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18 de ene. (Sentido Común) -- Corporación Geo, una constructora de vivienda con dificultades para enfrentar sus obligaciones financieras, solicitó a sus acreedores una nueva prórroga para hacer frente al pago de tres bonos y presentar un plan para poder reestructurarlos.
La empresa, que se enfoca en el sector de bajos ingresos, pretende que los dueños de tres bonos, dos emitidos en 2011 y uno en 2012, le den 60 días adicionales a los 180 días que le fueron concedidos el año pasado para presentar los documentos y reanudar el pago del principal de los instrumentos, de los cuales solo ha pagado intereses.
Para aprobar o negar la solicitud a Geo, sus acreedores tienen que realizar una asamblea.
“El representante común procederá a convocar a los tenedores de los certificados bursátiles a las respectivas asambleas en la que se discutan y adopten las resoluciones correspondientes en relación con lo anterior”, dijo la viviendera en un comunicado.
Si los acreedores de Geo aprueban la nueva petición de prórroga, entonces la compañía tendrá hasta mayo para cumplir con sus compromisos.
En septiembre de 2017, los dueños de los mismos tres bonos aprobaron que Geo solo pagara intereses los próximos seis meses, para preservar liquidez y elaborar un plan de negocios para detallar cómo va a enfrentar sus pasivos, que al parecer no tendrá en marzo, cuando vencerá ese plazo.
Los bonos de 2011 fueron emitidos por importes de 250 y 400 millones de pesos (13.4 y 21.5 millones de dólares a un tipo de cambio actual); mientras que el de 2012 fue por otros 330 millones (17.8 millones).
Geo, al igual que otras grandes constructoras de vivienda de otros tiempos como Homex y Urbi, ha enfrentado una situación adversa en los últimos años. Sus numerosos desarrollos habitacionales muy a las afueras de las ciudades en un principio alentaron a parte de la población a adquirir viviendas en esos lugares, pero los largos recorridos para llegar a los centros de trabajo y la violencia en zonas especificas propició abandonos y por consiguiente, embargos.
Por tal motivo, el gobierno federal optó en 2013 por modificar la política de vivienda para redirigir subsidios a construcciones verticales.
Los problemas del sector, que incluían grandes deudas, obligaron a las grandes constructoras a reestructurar sus negocios y a hacerse más pequeñas. Cuando Geo llegó a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores hace tres años dijo que esperaba construir 44 mil casas en 2015 y mantener ese ritmo de construcción para incluso edificar más de 50 mil viviendas en 2020.
En ese contexto la viviendera, que tiene su sede en la Ciudad de México, negoció que los tres bonos en cuestión que vencían originalmente entre octubre de 2013 y agosto de 2014, fueron aplazados a 2022, con tasas de interés de 1%.
Pero los planes de Geo están lejos de cumplirse. Entre 2015, 2016 y 2017 (con cifras de la compañía) escrituró menos de 15 mil viviendas. En los primeros 9 meses del año pasado redujo 3.8% sus ingresos y generó un flujo de operación negativo de aproximadamente 30% de sus ventas totales.
En una presentación a inversionistas en marzo de 2017 la compañía identificó, entre sus principales factores adversos, retrasos en las fechas de entrega de créditos puente acordados con instituciones financieras, reinicio de operaciones significativamente más lento de lo previsto, contingencias operativas, legales y laborales y diferencias entre el gasto de operación y el volumen de operación.
Este escenario ha provocado que los pagos de otros bonos también se le hayan dificultado.
En octubre de 2017 y este mes, la empresa incumplió los dos más recientes cupones de un bono internacional emitido por una de sus subsidiarias en 2016 por un total de 52 millones de dólares.
Esos dos cupones requerían el pago de 2.3 millones de dólares en total, algo que Geo incumplió con el fin de “preservar la liquidez y fortalecer su operación en el corto y mediano plazo”.
La deuda total de Geo concluyó en cuatro mil 230 millones de pesos, o aproximadamente 228 millones de dólares, en el tercer trimestre de 2017, con un costo promedio de 7.9%. Más de la mitad de sus compromisos son a corto plazo.
Pero la deuda es solo uno de varios problemas que enfrenta la compañía.
Geo se vio obligada el año pasado a reconocer como uno más de sus acreedores a la compañía que en el pasado le dio asesoría en servicios financieros, Fians Capital, tras una disputa legal de al menos un año.
Otros acreedores de la compañía, quienes eran minoría y quienes no formaron parte del acuerdo de 2015, también interpusieron recursos legales y lograron, mientras se resuelven sus demandas, que dos subsidiarias de la constructora de vivienda regresen al estado de concurso mercantil: Geo Hogares Ideales y Geo Veracruz.
Las acciones de Geo cerraron este jueves con una caída de 2.4% a 1.2 pesos, precio que representa un retroceso de 87.7% desde que regresó a cotizar en bolsa en diciembre de 2015.
Fecha de publicación: 18/01/2018
Etiquetas: GEO vivienda México bono deuda reestructura prórroga