En EUA, mayor inflación subyacente socava alza salarios reales

10 de ago. (Bloomberg) -- Una medición de los precios al consumidor de Estados Unidos saltó a su mayor nivel en una década durante julio, erosionando así las ganancias salariales que han avanzado escasamente en los últimos cuatro meses y fortaleciendo también el caso del Banco de la Reserva Federal (Fed) para seguir aumentando las tasas de interés gradualmente.

La medida subyacente del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que excluye los alimentos y los combustibles, aumentó 2.4% con respecto al año anterior, el mayor avance registrado desde septiembre de 2008, según mostró el reciente informe del Departamento de Trabajo. En comparación con el mes anterior, tanto el índice general del IPC, así como la tasa subyacente subieron 0.2% --lo esperado por los analistas.

Si bien los costos de la vivienda dieron un gran impulso a los resultados, la constante demanda de los consumidores está apuntalando la inflación justo cuando la guerra comercial amenaza con elevar los costos de una variedad de productos. El progreso sostenido hacia la meta de la Reserva Federal mantiene al banco central en vías de hacer una o dos alzas más en las tasas de interés este año, aun cuando las presiones en los precios socavan los ya de por sí débiles aumentos en los ingresos de los trabajadores.

Un informe independiente del Departamento del Trabajo publicado este viernes mostró que los salarios ajustados por inflación se mantuvieron sin cambios en julio con respecto al mes anterior y que cayeron 0.2% en comparación con el año anterior.

Además, la falta de crecimiento de los salarios reales se ha convertido en un tema polémico para los republicanos y demócratas que se encaminan a las elecciones parlamentarias de mitad de período presidencial a realizarse en noviembre.

El indicador general del IPC aumentó 2.9% en los 12 meses hasta julio, igualando así la mediana de la encuesta realizada entre los analistas, según el informe. Se proyectaba que el IPC subyacente avanzara 2.3% anual.

El alza de 0.3% en los costos del alojamiento representó alrededor del 60% del aumento en el IPC general del mes pasado, señaló el Departamento de Trabajo.

Algunos artículos que registraron grandes caídas de precio en junio revirtieron el curso de la inflación en julio. Entre ellos se encuentran las tarifas de hotel y motel, que subieron 0.4% después de una caída récord de 4.1% vista en junio. Las boletos de avión subieron 2.7%, la mayor tasa desde julio de 2013, luego de la caída de 0.9% en junio.

Los precios de la ropa disminuyeron nuevamente, al caer 0.3% después de también caer 0.9% el mes anterior.

La lectura del IPC subyacente elevó el avance anualizado trimestral a 2.3%, después de haber subido 1.7% en junio.

El indicador preferido de la Fed sobre la inflación --una cifra basada en el consumo que tiende a ubicarse ligeramente por debajo del IPC que publica el Departamento de Trabajo-- ha estado en o por encima del objetivo de 2% del banco central desde marzo, aunque el índice subyacente todavía fue inferior al objetivo. Los funcionarios de la Fed consideran que la inflación subyacente es un indicador más confiable de las presiones fundamentales en los precios.

Se prevé que los responsables de la política monetaria eleven los costos del endeudamiento cuando se reúnan en septiembre y muchos inversionistas esperan un alza adicional antes de fin de año. La inflación ha avanzado y la tasa de desempleo, de 3.9% en julio, indica que la Fed está cerca de su objetivo de máximo empleo.

El comercio puede convertirse en una fuente de presiones en los precios. Al elegir los productos chinos como objeto de aranceles, la administración Trump ha tratado de evitar gravar directamente los bienes de consumo. Pero eso es cada vez más difícil de lograr a medida que aumentan las tensiones comerciales. Una lista de productos chinos que tienen programado verse afectados por las tarifas el próximo mes incluyen artículos de consumo tales como cámaras digitales, herramientas para tomar autorretratos con teléfonos celulares y patines del diablo eléctricos.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo