6 de oct. (Sentido Común) -- Los intentos de las autoridades de Cataluña para separar por completo esa región autónoma de España, motivados por el descontento de gran parte de sus ciudadanos ante lo que consideran un trato injusto de parte del gobierno español, ya trascendió a la esfera de los grandes corporativos que buscan alejarse de la incertidumbre.

     Además de impactar en el mercado bursátil ibérico y en su principal índice de referencia, el Ibex 35, el cual ha caído 2% desde que se llevó a cabo el referéndum para determinar el futuro de la región y considerado ilegal por España, las aspiraciones independentistas han provocado que empresas y bancos decidan mover sus sedes de las principales ciudades catalanas, como Barcelona, hacia otras urbes españolas.

     Una de ellas fue Banco Sabadell, un prestamista especializado en empresas que cuenta entre sus dueños al empresario mexicano David Martínez, que anunció el traslado de su domicilio social a Alicante, un municipio perteneciente a la comunidad de Valencia.

     “Esta reubicación no implica ninguna cesión de empleados”, dijo la institución bancaria en un comunicado. “Banco Sabadell seguirá desarrollando su actividad habitual para atender a las empresas y sus familias en todos los territorios en los que opera”.

     La decisión tomada por el consejo de administración en una reunión extraordinaria del banco, que inició operaciones en México a través de una filial en enero de 2016, implica abandonar su sede en San Cugat del Valles, en Barcelona, donde el banco tiene presencia desde su fundación, en 1881.

     Otra de las empresas que ha tomado una decisión similar es Gas Natural Fenosa, una compañía que en México distribuye gas natural para consumo doméstico y opera cuatro centrales eléctricas de ciclo combinado.

     La compañía operará en Madrid, la capital española, “en tanto se mantenga esta situación”, no obstante, descartó afectaciones para sus subsidiarias que operan de manera exclusiva en territorio catalán.

     La lista de empresas que huyen de la incertidumbre cada vez es más larga. CaixaBank, el mayor banco catalán, anunció que tomará todas las medidas necesarias para trasladar sus oficinas corporativas también a Valencia, con el objetivo de “salvaguardar plenamente la seguridad jurídica y regulatoria consustancial al ejercicio de su actividad”, de acuerdo con su comunicado.

      En todos los casos, el cambio está respaldado por una serie de medidas urgentes decretadas por el gobierno español, que permiten movilizar la sede social de las empresas dentro de España sin necesitar otra cosa que la aprobación del consejo de administración de cada compañía, siempre que los estatutos no establezcan de manera explícita que esta no es una facultad que le competa.

      El decreto de esta medida “responde a la demanda de amplios sectores empresariales ante las dificultades surgidas para el normal desarrollo de su actividad de una parte de territorio nacional”, indicó el gobierno español, en una referencia publicada en su página de internet.

     La biofarmacéutica Oryzon Genomics, el operador de telecomunicaciones Eurona, el distribuidor de productos odontológicos Proclinics, la firma de productos dietéticos Naturhouse, la empresa de impresión y gestión documental Service Point Solutions y la firma textil Dogi International Fabrics también han aprobado el cambio de domicilio fiscal, principalmente a Madrid.

     A ellas podrían unirse en las próximas horas la administradora de autopistas e infraestructura en telecomunicaciones Abertis, la aseguradora Catalana Occidente,  el productor de vinos Freixenet y su homóloga Codorníu, que llevaría a cabo el cambio en caso de que se concrete la declaración de independencia.

     De otras, como Fomento de Construcciones y Contratas, o FCC, un conglomerado cuyo principal accionista es el empresario mexicano Carlos Slim, así como la inmobiliaria Colonial, no hay información sobre si llevarán o no el tema ante sus consejos de administración.

      Claro que las compañías españolas no son las únicas en contemplar su salida de Cataluña. Los grandes corporativos de Estados Unidos ya cuentan con protocolos de contingencia para cambiar las sedes sociales de sus filiales a otras partes de España en caso de ser necesario.

     “El plan de contingencia para una compañía catalana que tenga su sede social en Barcelona o en Girona es muy barato y muy fácil”, dijo Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, en una entrevista con el diario El País. “De un día para otro se convoca un consejo de administración, que ya está preparado, y en 24 horas ya tienes la sede en cualquier otra parte de la geografía española”.

     Algunas de las empresas internacionales que tienen oficinas en Barcelona son la cadena de supermercados alemana Lidl o la multinacional suiza Nestlé, pero hasta el momento no se han pronunciado al respecto.

 




Fecha de publicación: 06/10/2017

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