16 de ago. (Sentido Común) -- La Junta de Gobierno de Banco de México, en su última reunión de política monetaria, discutió la incertidumbre que envuelve algunas de las políticas económicas que implementará el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, una vez que inicie su gobierno, reveló la minuta de ese encuentro.

     Durante su campaña presidencial, López Obrador dijo que su administración aumentará el gasto en programas sociales, incrementará la inversión pública en infraestructura e incluso buscará bajar en el futuro los precios de las gasolinas en el país, todo ello sin elevar impuestos.

    De ahí que Banco de México, como ya lo han hecho otros, llamó la atención sobre la falta de detalles sobre las estrategias, políticas y planes que echará a andar la nueva administración, principalmente  por los efectos que podría traer una reorientación del gasto gubernamental en el crecimiento, la inflación y la salud de las finanzas públicas en el corto plazo.

     La falta de detalles “en diversos ámbitos también acarrea riesgos para la evolución de la demanda interna en la segunda mitad de 2018 y en 2019”, dijo Banco de México, la autoridad monetaria del país, en la minuta de la última reunión que celebró la junta de gobierno el pasado 2 de agosto.

     Esta fue el primer encuentro de política monetaria celebrada tras la elección presidencial del 1 de julio y en la que López Obrador ganó los comicios. En esa reunión, los cinco integrantes de la junta de gobierno votaron a favor de dejar las tasas sin cambio en 7.75%.

     La autoridad monetaria del país optó por no hacer más restrictiva su política monetaria a pesar del incremento de un cuarto de punto porcentual que aplicó la Reserva Federal (Fed) a las tasas de interés de Estados Unidos, debido a que la inflación en el país registró una desaceleración y el tipo de cambio tuvo un comportamiento estable frente al resultado de la elección presidencial.

     Claro que además de la preocupación sobre las finanzas públicas de la política económica del próximo gobierno, Banco de México también mostró cierto nerviosismo por el impacto que podría tener la política de salario mínimo del nuevo gobierno, principalmente por los efectos secundarios que podría tener sobre el desempeño de los precios.

     López Obrador y su equipo han dicho que buscarán elevar el salario mínimo en más de 14% a 101 pesos diarios a partir de 2019 y seguirán con alzas graduales durante su sexenio para incrementar el poder de compra de los mexicanos más necesitados.

     Estas alzas, serían ejecutadas en un mercado laboral mexicano pleno que, de acuerdo con el Instituto Central, parece mantenerse estable en una tasa de desempleo de 3.4%, por debajo de su nivel natural --como se conoce en la jerga económica a la tasa de desocupación consistente con el crecimiento económico potencial del país.

     “Debe considerarse que las condiciones de estrechez en el mercado laboral podrían dar lugar a riesgos para los precios”, agregó el banco central en la minuta, aunque a la fecha incrementos al salario mínimo superiores a la inflación no han aparentemente impactado de forma negativa la evolución de la conformación de los precios en México.

     A la incertidumbre sobre las políticas económicas de López Obrador también hay que sumar la posible volatilidad que podría persistir por el desempeño de las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre de Comercio de América del Norte (TLCAN), que iniciaron hace un año y que no han logrado llegar a buen puerto.

     Para los analistas, como para los banqueros centrales, el futuro de la relación comercial de México con sus dos vecinos del norte es determinante para conocer la trayectoria de la política monetaria.

     Claro que un buen resultado de esas pláticas podrían mejorar las perspectivas económicas de México y llevar incluso a las autoridades monetarias a reducir sus tasas si una renegociación del TLCAN termina bien y pronto.

     “Los mercados podrían empezar a incorporar una perspectiva más dovish [como se conoce en la jerga económica a una posición más proclive a tasas de interés más bajas] hacia 2019”, escribieron los economistas del área de Global Markets Research del banco BBVA Bancomer, en un reporte. “De cualquier forma, la posibilidad de tener o no un acuerdo TLCAN será clave para un movimiento. Con un acuerdo TLCAN exitoso en los próximos meses se abrirá el espacio para los recortes” a las tasas.

     Banco de México agregó que aún debe aclarar ante el mercado y sus participantes su trayectoria esperada para el regreso de la inflación a su meta anual de 3%, ya que aún no es claro el periodo en el que estima que se dé esa convergencia. Originalmente la autoridad monetaria estimaba que al cierre de este año podría llegar a la meta, pero la fortaleza registrada por los precios al consumidor en meses recientes hizo que esa opción se vea difícil de alcanzar.

     El Instituto Central reconoció que deberá mejorar su estrategia para que las expectativas de inflación de mediano plazo, que han permanecido estables en 3.5%, se reduzcan a su objetivo anual.

     Sin embargo, el banco central mexicano consideró que el incremento reciente de la inflación, luego de cinco meses a la baja, se debe a las presiones de precios volátiles, como de algunos productos agropecuarios o energéticos, por lo que estima que esa alza será transitoria.

     Además, Banco de México prevé que la inflación no subyacente, aquella que excluye los precios volátiles y que es más sensible a cambios en las tasas de interés, seguirá estable en los próximos meses. Este componente se ubica en 3.6% y hasta ahora no muestra signos de traspaso por parte del alza de combustibles o el deterioro del tipo de cambio.

     “Se debe poner especial atención en el comportamiento de la inflación subyacente, más aún cuando es el componente que más responde a la política monetaria”, agregó el banco central mexicano en la minuta.

     Por último, uno de los integrantes de la junta de gobierno mostró preocupación por la posibilidad de entrar a un escenario de bajo crecimiento económico y alta inflación, un fenómeno que en la jerga económica se conoce como estanflación.

     Un integrante “mostró preocupación ante la posibilidad de que pueda darse una situación en que se tenga, simultáneamente, persistencia de la inflación por encima de la meta y una fuerte desaceleración de la economía, inclusive por debajo del potencial”, reveló la minuta de Banco de México. “Señaló que en este contexto, la política monetaria se vuelve poco efectiva, ya que uno de los canales más importantes a través del cual opera es el correspondiente a la demanda agregada”.

     Para algunos especialistas, la junta de gobierno del banco central mostró una postura más agresiva en la minuta de la reunión frente al comunicado que enviaron tras su decisión de mantener sin cambios la tasa de referencia.

     “Las minutas revelaron una junta ligeramente más preocupada por la inflación que en el comunicado de política monetaria”, escribió el equipo de análisis económico de Deutsche Bank, en un reporte. “Hacia adelante, la mayoría sigue viendo al tipo de cambio como el principal riesgo para la inflación”.

 

 



Fecha de publicación: 16/08/2018

Etiquetas: Banxico economía política monetaria minuta inflación tasas interés México