6 de abr. (Sentido Común) -- El panorama para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se mantuvo  incierto tras la reunión que sostuvieron los ministros de comercio de Canadá, Estados Unidos y México en la ciudad de Washington, D.C.

     Algunos analistas tenían la expectativa que tras ese encuentro, que incluyó a Chrystia Freeland, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá; Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía de México; y Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos, pudiera anunciarse un avance en el proceso para renovar el acuerdo comercial norteamericano.

     Las posibilidades de un gran anuncio crecieron luego de conocerse, en diversos medios internacionales, que el presidente estadounidense, Donald J. Trump, había lanzado una ofensiva para lograr un acuerdo que pudieran presumir los tres países en la Cumbre de las América, que celebrarán los jefes de Estado del continente, los días 12 y 14 de abril, en Perú.

     Ese foro podría ser una de las últimas ocasiones en que Trump coincida al mismo tiempo con Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, y con Enrique Peña Nieto, el presidente de México, debido a que los mexicanos elegirán un nuevo presidente a mediados de este año.

     Sin embargo, tras la reunión de alto nivel sostenida el viernes, todo parece indicar que hay avances pero difícilmente podría esperarse un gran anuncio en los días siguientes.

     “La gira finalizó con una reunión trilateral en la cual acordaron dos puntos para dar un impulso al proceso”, dijo la Secretaría de Economía, en un comunicado. “Mantener una comunicación permanente entre los tres ministros, para estar al tanto de la evolución del proceso e instruyeron a los equipos negociadores a reunirse en los próximos días para profundizar el trabajo técnico, con la intención de encontrar los equilibrios que permitan avanzar al proceso en su totalidad".

     Para muchos, el encuentro del viernes era extraoficialmente la octava ronda de diálogos para reescribir el TLCAN.

     Sin embargo, a pesar de las expectativas de que en esta ocasión podría no haber mesas de trabajo técnico como en reuniones previas, ahora parece que éstas mesas podrían realizarse pronto.

     Sobre este tema, Luis Videgaray, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, adelantó por la mañana que las negociaciones progresaban favorablemente, pero será complicado que se dé una conclusión los próximos días puesto que aún existen temas pendientes y cuestiones técnicas que se deben analizar.

     “El trabajo está avanzando, no hay nada que anunciar”, dijo Videgaray, durante una entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola en un noticiario matutino de Televisa. “Difícilmente habrá anuncios los próximos días, pero no hay que descartar que pudiera haber resultados pronto. . .[en] semanas”.

     Videgaray viajó el miércoles y jueves, junto con Guajardo, para encontrarse con funcionarios estadounidenses en busca de conversar sobre el estado que guardaban esas negociaciones.

     Claro que mientras el canciller mostró precaución, otros funcionarios mexicanos no descartan que el acuerdo esté cerca.

     De acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Reuters, Rogelio Garza, el subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, dejó la puerta abierta para un acuerdo pronto.

     “Estoy convencido y tengo grandes expectativas de que llegaremos a un acuerdo sobre el tratado de libre comercio muy, muy pronto”, dijo Garza Garza, de acuerdo con la agencia de noticias de origen británico.

     Uno de los temas más controversiales durante las discusiones, que suman casi ocho meses desde su inicio en agosto de 2017, es la propuesta estadounidense de incrementar las reglas de origen en la industria automotriz de 62.5 a 85%.

     Esa regla es la obligación que impone el TLCAN a las empresas armadoras de autos para usar un mínimo de piezas fabricadas en la región para poder recibir los beneficios del libre comercio.

     De acuerdo con un reporte del portal especializado en noticias comerciales Inside U.S. Trade, las reuniones en los últimos días han sido utilizadas para discutir ampliamente el tema.

     El gobierno de Estados Unidos presentó, aparentemente, una nueva propuesta que mide esa regla bajo un esquema de valor, lo cual dejaría atrás la propuesta inicial de la Casa Blanca de imponer la obligación a las armadoras de usar un porcentaje mínimo de piezas fabricadas en territorio estadounidense.

      Ahora, todo parece indicar que Estados Unidos apuesta por crear un marco diferenciado para las autopartes, el cual combinará costos laborales, contenido de acero y aluminio regional, así como la producción geográfica en alguno de los tres países, para acercarse lo más posible al 85% de contenido solo norteamericano que podría tener la regla de origen como mínimo.

     “Las reglas de auto son vistas mayormente como un área en donde los tres países necesitan encontrar un punto medio tan pronto como esta semana, antes de anunciar cualquier tipo de acuerdo”, dijo Inside U.S. Trade, con base en comentarios de fuentes cercanas a la negociación. “Actores estratégicos de México y Canadá han sido convocados como señal de que las pláticas se dirigen a alguna especie de resolución”. 

    Aún así parece complicado que haya un gran anuncio en la Cumbre que celebrarán los mandatarios en Perú la semana entrante.

    Videgaray, en otra entrevista, en esta ocasión radiofónica, el mismo viernes, en el programa del periodista Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, dijo que de momento no se está buscando ni se prevé una reunión entre Trump y Peña Nieto en Perú, a pesar que coincidirán en los encuentros colectivos de la Cumbre de las Américas.

     Las relaciones entre los presidentes de Estados Unidos y México no parecen vivir su mejor momento, luego que la Casa Blanca lanzó una serie de ataques a su vecino del sur por temas migratorios.

     De ahí que Peña Nieto lanzó el jueves por la tarde un mensaje, en el cual reprochó la actitud agresiva mostrada por Trump contra los mexicanos y recriminó que utilice un lenguaje antagónico cuando el empresario convertido en político tiene dificultades con el Congreso de su país para endurecer sus leyes migratorias o incluso para obtener fondos que le permitan edificar un muro en la frontera con México..

     Hasta ahora el gobierno estadounidense no ha respondido al mensaje de Peña Nieto.

 



Fecha de publicación: 06/04/2018

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