14 de ago. (Sentido Común) -- Hace un par de años, OHL México, el mayor operador de concesiones carreteras de cuota en la zona centro del país y filial de la empresa española Obrascón, Huarte, Lain (OHL), se vio inmerso en uno de los mayores escándalos corporativos en la historia reciente del país.

     La filtración anónima, en la red social YouTube, de una serie de audios aparentó mostrar a varios de los directivos de la empresa cometiendo prácticas corruptas con funcionarios de los gobiernos federal y del Estado de México.

      Las grabaciones, aunque de acuerdo a la compañía no sólo eran ilegales por haber sido obtenidos subrepticiamente, sino que además estaban manipuladas y editadas, no pasaron desapercibidas para las autoridades y para los inversionistas. Estos últimos, incluso, salieron a vender los títulos de OHL México.

     Las ventas provocaron la pérdida de casi la mitad del valor de capitalización --47.6%--, de la empresa, o una disminución de cerca de 25 mil 273 millones de pesos (mil 425 millones de dólares) de su valuación, desde el primer audio hasta principios del año pasado cuándo el escándalo comenzó a decrecer por los resultados de diversas auditorías realizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la entidad encargada de regular a las empresas cotizadas en la bolsa mexicana, y de alguno de los despachos de consultoría más importantes a nivel mundial, como KPMG, PricewatherhouseCooper y Ernst & Young,  contratados por OHL México y que no encontraron conductas fraudulentas por parte de la concesionaria mexicana.

     Hoy, a poco más de dos años de la aparición de esos audios y de esas múltiples auditorías internas y externas, que incluso le valieron una multa de 72 millones de pesos (cuatro millones de dólares), la compañía cree haber ya superado en su totalidad este episodio.

     “Creo que somos la entidad más revisada en todo México”, dijo Sergio Hidalgo, director general de OHL México, en una entrevista en su oficina, en la sede corporativa de la empresa en la capital del país. “Han sido dos años de auditoría brutal que fortalecen a la empresa hoy”.

     Además, para OHL México, la exitosa adquisición de un interés minoritario de alrededor de 28% que hizo el fondo de inversión internacional IFM Global Infraestructure Fund, uno de los más grandes a nivel mundial en materia de infraestructura, hace unos días por cerca de 736 millones de dólares, no es sólo un claro voto de confianza en sus prácticas contables y corporativas, sino que la pone en una situación mucho más cómoda para poder implementar, con la ayuda de este nuevo socio, su plan de crecimiento.

     “Tener como socio a una gente que tiene el potencial económico de IFM me permite a mí seguir pensando en el crecimiento de esta empresa”, agregó Hidalgo.

     IFM era ya un viejo conocido de la empresa concesionaria mexicana, ya que desde 2015, antes del escándalo, adquirió un interés minoritario en Organización de Proyectos de Infraestructura (OPI), una empresa filial de OHL México que administra el Circuito Exterior Mexiquense, una de las principales concesiones que tiene en el Estado de México.

     Así, IFM es no sólo dueño de un interés de 38.9% en OPI, con posibilidad incluso de crecer esa participación en 10.1 puntos porcentuales más en el futuro, sino que es además ya el segundo socio más importante de OHL México, sólo superado por OHL Concesiones, otra filial de la compañía española OHL.

     El fondo participa de forma directa en OHL México mediante Magenta Infraestructura, un vehículo financiero creado junto con OHL Concesiones para adquirir una parte de las acciones que la empresa mantenía en libre flotación, lo que ocurrió hace unos días.

     Además, Magenta, en el que OHL Concesiones tiene un interés de 56%, mientras que IFM es dueño de una participación de 28%, podrá convertirse a partir de ahora en un vehículo de financiamiento adicional para el futuro crecimiento de la compañía mexicana.

     “Creo que esa es la intención de la creación de Magenta, porque el día de mañana no sería raro que en los proyectos que desarrollemos, una parte los haga OHL México y otra parte los haga en consorcio con Magenta”, agregó Hidalgo.

     El optimismo del director general de la compañía mexicana se basa en la relevancia que tiene IFM en la industria de la infraestructura mundial. El fondo gestiona cerca de 62 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 25 mil millones están invertidos en proyectos de infraestructura alrededor del mundo.

     Por ejemplo, la empresa participa actualmente como socio de la autopista Indiana Toll Road en Estados Unidos, del Aeropuerto Internacional de Viena en Austria y del Puerto de Brisbane en su país de origen Australia, entre otros.

     Así, la experiencia en la administración de obras de infraestructura de IFM, junto con su capital, es, desde el punto de vista de OHL México, la garantía que hacía falta para que la compañía, tras las dificultades que enfrentó en los últimos años por las sospechas de corrupción que la han rodeado desde mediados de 2015, pueda dejar atrás esos problemas y retomar la senda del crecimiento.

     “Con este socio podemos considerar brownfields, o el rescate de concesiones, que generalmente no era una área de interés de la empresa porque la disponibilidad de capital no era inmediata”, agregó Hidalgo en la entrevista.

     No solo OHL México y su director general son los únicos que dan su visto bueno a la llegada de IFM como socio de la compañía mexicana.

     “Están obteniendo un socio con un expertise en el negocio a nivel global, por lo que probablemente sí tengan una mejor posición financiera y el know how para explorar nuevas oportunidades”, dijo Marco Medina, analista de la casa de bolsa de Ve por Más, consultado vía telefónica.

     Claro que no todos coinciden con el director general de OHL México en el sentido que han quedado atrás los escándalos de la empresa mexicana por posibles prácticas corruptas ni que la llegada de IFM la exima de tener aún que aclarar lo que algunos consideran son cuentas poco claras y acuerdos opacos con las autoridades actuales y anteriores del Estado de México, donde concentra sus principales concesiones.

     “Los escándalos de corrupción son mucho más que escándalos y no se quedan atrás porque llegue un accionista nuevo”, dijo Paulo Diez Gargari, representante de Infraiber, una compañía que ha mantenido una larga disputa legal con OHL México sobre sus prácticas y registros contables.

     “Magenta es un vehículo de propósito específico, creado con la única finalidad de adquirir las acciones de OHL México. . . La sola entrada de IFM en estas condiciones ni representa ningún apoyo para la empresa ni mucho menos le permite consolidar un plan de inversión”, agregó Diez Gargari en una entrevista telefónica.

     El ingreso de IFM a OHL México no dejó incluso de ocurrir sin contratiempos. El fondo australiano quería en una primera instancia lograr comprar un interés mayor en la compañía mexicana para que junto con OHL Concesiones lograsen deslistarla del mercado de valores mexicano.

     Ese objetivo original, sin embargo, no logró concretarse ya que varios dueños de acciones de la concesionaria mexicana declinaron aceptar la oferta de compra de 27 pesos por acción que hizo IFM en una oferta pública.

     Así, en lugar de lograr tener, junto con OHL Concesiones, una participación de 95% en OHL México, que le hubiese permitido deslistar los títulos de la bolsa, las dos compañías son ahora dueñas de un interés de 85% vía Magenta, lo que la obliga a mantener listado los títulos en el mercado mexicano. 

     Además de OHL Concesiones e IFM, los otros inversionistas en la compañía mexicana son principalmente otros fondos institucionales que tienen cerca de 13% en la empresa y que han invertido en ella como parte de sus planes a largo plazo.

     El interés restante de 2% en OHL México está en las tesorerías de OHL México y OHL Concesiones.

     IFM decidió así, contrario a su práctica habitual en las compañías en las que invierte de no tener acciones listadas en bolsa para gozar de mayor flexibilidad en la toma de decisiones, desistir de su plan de retirar el registro de la empresa de la Bolsa.

     Esto aparentemente sucedió desde el momento en el que el fondo australiano observó que no lograría adquirir un suficiente número de acciones para lograr ese objetivo, conformándose con adquirir un interés cercano a 28% en OHL México.

     Pese a saber que no lograrían su propósito inicial, la postura de IFM fue decir “nos interesa el activo, sea como sea”, agregó Hidalgo.

 

 


Fecha de publicación: 14/08/2017

Etiquetas: OHL México Hidalgo concesiones Infraiber