4 de jul. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el virtual presidente electo de México, mantiene en estudio tres propuestas para determinar el futuro de la nueva terminal aérea de la capital del país, aunque por lo pronto decidió no solicitar la suspensión de la construcción de ese aeropuerto que lleva a cabo la empresa estatal, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

     El anuncio de los estudios lo hizo el futuro secretario de Hacienda del gobierno que encabezará López Obrador, Carlos Urzúa, en una entrevista televisiva con el periodista Carlos Loret de Mola; mientras que la decisión de no suspender las actividades de edificación la reveló Abel Hibert, asesor económico del virtual presidente electo, a Sentido Común tras el reportaje que publicó la agencia de noticias Bloomberg en ese sentido.

     Andrés Manuel “ha dicho que hay tres posibilidades: uno, tomar la vía de que el nuevo aeropuerto sea en el aeropuerto militar de Santa Lucía. . .  [con] dos pistas [adicionales]. Otra, que es seguir con el proyecto del nuevo aeropuerto, normal. . . y finalmente la otra posibilidad sería concesionar a esos contratistas [que edifican la terminal], es decir, que ellos en lugar de ser contratistas sean inversionistas”, dijo Urzúa, en la entrevista con la cadena de televisión Televisa.

     La postura de no solicitar la suspensión de actividades de López Obrador, si bien es contraria a lo que él y su futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú mencionaron a lo largo de la campaña, es también consistente con la posición que ha adoptado el candidato ganador de la elección del domingo de no comenzar a actuar hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) califique la elección presidencial y le entregue su constancia de ganador para convertirse oficialmente entonces en presidente electo.

     Ayer, López Obrador dijo que no realizará actividades oficiales hasta que las autoridades electorales no lo confirmen como presidente electo, lo que no implica que no esté ya trabajando en la elaboración de los primeros planes y su equipo esté ya haciendo los primeros nombramientos de su gobierno.

     El ganador de la contienda electoral realizó incluso ayer una reunión con el gabinete que nombró al inicio de la campaña electoral para solicitar a esas personas a que comiencen a elaborar los primeros programas de su gobierno, con base en las propuestas que presentó en su campaña y que resume su Plan Nacional.

     Hoy además Urzúa anunció que invitó a Gerardo Esquivel a ser subsecretario de Egresos al inicio del próximo gobierno, algo que el asesor económico externo de López Obrador aceptó.

     Es así por tanto comprensible que López Obrador optará por no solicitar la suspensión de las obras de NAIM, mientras su equipo económico realiza los estudios necesarios para determinar lo que más conviene hacer para resolver el problema de saturación que ya enfrenta el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.

     A los tres estudios que realizará el equipo de López Obrador se incorporará muy probablemente también los resultados a la revisión de los contratos que a la fecha ya ha asignado GACM. Esto para verificar que no haya habido actos de corrupción en la asignación y la valuación de los contratos, dijo Hibert a Bloomberg.

     López Obrador “ya, de manera formal, ha constituido un grupo de cinco personas, entre ellas me cuento yo, que van a analizar las tres alternativas y pronto se va a saber”, agregó Urzúa en la entrevista con Loret de Mola. “Probablemente lo más fácil para nosotros sería concesionar”.

     Así, aunque cancelar la construcción es todavía una opción sobre la mesa, no es seguro que esa sea la vía que el próximo gobierno vaya a adoptar, por el contrario parecería que al final esa nueva terminal será concesionada a inversionistas privados, como ha ocurrido con la mayoría de los aeropuertos más relevantes del país.

     La construcción del nuevo aeropuerto de la capital del país fue uno de los proyectos más controversiales durante la campaña presidencial, ya que López Obrador, quien a lo largo de toda la contienda lideró todas las encuestas de intención de voto, dijo en diversas ocasiones que frenaría esa edificación por los altos costos que representará para el gobierno y, quizá más importante, por la sospecha de corrupción al momento de asignar los contratos.

     Hasta ahora no se han probado actos de corrupción, ni se ha acusado a alguna empresa o directivo de comportamientos ilícitos.

     Andrés Manuel propuso, como proyecto alterno al nuevo aeropuerto que ya se edifica en terrenos de Texcoco, Estado de México, construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, que serían una opción más barata para cubrir la necesidad de expansión de las actividades aéreas en el país.

     Sin embargo, muchos expertos y líderes empresariales criticaron la propuesta de López Obrador por considerar que la construcción de una nueva terminal es necesaria y las dos pistas de Santa Lucía no eran la solución adecuada por temas técnicos.

     “Requerimos de manera urgente un aeropuerto”, dijo Francisco Gómez Ortigoza, el director técnico de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), en una entrevista realizada durante la campaña, en referencia a las dificultades que enfrentan hoy los pilotos para aterrizar y despejar desde la capital del país por la saturación de su aeropuerto. “Si es el de Texcoco y lo van a tener ya, que lo tengan ya. Si va a hacer cualquier otro que lo tengan, pero que lo tengan ya y que se concrete el proyecto”.

     Ahora, aparentemente López Obrador está reconsiderando la propuesta, al menos hasta que el comité de expertos determine cuál es la mejor solución.

 

 

 


Fecha de publicación: 04/07/2018

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