15 de ago. (Bloomberg) -- El libre comercio entre Canadá y México se reduce parcialmente a un incidente histórico: dos naciones, cada una la segunda opción de la otra, se unieron en su contienda compartida por capitalizar el mercado de Estados Unidos.

Ahora, después de que el presidente Donald Trump amenazó con abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLC, los socios menores del pacto trabajan más estrechamente que nunca para poder salvarlo.

Trump ha tildado al TLC como el peor acuerdo comercial de la historia y lo culpa por los millones de empleos perdidos en la industria manufacturera de su país. Canadá y México han superado la distancia y subsanado sus diferencias para convertirse en su última línea de defensa y la verdadera prueba ya está próxima.

La capacidad de Trump para dictar los términos de un nuevo acuerdo dependerá en parte de la solidaridad entre sus dos socios. Canadá y México podrían unirse para defender los principios fundamentales, o verse tentados de convencer al otro tema por tema en el dilema clásico del prisionero. Además, siguen siendo socios extraños.

Es “deseable” que ambos países trabajen juntos, dijo Jorge Castañeda, ex secretario de Relaciones Exteriores de México. “No estoy seguro de que sea así de fácil, porque muchas de las cuestiones más preocupantes para un país no son tan relevantes para el otro”.

México podría verse obligado a respaldar los temas primordiales de Canadá, como la agricultura y el mecanismo de solución de diferencias del Capítulo 19.

Canadá y Estados Unidos, por su parte, ya están proponiendo reformas laborales y ambientales encaminadas a estimular el cambio en México. Otro punto crítico es el momento, teniendo a México deseando llegar a un acuerdo rápido antes de su elección presidencial con el fin de evitar un resultado inesperado que altere el status quo tanto beneficia a las altas esferas del partido en el poder, mientras que Canadá no tiene ninguna prisa.

 

Fortaleza en las cifras

Aspectos irritantes permanecen en todos los lados. El socio del sur soportó la mayor parte de la ira de Trump sobre el TLC gracias a las fábricas que él dice fueron atraídas al sur de la frontera por los bajos salarios. El socio del norte, aunque ha sido menos criticado, se ha enfrentado a Estados Unidos por la madera blanda, la producción lechera y de aviones.

Aunque cada nación puede verse tentada a recalcar sus prioridades cuando comiencen las conversaciones en Washington mañana, puede haber fortaleza en los números.

A Canadá y México les convendría más presentar un frente común, como lo hicieron en abril, cuando el presidente optó por renegociar el acuerdo en lugar de anularlo de inmediato, y persuadir a Trump de aceptar la lógica evolución del TLC en lugar una revolución comercial completa. Hay señales de que Trump se está convenciendo de los beneficios de una estrategia pan-norteamericana.

En reuniones en Canadá y México, los socios menores acordaron unirse sobre el amplio objetivo de proteger y profundizar los beneficios del TLC, de acuerdo con dos funcionarios del gobierno mexicano.

Los funcionarios del gobierno canadiense, mientras tanto, minimizaron los esfuerzos de acercamiento de México algo más como rutinarios que como una solución eficaz, diciendo que el equipo del primer ministro Justin Trudeau está construyendo cualquier vínculo que pueda lograr, incluyendo una fuerte táctica para cabildear a Estados Unidos. Todos los funcionarios pidieron no ser identificados discutiendo conversaciones a puerta cerrada.

México ha sido quizás el mayor beneficiario del TLC en términos relativos. Mientras que Canadá más que duplicó sus exportaciones a Estados Unidos a 278 mil millones de dólares anuales con base en el acuerdo, las exportaciones de México subieron siete veces a 294 mil millones de dólares.

Mientras que Estados Unidos registró un déficit comercial de 63 mil millones de dólares en bienes y servicios con México el año pasado, en comparación con un superávit de siete mil 700 millones de dólares con Canadá, dijo Bureau of Economic Analysis (Oficina de Análisis Económico) de Estados Unidos. Estados Unidos ha hecho de la reducción de sus déficits comerciales una prioridad absoluta de su revisión del TLC.

La estructura tripartita del acuerdo se debió en gran parte a un movimiento defensivo de los canadienses hace dos décadas. Cuando Estados Unidos empezó a negociar el comercio con México a principios de los años noventa, Canadá se unió a las conversaciones para defender las ventajas de su propio acuerdo con Estados Unidos, firmado pocos años antes.

Tanto para Canadá como para México, la relación con Estados Unidos ha seguido siendo mucho más importante que su relación entre ambos.

 

Disputas sobre visas

El tema de la inmigración mexicana, destacado por la demanda de Trump de que la nación pague la construcción de un muro fronterizo, también ha causado fricción con Canadá. En 2009, el primer ministro de entonces, Stephen Harper, impuso el requerimiento de visas a los viajeros mexicanos para detener el aumento en las declaraciones de refugiados falsos.

México protestó y sus relaciones se tensaron, en parte contribuyendo a la cancelación por parte de Harper de la llamada Cumbre de los Tres Amigos en 2015.

La relación mejoró cuando el presidente mexicano Enrique Peña Nieto visitó Ottawa hace un año y Trudeau dijo que eliminaría la regla del visado a cambio de que México anulara las restricciones a la carne canadiense.

La estrategia diferenciada de Trump con relación a sus socios del TLC ya ha puesto a prueba su acercamiento. Pena Nieto canceló una visita de enero a Washington debido a la demanda de muro de Trump, y ese mismo mes, el enviado de Canadá en Washington habló sobre soluciones “bilaterales” que excluirían a México.

Trudeau también enfrenta presión en el ámbito doméstico para hacer precisamente eso. “El status quo es un desastre”, dijo Jerry Dias, quien dirige Unifor, un importante sindicato laboral canadiense que representa a los trabajadores automotrices. “Donald Trump y yo no estamos de acuerdo en muchas cosas”, dijo. “Pero tiene razón cuando dice que los trabajadores estadounidenses se han visto afectados por el TLC”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 15/08/2017

Etiquetas: TLCAN TLC México Canadá EUA Negociaciones Pacto Comercial