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5 de ene. (Bloomberg) -- En México, las elecciones siempre han tenido un lado oscuro. Ha habido candidatos asesinados, dinero ilícito que ha fluido a raudales y el conteo de los votos alguna vez fue misteriosamente interrumpido. Por lo que cuando los analistas dicen que la elección presidencial de próximo año podría ser una de las más sucias de la historia, bien vale poner mucha atención. El desafío es de enormes proporciones.
La campaña oficial ni siquiera ha comenzado, aún así el PRI que gobierna actualmente a México ya ha sido criticado por los guardianes electorales. El partido tiene la maquinaria política mejor lubricada de México, y también es profundamente impopular, una peligrosa combinación. Una encuesta reciente mostró al candidato del PRI, el ex ministro de Finanzas José Antonio Meade, en el tercer lugar con solo 16% del apoyo popular.
Luego está el primer favorito, Andrés Manuel López Obrador. Un izquierdista fogoso, quien ha estado abiertamente en campaña durante años, en un aparente desafío a las leyes que estipulan un estricto calendario electoral. Ya contendió dos veces y tiene la reputación de no perder con decoro.
Mientras tanto, el país está sufriendo la peor ola de violencia en este siglo. Eso podría transformar los enfrentamientos que son una característica de las campañas en algo más peligroso, especialmente si la votación es muy competida y polémica, como se espera en general.
‘Más grande que nunca’
“Esta podría ser la peor elección desde que surgieron las contiendas democráticas”, dijo Jesús Cantú, un politólogo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. “Si vemos lo que ya han hecho el gobierno federal y los partidos políticos, así como algunas autoridades electorales, no hay razón para ser optimistas”.
La tarea de garantizar una votación sin problemas recae en reguladores que carecen de los fondos suficientes. En octubre, el presidente Enrique Peña Nieto despidió conspicuamente al principal fiscal electoral después de que habló con los medios sobre una investigación de soborno que estaba en curso, la cual trataba de la votación presidencial anterior.
El puesto fue ocupado por Héctor Marcos Díaz. Pero el despido del fiscal anterior justo cuando estaba investigando la campaña electoral previa de Peña Nieto debilita la capacidad de la institución encargada de tomar medidas enérgicas contra la compra de votos, dijo Kenneth Greene, quien investiga las elecciones mexicanas en University of Texas en Austin.
Esa práctica probablemente será “más grande que nunca en 2018”, dijo Greene. Su encuesta encontró que a 21% de los entrevistados se les había hecho una oferta para comprar su voto. De aquellos dispuestos a nombrar el partido que hizo la oferta, 78% dijo que fue un representante del PRI.
La independencia del nuevo fiscal puede que ni siquiera sea la principal preocupación del organismo de vigilancia. El Congreso simplemente recortó su presupuesto en 300 millones de pesos (16 millones de dólares), el recorte más grande en la historia de la dependencia, justo antes de las elecciones más relevantes en la historia de la nación.
‘Menos severo’
La temprana ventaja de López Obrador, combinada con su pasado, es una de las razones por las que serán claves las instituciones que tengan credibilidad en 2018. AMLO, como se le conoce, fue superado por Felipe Calderón en 2006 por un margen de menos de 1%. Él proclamó fraude. Sus simpatizantes acamparon en Paseo de la Reforma, el distrito empresarial de la Ciudad de México, durante meses, parando prácticamente la vida citadina.
Otro dolor de cabeza para el organismo que controla las votaciones será el tribunal especial que deberá aprobar sus decisiones, y éste se ha mostrado obstinado.
Los reguladores han estado tratando de castigar a los partidos políticos por burlar las reglas financieras durante las votaciones locales de junio pasado. El Instituto Nacional Electoral, o INE, dijo que más de una cuarta parte del dinero gastado en las elecciones del Estado de México, el más grande del país, provino de fuentes no registradas.
Además, en el estado de Coahuila, la agencia descubrió que los fondos no denunciados fueron tan altos que llevaron al gasto de campaña del PRI por arriba los límites legales --motivos para anular la votación (que ganó el PRI). Pero la auditoría del regulador fue anulada dos veces por el tribunal electoral más importante de México.
“Parte de la preocupación que tenemos en el INE es que algunos criterios de la corte tienden a relajar o hacer menos severo el proceso de auditoría”, dijo Lorenzo Córdova, el máximo funcionario del instituto.
Gasto en los medios
Otra ventaja que tiene el PRI por ser el partido en el poder es su capacidad para hacerse publicidad con los recursos públicos. Después de gastar el doble de lo presupuestado el año pasado, el gobierno de Peña Nieto ha demostrado destreza para utilizar los medios para mantenerse a la vista del público.
Todos los partidos políticos están comprando publicidad en los medios, a veces con dinero en efectivo por debajo de la mesa, dijo Luis Carlos Ugalde, un ex jefe del regulador electoral. Pero el PRI, que ostenta la presidencia y el mayor número de gobiernos estatales, puede requisar más recursos, dijo.
Además de López Obrador y Meade, hay un contendiente más importante. Ricardo Anaya, del Partido de Acción Nacional (PAN), se presenta a sí mismo como el candidato de manos limpias, y promete acabar con la corrupción. Pero su partido ha sido culpado de recurrir a prácticas lesivas para el proceso democrático.
El instituto electoral ha investigado diversas acusaciones de campaña incorrecta contra Rafael Moreno Valle, uno de los principales políticos del PAN y ex gobernador del estado de Puebla. Las investigaciones lo han exonerado de cometer cualquier delito, aunque una agencia de publicidad ha sido multada dos veces por colocar material promocional a su nombre.
La violencia es otro riesgo. Octubre fue el mes más mortífero por los homicidios cometidos en el país en este siglo, superando lo álgido de la guerra contra el narcotráfico de la última década. Los analistas han dichjo que la lucha interna entre los grupos criminales se ha intensificado después de que arrestaron a líderes clave. López Obrador sugirió recientemente una amnistía para los líderes del cartel era una posibilidad.
‘Manipulación de las computadoras’
La política mexicana ya anteriormente se ha tornado violenta. En 1994, Luis Donaldo Colosio, el candidato del PRI designado por el presidente saliente Carlos Salinas de Gortari para sustituirlo, fue asesinado a escasos tres meses de la votación. En 2010, el candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas fue asesinado, supuestamente por órdenes de un cartel del narcotráfico.
José Woldenberg, un antiguo regulador electoral, dijo que la votación probablemente no exacerbe la violencia. Al estar ambas cámaras del Congreso en juego, y contiendas locales en 30 estados “nadie ganará o perderá todo”, dijo. “Esto ayudará a amortiguar el golpe de los conflictos postelectorales”.
Otros expertos son menos optimistas. La piratería del sistema electoral mexicano, ya sea del PRI gobernante o de un gobierno extranjero como Rusia, es un riesgo significativo, dijo Tony Payan, director de Mexico Center de Baker Institute en Rice University en Houston.
“No creo que el PRI esté por encima de manipular las elecciones, no solo comprando votos en las calles, sino también manipulando las computadoras del conteo de votos”, dijo Payan. El PRI no comentó de inmediato al respecto.
Payan señala un famoso precedente: la elección de 1988.
Eso fue casi el final de las siete décadas de gobierno ininterrumpido del PRI. A pesar de ello, Salinas ganó. Funcionarios del gobierno admitieron después de dejar el poder que el día de las elecciones, cuando el conteo de los votos comenzó a mostrar que el candidato de la oposición Cuauhtémoc Cárdenas estaba al frente, este se interrumpió, con un dudoso anuncio de que “el sistema se había caído”.
Esa frase se convirtió en un grito de guerra contra el fraude electoral. Aún sigue siéndolo hoy, especialmente entre los seguidores de López Obrador.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 05/01/2018
Etiquetas: México Elecciones Fraude Electoral Computadoras Campaña Presidencial Presidenciales Elecciones