13 de abr. (Dow Jones) -- El magnate de la tecnología Masayoshi Son a menudo confunde a las personas en su industria por las grandes sumas que está dispuesto a pagar para obtener participaciones en ciertas empresas.

Eso incluye a sus directores.

Shigenobu Nagamori dijo que objetó cuando Son, director ejecutivo de SoftBank Group, le dijo a su consejo de administración en 2016 que quería pagar 32 mil millones de dólares por Arm Holdings. La empresa diseñadora de microcircuitos de Reino Unido vale la décima parte de eso, Nagamori, un director externo de SoftBank, recuerda que le dijo entonces a Son.

Son lo pagó de todos modos. Además, continuó su serie de compras, adquiriendo participaciones en docenas de compañías más, muchas de ellas “unicornios” -- nuevas empresas que han llegado a tener valuaciones de más de mil millones de dólares, como Uber Technologies y WeWork. En algunas de esas transacciones, también, tuvo que discutir con directores y asesores que pensaban que estaba pagando demasiado.

Los inversionistas quieren saber cómo Son decide realizar sus apuestas de miles de millones de dólares, entre las más grandes en la industria tecnológica, lo que hace a través de SoftBank y sus fondos de inversión afiliados. Actuales y anteriores directores de SoftBank, ejecutivos, socios de inversión y otros que conocen a Son dan una idea de cómo trabaja. A veces parece metódico, otras fortuito.

Describen a un hombre que en ocasiones toma decisiones instintivas en negocios de los que poco conoce --como el tiempo que pasó, unos 30 minutos, decidiendo que quería invertir 200 millones de dólares en una nueva empresa que cultiva verduras en interiores. Otras veces, recopila un análisis elaborado, inundando a sus directores con cientos de páginas de documentos para ayudar a explicar un objetivo de inversión.

Para actuar rápidamente, a veces se compromete en inversiones antes de obtener la aprobación del comité de inversiones de su fondo, dijeron algunas de estas personas. Además, a menudo disputa con sus ejecutivos y miembros del consejo de administración sobre sus propuestas hasta que se convencen o consientan.

“Me he opuesto a casi todas las inversiones propuestas por Son”, dijo Tadashi Yanai, el consejero independiente de SoftBank y presidente de Fast Retailing, operador de las tiendas de ropa Uniqlo. En lugar de actuar como un inversionista especulativo, dijo, Son debe centrarse en los “negocios reales”. Yanai ha dicho públicamente que su papel es decirle al Son cosas que es doloroso escuchar. Él y Nagamori elogiaron públicamente la visión y la motivación de Son, diciendo que lo apoyan a pesar de tener reservas sobre las inversiones.

Comprender a Son de 60 años es importante debido a su enorme impacto. SoftBank, su empresa de telecomunicaciones e inversión en tecnología con sede en Tokio, ha liderado inversiones que totalizan aproximadamente 145 mil millones de dólares en compañías desde 1995, de acuerdo con el rastreador de tratos Dealogic, incluyendo 22 mil millones de dólares para comprar al operador móvil estadounidense Sprint. Son maneja el fondo de tecnología más grande del mundo, Vision Fund de 92 mil millones de dólares y un afiliado de seis mil millones, realizando inversiones que a menudo lo convierten en el mayor accionista de la compañía.

El año pasado invirtió alrededor de 37 mil millones de dólares en más de 40 empresas, dijo Dealogic. Entre ellos estuvo Uber, en el que SoftBank gastó alrededor de ocho mil millones de dólares por una participación de aproximadamente 15%.

Muchos en las finanzas tecnológicas creen que sus inversiones ayudan a mantener altas las valuaciones de las empresas de reciente creación. “Todos pensamos que la cuestión del unicornio iban a comenzar a desacelerarse”, dijo Tim Connors, fundador de PivotNorth Capital, una firma de capital de riesgo de Silicon Valley. “Luego llega SoftBank e invierte otros 90 mil millones de dólares en lo que mucha gente pensaba que ya era un mercado sobrecalentado”.

Su dinero repercute más allá de la tecnología. SoftBank está en conversaciones para comprar al gigante del reaseguramiento Swiss Re en un acuerdo que podría valuarse en 10 mil millones o más dólares, informó el diario The Wall Street Journal el mes pasado.

SoftBank se negó a permitir que Son estuviera disponible para una entrevista. En noviembre, le dijo al diario que SoftBank realiza la debida diligencia para garantizar que las valuaciones de sus inversiones sean apropiadas.

“Las actividades de Son, incluido Vision Fund, son extremadamente prominentes y deslumbrantes, y hacen que la gente piense que está asumiendo una gran cantidad de riesgo”, dijo Yasuhiro Sato, director ejecutivo de Mizuho Financial Group, el principal banco de SoftBank. “Puedo garantizarles que hemos estado monitoreando el riesgo muy cuidadosamente”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 13/04/2018

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