 7%, a fin de contener la aceleración de la inflación por el deterioro del tipo de cambio y otros factores que impulsaron los precios al consumidor.

     Hacienda, por su parte, aplicó una política de recorte al gasto y de contención del crecimiento de la deuda para lograr al fin un superávit primario y evitar un eventual recorte de la calificación crediticia del país.

     De ahí que los especialistas de Bank of America creen que esos factores, sumados a la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas entre México y Estados Unidos o las elecciones presidenciales del próximo año, que podrían afectar el desempeño de la inversión, terminarán por desacelerar el crecimiento de México.

     Una clara señal de los riesgos para el sector externo es el menor dinamismo del mercado automotor en Estados Unidos, que en los últimos meses desaceleró el ritmo de crecimiento en las ventas internas y, con ello, podría afectar las exportaciones de unidades ensambladas en México.

     México exportó 80% del total de los autos fabricados en el país durante el primer semestre del año, la gran mayoría de ellos hacia Estados Unidos, que es el destino principal de esos envíos.

     Estados Unidos adquiere 77% de las exportaciones de autos de México, de ahí que Capistrán alerta que la debilidad del mercado estadounidense podría empezar a afectar una de las industrias que más contribuye dentro de la balanza comercial nacional.

     “Las ventas de autos han estado débiles en el último trimestre” en Estados Unidos, agregó Capistrán en la conferencia. “En algún momento, si no se aceleran las ventas en Estados Unidos, las exportaciones de México” van a bajar.

     Si el pronóstico de Bank of America se materializa, en 2018 México crecería a su menor ritmo de los últimos cinco años, luego que en 2013 la economía del país avanzó 1.3% en términos anuales.

 

 


Fecha de publicación: 13/07/2017

Etiquetas: BofA México economía política monetaria fiscal Banxico SHCP