13 de ago. (Dow Jones) -- A 128 kilómetros de la costa oeste de Noruega, una de las plataformas petroleras más pequeñas del país está preparándose para empezar a producir. A bordo no hay helipuerto, ni baño alguno. Bueno, ni siquiera tiene botes salvavidas.

Eso se debe a que se espera que la frugal plataforma petrolera, operada por Equinor, funcione sin tener a nadie a bordo. Mientras que los trabajadores pueden ser llevados y traídos por transbordadores para hacer reparaciones y otras tareas, los nueve pozos de petróleo y gas que conforman la plataforma serán controlados desde un centro de operaciones ubicado a ocho kilómetros de distancia.  

Durante años, la estrategia de las grandes compañías petroleras se basaba en aprovechar la mayor cantidad de petróleo posible con pozos más grandes, más profundos y más complejos. Pero, impulsada por la profunda caída en los precios del petróleo hace cuatro años, una industria cada vez más consciente de los costos ha estado experimentando con nuevas tecnologías digitales para aprovechar recursos que por mucho tiempo se pensó que eran demasiado pequeños o demasiado remotos como para producir de manera redituable.

“Fue la confluencia de la gestión del cambio que impulsaba los precios bajos del petróleo y las computadoras más poderosas”, dijo Christyan Malek, analista petrolera de JPMorgan Chase. Los movimientos imprevisibles del mercado mantienen la presión, a pesar de que los precios del crudo se están negociando alrededor de sus niveles más altos en más de tres años. “Mientras el petróleo permanezca volátil, la industria mantendrá su enfoque” en liberar más efectivo, agregó Malek.

Por lo general, la compleja ingeniería involucrada en la extracción de petróleo de las aguas profundas y turbulentas de Noruega ha hecho necesario tener personas reales a bordo monitoreando dicha actividad en tiempo real. Donde se han utilizado plataformas no tripuladas, se han dirigido a embalses más simples, campos más pequeños y pozos controlados.

La nueva carrera de herramientas tecnológicas entre las grandes compañías petroleras está adquiriendo un barniz más acorde con Silicon Valley. La plataforma petrolera no tripulada del Mar del Norte de Equinor marca una nueva generación de tecnología que tiene una escala mucho más amplia de capacidades de monitoreo y sensores digitales, así como también la capacidad de administrar un mayor número de pozos que las versiones anteriores.

“La capacidad de capturar datos y usar esa información para tomar decisiones operativas en tiempo real . . . es realmente un cambio radical”, dijo Martin Kelly, jefe de análisis corporativo de la consultora Wood Mackenzie, con sede en Edimburgo. “Las empresas están subiéndose a la ola tecnológica”.

El objetivo en estos proyectos tecnológicamente avanzados es reducir costos. Gigantes como Exxon Mobil y BP apuestan por la nueva tecnología para convencer a los inversionistas escépticos de que pueden seguir siendo frugales y competitivos a medida que suben los precios del petróleo, y mantener una ventaja a largo plazo en la extracción de petróleo en un mundo posterior a la emisión de carbono.

Lo que está en juego son 300 mil millones, el ahorro potencial del empuje digital de las grandes petroleras, de acuerdo con un análisis de JPMorgan. El banco estima que los esfuerzos para aprovechar los datos y automatizar la perforación podrían reducir mil millones de dólares en gastos de capital globales anuales, aproximadamente un tercio para 2021.

BP ha dicho que espera reducir los costos en 20% en los próximos años a través de mejoras tecnológicas. Está montando cables de fibra óptica en todos sus pozos de petróleo, lo que permite a la empresa recopilar datos y monitorear proyectos en tiempo real. En toda la industria, gran parte de esta información se recopila a través de métodos más lentos, a veces a mano.

Equinor, que solía llamarse a sí misma Statoil, ya está analizando plataformas automatizadas más sofisticadas que dependen de videovigilancia, robots y vehículos operados a distancia. El primer proyecto de este tipo podría comenzar a mediados de la década de 2020, dependiendo de los drones para volar en suministros especializados.

Si bien estos proyectos deberían ahorrar dinero y mejorar la eficiencia, los críticos se preguntan si lo harán a expensas de la seguridad de los trabajadores y las salvaguardias ambientales. La industria dice que menos trabajadores significan menos posibilidades de accidentes y que el monitoreo de alta tecnología ha ayudado a evitar situaciones potencialmente riesgosas.

“Ahora estamos invirtiendo para asegurar una posición de liderazgo global dentro de las tecnologías digitales, porque es un facilitador clave para una seguridad mejorada, menores costos, mayores volúmenes y menores emisiones”, dijo el director ejecutivo de Equinor, Eldar Saetre, a analistas en febrero.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 13/08/2018

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