25 de jul. (Dow Jones) -- El Banco de la Reserva Federal, o Fed, probablemente mantenga su política al concluir su reunión de dos días a realizarse esta semana, pero ésta enfrenta un debate sobre la ruta futura de los aumentos en las tasas de interés debido al creciente rompecabezas que implica la inflación.

Los funcionarios probablemente mantengan sin cambios las tasas de corto plazo y esperen hasta septiembre antes de anunciar planes para reducir lentamente su cartera de 4.5 billones de dólares en bonos y otros activos.

Sin embargo, el banco central enfrenta un dilema porque las dos series de indicadores económicos que vigila la inflación más de cerca están enviando señales contradictorias sobre la urgencia de hacer aumentos adicionales en las tasas.

La tasa de desempleo, que cayó a un mínimo de 16 años en mayo, muestra que los mercados laborales se están volviendo más escasos. Ese es un argumento para que la Fed siga elevando las tasas de interés para evitar que la economía se sobrecaliente. Pero la inflación se está alejando del objetivo de 2% del banco central, lo que sugiere que los costos de los préstamos deberían mantenerse bajos para fortalecer las presiones sobre los precios.

Por otra parte, la reciente debilidad de la inflación parece ser más amplia que cuando los funcionarios se reunieron el mes pasado y que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, la descartó debido en gran medida a la disminución en los precios de un puñado de artículos. Citó, por ejemplo, los descuentos en los precios de los planes de telefonía inalámbrica en marzo y la caída en los precios de los medicamentos en abril.

Desde entonces, los datos muestran que los costos de la vivienda subieron 3.4% en el año que terminó en mayo, pero han aumentado a una tasa anualizada de 2.7% en los últimos tres meses, un signo de que los inventarios de departamentos recién construidos han debilitado el poder que tiene los propietarios para fijar precios. Mientras que los consumidores darían la bienvenida a un respiro en las alzas de los alquileres y los precios de las viviendas, esos costos han sido una razón clave por la que la inflación no ha sido aún más débil en los últimos años.

Del mismo modo, los crecientes inventarios de automóviles usados han pesado en sus precios de venta.

“Muchas de estas cosas --pasajes aéreos, ropa, automóviles-- se esperan que suban de precio a medida que se alarga el ciclo económico, pero ahora van en la dirección equivocada”, dijo Omair Sharif, economista estadounidense de Société Générale.

Por otra parte, los cambios estructurales en los minoristas, que enfrentan a la creciente competencia de los vendedores en línea, “significa que se están viendo muchas rebajas de precios en los minoristas tradicionales con el fin de poder mantener su cuota de mercado”, dijo Michael Gapen, economista en jefe de Barclays.

Economistas de Goldman Sachs han citado los ajustes de calidad en los servicios médicos como otra causa potencial de los futuros descensos en los precios.

Después de llegar a la meta anual de 2% de la Fed a principios de este año, la inflación se ha estado debilitando durante tres meses consecutivos, de acuerdo con el indicador preferido de la Reserva Federal, el índice de precios del gasto personal de consumo del Departamento de Comercio. La inflación ha sido baja durante cuatro meses seguidos de acuerdo con una medida separada del Departamento del Trabajo.

Los altos funcionarios de la Fed han cuestionado recientemente, pero no desechado, su expectativa de que la debilidad de la inflación sea transitoria.

Yellen dijo hace unos días a los legisladores que “podrían haber más acontecimientos” que una serie de declinaciones idiosincrásicas en los precios, pero también señaló que era “prematuro” concluir que la inflación subyacente estaba cayendo muy por debajo de 2%. “Tenemos un mercado laboral bastante reducido, y continúa fortaleciendo”, dijo.

Los funcionarios de la Fed, basándose en los modelos tradicionales de predicción, esperan que la escases de los mercados laborales ayude a impulsar el crecimiento de los salarios, lo que debería impulsar los precios del sector de los servicios. Se espera que los precios de las mercancías se mantengan firmes, porque el impacto del dólar más fuerte se ha desvanecido, frenando la caída de los precios de las importaciones.

Las proyecciones publicadas el mes pasado por la Fed preveían que la inflación volverá al objetivo de 2% a finales de 2018. Pero algunos funcionarios ya lo dudan.

“Mi perspectiva de inflación no es tan optimista como esta proyección”, dijo Charles Evans, el presidente de la Fed de Chicago, en un discurso pronunciado hace unas semanas.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 25/07/2017

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