9 de ago. (Sentido Común) -- No todos en México parecen estar sufriendo la animadversión del presidente estadounidense Donald J. Trump hacia los trabajadores migrantes y el intercambio comercial libre de aranceles.

      La empresa Texas Pacific Transportation, una subsidiaria de la división de transportes de Grupo México, una de las empresa mineras y ferroviarias más importantes del país, podría salir indirectamente beneficiada por el programa de infraestructura del gobierno de Estados Unidos con el que Trump busca reconstruir a su país.

     El Departamento de Transporte de esa nación propuso ya al Congreso estadounidense destinar siete millones de dólares para rehabilitar 115 kilómetros del puente ferroviario Presidio-Ojinaga, en la frontera con México y propiedad del estado de Texas.

     Ese puente, sin embargo, es operado y beneficia a Texas Pacific por el contrato de arrendamiento que tiene firmado con el gobierno estadounidense desde 2001 y que tiene una duración de 40 años.

    “Estas inversiones específicas ayudarán a las comunidades en la construcción de sistemas de infraestructura que mejorarán la seguridad para el público viajero y proporcionarán un mayor acceso a mayores oportunidades económicas a largo plazo", dijo Elaine L. Chao, la titular de la dependencia estadounidense, en un comunicado.

     La propuesta, que deberá ser aprobada por el legislativo en los próximos 60 días, forma parte del programa Infrastructure for Rebuilding América de Trump, que considera 78.9 millones de dólares para 10 pequeños proyectos de infraestructura de transportes, uno de ellos destinados a mejorar la conectividad en la frontera sur.

     El puente, que cruza el río Bravo y conecta por vía férrea las ciudades de Presidio, Texas y Ojinaga, Chihuahua está fuera de operación desde 2008 tras ser arrasado por un incendio.

     La región del oeste de Texas, por donde pasa la vía, ha tomado impulso en los últimos años por la industria de la fracturación hidráulica para la producción de hidrocarburos ante su cercanía a la cuenca pérmica de donde se extraen diversos hidrocarburos.

    Si bien la inversión en el proyecto es 200 veces menor a los mil 600 millones de dólares que fueron aprobados por la Cámara de Representantes para reforzar o iniciar la construcción de parte de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos que quiere edificar Trump para evitar el ingreso de trabajadores ilegales y drogas a su país, llama la atención la intención de su administración de destinar recursos a construir un puente que comparte con México y que, además beneficiará, a una empresa mexicana.

     La reconstrucción del tramo es responsabilidad de Texas Pacífic, que ya cuenta con un plan de rehabilitación para ponerlo de nuevo en operación en 2018. El costo total del proyecto de reconstrucción está valuado en 16.2 millones de dólares.

    El plan también considera obras de construcción del lado mexicano “para tener conectividad completa entre los sistemas ferroviarios de los dos países”, de acuerdo con un documento sobre el proyecto emitido por el Departamento de Transporte de Texas.

    El tramo fronterizo forma parte de South Orient Railroad (SORR), una línea férrea propiedad de Texas que desde 2009 ha recibido más de 34 millones de dólares para su rehabilitación, la mitad de ellos fondos federales estadounidenses, una cuarta parte provistos por la subsidiaria de Grupo México y el resto por autoridades estatales y locales.

    Grupo México ha destinado también, de manera independiente, recursos adicionales como parte de mantenimiento de rutina.

    En los últimos años, la división de transportes de Grupo México ha reforzado sus operaciones en Estados Unidos.

    En junio, la compañía concretó la compra de Florida East Coast Railway Holdings, con sede en Jacksonville, una de las ciudades más importantes de Florida, opera 565 kilómetros de vías a lo largo de la costa del este de ese estado y provee servicios a los puertos de Miami, Everglades y Palm Beach.






Fecha de publicación: 09/08/2017

Etiquetas: Grupo México ferroviario transporte México EUA Texas Trump