Caracas, Venezuela, 16 de feb. (Dow Jones) -- Los precios aquí se están duplicando cada pocas semanas, agobiando a los venezolanos escasos de liquidez que luchan por encontrar una manera de realizar las transacciones básicas.

Un sacerdote jesuita, Alfredo Infante, ha recurrido a una fórmula novedosa para mantenerse al día con los exorbitantes costos: rastrea meticulosamente el precio del humilde huevo.

Hace seis meses, las donaciones de una misa dominical le permitiían comprar 30 huevos para los eventos de la iglesia, dijo. Ahora, necesita más de 50 domingos para comprar la misma cantidad de huevos.

“¿Cómo se supone que alguien puede comprar su despensa aquí?”, preguntó el padre Infante, levantando los brazos de frustración estando sentado debajo de una reproducción de la célebre pintura ‘La Última Cena’ de Leonardo Da Vinci.

Tal es el caos en un país afectado por la hiperinflación y un gobierno tan desconcertado sobre cómo corregir las distorsiones de su economía actualmente en ruinas que está recurriendo a la introducción de lo que dice ser una criptomoneda tipo bitcoin. El “petro” eclipsaría al casi inútil “fuerte bolívar”, que ha perdido 98% de su valor frente al dólar en el último año.

El problema es que en un país tan arruinado como Venezuela, el gobierno no puede imprimir suficientes billetes o pagar los elevados costos para que los impresores comerciales los suministren. ¿Pagar con plástico? Los lectores de tarjetas de crédito rara vez funcionan en el país.

Eso deja a los venezolanos ordinarios buscando soluciones ingeniosamente.

Yorli Uzcategui, que vende verduras en un puesto callejero, lleva cuadernos con los pagarés escritos a mano y pasa sus horas libres persiguiendo a sus clientes en los grupos de chat de la aplicación WhatsApp para obtener el reembolso mediante transferencias bancarias.

“Si no hago esto, no venderé nada”, dijo el comerciante mientras guardaba lechuga en una bolsa un día reciente.

Se espera que las cosas empeoren este año. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una contracción económica de 15%, lo que significa que a finales de 2018 la economía será la mitad de lo que era en 2013. Además, la inflación llegará a 13,000%.

Siguiendo los pasos de Brasil, de una gran cantidad de países post-soviéticos y, más recientemente Zimbabue, Venezuela se ha convertido en el caso número 57 de hiperinflación, de acuerdo con Steve Hanke, profesor de economía de Johns Hopkins University.

La inyección de dinero del gobierno ha alimentado el problema. Los datos del banco central muestran que el suministro de bolívares se ha multiplicado por 14 en los últimos 12 meses. Y con los venezolanos gastando en el mismo momento en los billetes llegan a sus manos, esos billetes deben ser reemplazados cada siete a nueve meses, en comparación con la vida útil de seis años del billete de dólar estadounidense, dijeron personas familiarizadas con las operaciones monetarias del gobierno.

Actualmente, un dólar de Estados Unidos equivale a cerca de 236 mil bolívares en la calle, alrededor de 80 veces lo que equivalía a comienzos del año pasado. Hace cinco años, eso permitía comprar un departamento pequeño; ahora apenas cubre una entrada en el almuerzo.

“Las autoridades han perdido el control, no pueden dejar de imprimir bolívares aunque lo quisieran”, dijo Omar Zambrano, ex economista del Banco Interamericano de Desarrollo. “Esto terminará de dos maneras: o bien adoptamos el dólar o volvemos al trueque”.

Eso es lo que ha hecho Marina Fernández, profesora de arquitectura en una universidad de Caracas, descubriendo que algunas personas aceptarán, sí, el humilde huevo. Cuando no tenía suficiente efectivo para pagar el estacionamiento, entregó dos huevos. Su departamento universitario, sin efectivo, le pagó a un programador de computadoras con una caja de huevos por sus servicios.

Fernández dijo que las cebollas o los plátanos, por alguna razón, simplemente no funcionan. “Si va a recibir alimentos como pago, la gente quiere que éstos por lo menos tengan proteínas”, dijo. “El huevo es perfecto”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 16/02/2018

Etiquetas: Venezuela Inflación Precios Consumidor Alimentos Billetes