Posible titular Energía López Obrador planea contenido local contratos crudo

21 de may. (Sentido Común) -- Norma Rocío Nahle, quien es la candidata de Andrés Manuel López Obrador para convertirse en secretaria de Energía, en caso de ganar la elección del 1 de julio, dijo que propondrá una cláusula de contenido mexicano dentro de los contratos petroleros que ha emitido el gobierno nacional como parte de la apertura del sector energético.

     Nahle García, quien entre 2015 y 2018 fue diputada federal por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), publicó en su cuenta de la red social Twitter un anuncio donde propone imponer un mínimo de 80% de contenido nacional en la futura asignación de contratos petroleros del país, una medida que ha propuesto desde su trabajo en la Cámara Baja.

     “Que @Pemex vuelva a ser de los mexicanos. El capital humano y la formación de cuadros en la industria energética debe ser mexicana”, escribió Nahle, quien también está postulada para ocupar un curul en el Senado por Morena, en su cuenta de Twitter. “Lo promoví como diputada y lo haré Ley como Senadora”.

     La posible colaboradora de López Obrador no explicó cómo obligaría a los interesados a participar del negocio energético para cumplir con esa consideración, o cómo sería medido ese 80%.

     Tampoco dijo si esta obligación dará una ventaja en las licitaciones a Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa petrolera estatal.

     Nahle fue propuesta como posible titular de Energía hace unos meses por López Obrador, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia y quien se encuentra en primer lugar en todas las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales del 1 de julio.

    La funcionaria, quien busca un asiento en el Senado como candidata por el estado de Veracruz, ha lanzado fuertes críticas, junto con López Obrador, a la reforma energética impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto para abrir esa industria a capitales privados, tanto nacionales como extranjeros.

     Incluso, López Obrador ha dicho que si gana la elección pondría freno a la reforma de Peña Nieto, al menos en tanto se estudia cuál es el camino que deben seguir para continuar con la apertura del sector a esos capitales privados tras ocho décadas de monopolio estatal. El candidato incluso ha dicho que no descartaría revertir la reforma pero hasta la segunda mitad de su administración.

     Claro que cualquier intento tanto de Nahle como López Obrador por dar marcha atrás a los cambios o por frenarlos podría tener un fuerte costo para su gobierno ya que las agencias calificadoras han dicho que acciones en esa dirección muy probablemente las fuercen a degradar la calificación crediticia del país y con ello elevar el costo de pedir prestado para el país, sus empresas y sus individuos.

     Si eso ocurre, López Obrador, de ganar la presidencia, tendrá que destinar una mayor parte de los ingresos gubernamentales para pagar los intereses de su deuda, en lugar de destinar esos recursos para edificar escuelas, hospitales, carreteras, puertas, etcétera.

     La postura de Nahle podría alertar a quienes de por sí temen que una eventual llegada de López Obrador al poder en México sea un obstáculo para el desarrollo de los incipientes negocios energéticos del país.

     Hasta ahora el gobierno federal ha realizado nueve licitaciones de contratos para exploración y extracción de hidrocarburos en territorio nacional, en los cuales participaron empresas nacionales, extranjeras e incluso la misma empresa petrolera estatal, Pemex.

     Energía estima que las empresas que entraron recientemente al negocio energético ya han prometido invertir 175 mil millones de dólares para la explotación de los recursos naturales del país, pero bien podría sumar hasta 200 mil millones de dólares a medida que se otorgan contratos, licencias o permisos para explotar ciertos campos petroleros en el país y sus aguas marinas.

     De ahí que, para compensar este nerviosismo, algunos asesores de López Obrador --como Carlos Urzúa, el candidato a ocupar la secretaría de Hacienda y Crédito Público-- han dicho que solo revisarán los contratos otorgados desde la reforma de 2014 y cancelará aquellos que estén involucrados con casos de corrupción; pero no dicen que un gobierno lopezobradorista planea revertir la reforma en sus totalidad para regresar el control de la industria petrolera a Pemex.

     López Obrador, por su parte, ha pedido en un par de ocasiones al gobierno de Peña Nieto que suspenda la asignación de nuevos contratos, a fin de que sea el nuevo gobierno el que decida cuál es el rumbo que debe tomar la reforma energética.

     “Una de las cosas que vamos a tratar al día siguiente de la elección con el presidente Peña, el día 2 de julio, luego de nuestro triunfo, es que se va insistir en que se detenga ya la entrega de los contratos para que las empresas de los particulares exploten el petrolero de nuestro país", dijo López Obrador, en un mitin ofrecido como parte de su campaña, a mediados de marzo. “Sobre todo voy a pedirle que ya se detenga la entrega de la costas de Yucatán y Quintana Roo, porque se trata de las regiones turísticas más importantes del país”.

     La propuesta de Nahle y del equipo de López Obrador recibió tanto halagos como críticas entre quienes piensan que la industria petrolera debería abrirse por completo a la competencia de empresas privadas y quienes les gustaría verla regresar a manos estatales

     “¡Pésima idea! Esa vía ya se utilizó y no funcionó”, respondió Carlos Estrada, un usuario de Twitter, a la propuesta que Nahle difundió en la red social. “Hay que permitir competencia y que gane quien mejor haga las cosas, así ganamos todos”.

     Otros, sin embargo, vieron con buenos ojos la postura de Nahle, al considerar que ese tipo de propuestas podrían impulsar la autosuficiencia energética del país.

     “Revisemos la cadena de valor de los procesos, aún podemos rescatar Pemex para garantizar la autosuficiencia energética de la nación. ¡Cuente con nosotros!”, escribió otro usuario tras el mensaje que puso la potencial titular de Energía en caso de una victoria de López Obrador.