24 de abr. (Sentido Común) -- Los precios al consumidor en el país cayeron más de lo esperado durante la primera quincena del mes, en respuesta a la entrada en vigor de los subsidios energéticos que implementa el gobierno nacional cada año durante el verano y a la baja de los servicios turísticos en paquete tras el fin de las vacaciones.

     El índice de precios al consumidor bajó 0.35% en la primera quincena de abril, con lo que la inflación anual se ubicó en 4.69%, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que es el organismo encargado de recabar las cifras económicas del país.

     La desaceleración de la inflación en las primeras dos semanas del mes resultó superior a la esperada por los economistas encuestados por Infosel, quienes anticipaban un descenso quincenal de 0.2% y estimaban que la inflación interanual creciera a una tasa de 4.76%.

     Los precios al consumidor tuvieron además el primer retroceso quincenal desde la segunda mitad de septiembre del año pasado, cuando bajaron 0.17%.

     Incluso, la inflación interanual mostró su nivel más débil desde diciembre de 2016, cuando cerró el año en 3.36%, antes de verse impulsada de manera importante por el cambio en los precios de las gasolinas aplicado por el gobierno a inicios de 2017 por el inicio del proceso de liberación de ese mercado.

     Por su parte, el componente subyacente de la inflación, o aquel segmento que excluye precios de productos volátiles como agropecuarios o energéticos, subió 0.07% en los primeros 15 días de abril y se situó en 3.7% en términos interanuales.

     Este segmento estuvo impulsado por un incremento de 0.27% en los precios de las mercancías y una caída de 0.11% en el sector de los servicios.

     Los analistas consultados por Infosel pronosticaban que la inflación subyacente se aceleraría 0.14% en la primera mitad del cuarto mes del año y 3.75% frente al mismo periodo del año pasado.

     Hace un año, durante la primera mitad de abril, los precios cayeron 0.15% en la quincena y avanzaron a una tasa interanual de 5.62%, de acuerdo con cifras de Inegi.

     De manera adicional, el componente no subyacente o volátil, retrocedió 1.53% en cifras quincenales y aumentó 7.67% año a año, luego de una disminución de 0.46% de los productos agropecuarios y un descenso de 2.16% de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno “como resultado de los ajustes a la baja en las tarifas eléctricas de temporada cálida en 15 ciudades del país”, dijo Inegi, en un comunicado.

    El gobierno otorga durante el verano un subsidio al precio de la electricidad en algunas partes del país donde experimentan altas temperaturas, para mitigar el gasto que los hogares deben hacer en energía eléctrica para aires acondicionados.

     “Derivado de que en 15 ciudades del país se implementó el programa de tarifas eléctricas de temporada cálida (subsidio), los precios de la electricidad disminuyeron”, escribió Alejandro Saldaña, analista del banco Ve por Más, en un reporte.

     Los productos que propiciaron la caída de los precios al consumidor fueron el pepino, con una disminución de 15%; la electricidad, con un descenso de 13.9%; el transporte aéreo, con un retroceso de 12.8%; los servicios turísticos, con una baja de 9.7%; y el jitomate, con un tropiezo de 9.2%.

     “Otro factor estacional relevante durante la lectura, es el regreso en el precio de servicios relacionados al turismo los cuales típicamente se ajustan a la baja tras el periodo vacacional por la Semana Santa”, agregó Saldaña.

     Por su parte, los productos con mayores variaciones al alza fueron el aguacate, el limón, la papa y la pasta dental, con avances de 5.5, 4.1, 2.6 y 2.2%, respectivamente.

     Si bien la caída de los precios de la energía eléctrica fue el factor que más incidió en la caída de la inflación, el descenso que han venido mostrando los costos del gas LP en los últimos meses también ayudó a la lectura final.

     No obstante, algunos analistas consideran que aún existen riesgos para que este componente repunte en los próximos meses.

     El reciente aumento que han experimentado los precios internacionales del petróleo podría elevar los precios de las gasolinas, mientras que el deterioro del tipo de cambio, como resultado de la incertidumbre política en el país, podría incidir en el valor de los combustibles importados en el territorio nacional y con ello propiciar un repunte del componente energético de la inflación.

     “Podría argumentarse que algunos elementos, como una mayor regulación en el mercado del gas, han reducido los riesgos” para la inflación, escribió el equipo de análisis Global Markets Research del banco BBVA Bancomer, en un reporte. “Sin embargo, el reciente repunte de los precios del petróleo y la posibilidad de una mayor depreciación del peso por las elecciones, nos hace pensar que los energéticos podrían generar presiones al alza en el verano”.

     Los analistas ya estimaban que los precios al consumidor seguirían a la baja en este año, luego de haber finalizado el 2017 en su mayor registro en 16 años y medio.

     Inclusive, los especialistas del sector privado que encuesta quincenalmente Citibanamex, la filial en el país del banco estadounidense Citigroup, calcularon que la inflación cerrará 2018 en un nivel de 3.95%, dentro del rango de entre 2 y 4% que tiene como objetivo Banco de México, algo que no ocurría desde diciembre del año pasado.

 



Fecha de publicación: 24/04/2018

Etiquetas: México inflación economía precios consumo Inegi electricidad turismo