Zhengzhou, 26 de jul. (Dow Jones) -- El granjero Zhang Hailin recuerda el día de 2010 cuando vio cómo helicópteros sobrevolaban los campos de maíz y trigo, permaneciendo sobre ciertos lugares para dejar caer marcadores con forma de globo.

“Tres días después llegó un centenar de bulldozers”, dijo Zhang.

El iPhone estaba por llegar, y no pasaría mucho tiempo antes de que la nueva ciudad industrial ubicada al borde de Zhengzhou fuera conocida como iPhone City.

En cuestión de meses aparecieron edificios de fábrica color beige, se tendieron líneas eléctricas y autobuses colmados de trabajadores comenzaron a llegar a Foxconn Technology Group, que ensambla la mayoría de los teléfonos inteligentes de Apple.

Un año después, Terry Gou, el multimillonario presidente de Foxconn, dijo que el complejo que fábrica el iPhone tenía 100 mil trabajadores. Hoy en día, Foxconn dice que emplea a unos 250 mil, aproximadamente la población de Madison, Wisconsin.

Los analistas estiman que Foxconn, formalmente conocida como Hon Hai Precision Industry, fabrica 150 millones de iPhones anualmente, aunados a 20 millones de iPads y otros productos electrónicos.

Foxconn añadió que emplea un millón de personas en China y otros lugares, incluido el sur de Shenzhen, donde comenzó a fabricar el primer iPhone en medio de un gran sigilo.

Teniendo a Apple adoptando la subcontratación fabril en las ciudades chinas, el éxito del iPhone en la década posterior a su lanzamiento al mercado ha impulsado el ascenso de China al proscenio de la cadena de suministro global de la electrónica.

La explosión de la fabricación de alta tecnología fue alentada por Beijing cuando sus líderes buscaron llevar a las fábricas chinas más allá de la cadena de valor de la fabricación de juguetes de plástico y ropa barata.

Ese cambio transformó la vida de millones de chinos, trayendo trabajos que fueron bienvenidos pero que también provocaron quejas por el trabajo repetitivo, normas laborales restrictivas y condiciones de hacinamiento en las viviendas de las empresas.

El éxito mundial del iPhone ha aumentado el escrutinio de Apple y sus proveedores. La compañía de Cupertino, California, dijo que hace que Foxconn y otros se adhieran a “los más estrictos estándares de la industria”. También dijo que les ha enseñado a 12 millones de trabajadores sobre sus derechos, se asegura de que las semanas de trabajo no excedan las 48 horas, y les ofrece cursos profesionales y desarrollo personal.

“Hacemos que nuestros proveedores sigan las normas que nosotros seguimos: ellos deben tratar a todos con dignidad y respeto”, dijo un portavoz en un comunicado. Apple dijo que los salarios y las condiciones de trabajo de sus proveedores mejoraron significativamente en los últimos cinco años.

El traslado a Zhengzhou le siguió a una serie de suicidios en 2010 en otras instalaciones de producción de Foxconn de Shenzhen, ciudad ubicada a lo largo de la costa, donde los salarios eran más altos.

Foxconn dijo en respuesta a las preguntas del diario The Wall Street Journal que muchos factores fueron responsables de la elección de Zhengzhou, incluyendo la proximidad a las ciudades de origen de los trabajadores, y una infraestructura y transporte adecuados.

“Las políticas pro-empresariales de Zhengzhou y la inversión que sigue haciendo el gobierno para construir una fuerte infraestructura que apoye la fabricación hacen de la provincia un lugar atractivo para nuestras operaciones”, dijo Foxconn.

Al igual que las ciudades de compañías norteamericanas hace un siglo --Pullman, Illinois; Hershey, Pensylvannia; y Detroit de Henry Ford-- iPhone City gira principalmente en torno a un solo producto, y depende en gran medida de ese producto para generar su riqueza.

En iPhone City, los centros comerciales, restaurantes y salas de karaoke, algunos abiertos por ex trabajadores de Foxconn, surgieron para atender a la fuerza laboral de Foxconn. Estadísticas gubernamentales indican que se han disparado las exportaciones de electrónica de Henan, una provincia pobre de 94 millones de habitantes que tiene a Zhengzhou como su corazón.

Los funcionarios le dieron la bienvenida al iPhone: los principales líderes de China aprobaron una zona de comercio especial a nivel nacional y la provincia destinó recursos para construir y poblar lo que se convertiría en iPhone City.

Durante la prisa del otoño pasado para fabricar el iPhone 7, cuando Foxconn sufría una escasez de mano de obra, las compañías estatales del carbón le prestaron trabajadores a Foxconn. En los últimos años, de acuerdo a las notificaciones del gobierno en línea, la provincia emitió cuotas a las autoridades locales, indicando cuántos trabajadores necesitaban generar para Foxconn.

Preparándose para el aumento de producción necesaria para fabricar los próximos modelos del iPhone, entre estos el del 10º Aniversario, programado para su lanzamiento en este otoño, los reclutadores visitaron recientemente los pueblos para poner carteles y encontrar trabajadores.

“Aunque el gobierno ha proporcionado ayuda para ayudarnos con nuestros requisitos de reclutamiento, los costos asociados con la contratación y capacitación de los nuevos trabajadores son cubiertos por Foxconn”, dijo la empresa.

En un día reciente de junio, un orador gritaba fuera de la puerta de la fábrica: “Estamos reclutando a la crema y nata de la sociedad, su personalidad debe ser optimista y su trabajo diligente”.

Los trabajadores de Foxconn ganan desde unos mil 900 yuanes (278 dólares) en los meses tranquilos hasta más de cuatro mil yuanes con las horas extras cuando aumenta la producción. Sus ingresos no son altos, pero muchos están mejor que como aldeanos rurales.

Para los trabajadores, el iPhone es una opción costosa, y muchos dicen que prefieren comprar teléfonos inteligentes más baratos de marca china.

Yuan Yanling, de 28 años, dijo que ha trabajado tres veces en las líneas de ensamble del iPhone, renunciando cada vez que hay disponibles trabajos mejor pagados o más divertidos. El pasado mes de noviembre intercambió su uniforme de Foxconn por unos zapatos de tacón y comenzó a vender cosméticos en un centro comercial cercano.

“Nuestros clientes son prácticamente todos los trabajadores de Foxconn”, dijo Yuan, quien vive con su esposo, un empleado de Foxconn, y dos niños en un departamento alquilado de una habitación.

Algunos de los vecinos de Yuan en el complejo de departamentos están menos contentos que ella, teniendo a algunos que se mudaron durante el desarrollo quejándose de la inadecuada compensación que recibieron por sus tierras. Las autoridades de Zhengzhou dijeron que su compensación por las tierras se basó en los estándares nacionales.

En 2013, el granjero Xiao Malai irritó a funcionarios del gobierno local al protestar por la demolición de su casa para construir un desarrollo dentro del parque industrial anclado por las fábricas de Foxconn, de acuerdo con documentos judiciales del juicio de un funcionario que presuntamente le pagó a un empleado del parque industrial y a otros aldeanos para golpear al granjero. Xiao murió como resultado de la paliza, y el funcionario, el empleado del parque industrial y otros fueron encarcelados por su muerte.

“No estábamos conscientes de la trágica muerte de Xiao Malai o de las circunstancias de su muerte”, dijo un portavoz de Apple.

Otros agricultores locales dijeron que la compensación pagada por sus tierras era más de lo que podrían ganar en una vida cultivando trigo y maíz.

Zhang, que vio caer los marcadores de los helicópteros en 2010, usó parte de su pago para comprar dos departamentos. Quien dijo que gana más como barrendero que en la granja. Su esposa trabaja en Foxconn, y su hijo también lo hace.

Sin embargo abunda la inquietud en Zhengzhou sobre cuánto tiempo Foxconn -- o Apple-- necesitará a iPhone City. Las ventas del iPhone disminuyeron el año pasado por primera vez desde su lanzamiento en 2007.

Durante la disminución de la producción del año pasado, Li Keqiang, el primer ministro chino, le preguntó a Gou si la producción del iPhone aumentaría o bajaría este año, de acuerdo con personas presentes en la reunión.

Foxconn dijo que ha adquirido 80% de los edificios que utiliza en Zhengzhou, arrendando el resto, y que seguirá invirtiendo ahí.

Sin embargo, los funcionarios chinos ven la fábrica del iPhone como una inversión que vale la pena, dijo Shi Pu, un profesor de economía en Henan.

“Foxconn ha ayudado a capacitar a cientos de miles de personas de Henan”, dijo. “Y ellos pueden usar esas habilidades para ir a otros trabajos”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 26/07/2017

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